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Javier Hernández-Gracia

Dice el manual de sentires en el fútbol que cuando tu equipo va bien hay un cierto miedo interior a que las cosas se fastidien cuando, a priori, el rival es fácil. El domingo el manual saltó por los aires, se hizo añicos, nadie se acordó de él. El Teruel brindó ese juego de esmero y en suma quilates de la marca Mendia, la acertada inversión de esta temporada sin ningún género de dudas.

Pero la tarde de Ramos y lluvia tan de los abriles climatológicos, ciertamente dio para mucho. Lo primero para una excelente entrada de aficionados que convierten el recinto del Ensanche en un clamor de colorido ambiente, el Frente Mudéjar sumando puntos en su buen hacer de ánimos al equipo, todo ello correspondido por un arranque de partido que dejaba claro que el Teruel está arriba por que hace un gran fútbol, porque, una vez formateado, es capaz falte quien falte por lesiones o tarjetas.

Y a todo esto, hay que señalar que dentro del bloque hay individualidades que multiplican la calidad y el buen juego, e incluso tiran de oficio para, en partidos trabados, atacar/defender según exija el momento; ya me decía mi amigo Henryquito al principio de la temporada que Peru tiene buenos fundamentos de delantero, el tiempo le ha dado, con creces, la razón. Contra el Alfaro no marcó pero obligó al centro de la defensa riojana a no moverse más de la cuenta y se vieron favorecidos Le Normand, Obeng o Febas con pasillos al remate, y, fíjate tú, los tres marcaron.

En todo momento el Teruel fue dueño señor y anfitrión del balón. Todo ello hizo que Mendia diera oportunidades a los más jóvenes de la plantilla, debutó Iñaqui Bellido, jovencísimo, al que le vimos desparpajo, colocación, interés y se atisba arte con el manejo de la pelota. Si tiene el mismo arte que su abuelo Lamberto, una leyenda en el oficio artístico de la escayola, tenemos un futbolista con futuro. De Lucas Beltrán solo podemos manifestar alegría por que jugará su segundo partido con el Teruel, a Lucas no le tiemblan las piernas y me consta que en los entrenamientos va a tope, por tanto dos excelentes momentos los vividos en Pinilla con dos jóvenes de la casa.

Como no hablar de Aimar Peña, si es que el futbolista de Elorrio no pasa desapercibido. Tan pronto es la estrella de un rondo, como se postula de becario en el intenso oficio de la fotografía deportiva, así es el futbolista que encabeza la clasificación de la sonrisa permanente. Luego habría que analizar con más criterio lo del punto de mira de alto a bastante alto, porque fundamentos tiene, aguanta bien el balón como los delanteros al más puro estilo en la recepción de espaldas. De sus botas nació la jugada del gol contra la Real hace dos jornadas, y el domingo las tuvo y al final la colocó por fin dentro de los tres palos. Alguno en la grada dice que en el juvenil, que si un tal Pepe, que si un tal Ramiro, que si un tal Ceferino, podrían jugar mejor, pero un bloque no se construye con pensamientos espontáneos en la grada, y el entrenador bien sabe lo que se hace.

Vienen jornadas apasionantes con una fase de ascenso prácticamente en el bolsillo, un 2025 con grandes logros, con la única pega de los jugadores lesionados, a los que deseamos un pronta recuperación. Ya escribía el otro día que una cuestión impecable en Club Deportivo Teruel es su área de prensa, el oficio de Gonzalo Saz debe ser destacado. No solo su buena mano con la fotografía, sus facilidades para que sus compañeros periodistas puedan llevar la información es excepcional, me permito insistir que en los actuales parámetros del patrocinio y la esponsorización estos detalles juegan un papel fundamental, ya que no solo lo que ocurre dentro del campo, también la imagen que se proyecta puede inclinar balanzas favorables.

La próxima estación Utebo, una de esas finales donde se miden fuerzas para lo que ha de venir. Lo que sabemos es que, los jugadores, la pizarra de Unai se la saben de memoria, así pues, desde la confianza en la racha, haremos nuestra la frase del juguete Buzz Lightyear, “hasta el infinito y más allá” porque el Teruel tiene varios héroes espaciales.