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Joseda y Ayman emergen del fuego para colocar en la tabla el segundo punto del Teruel Joseda y Ayman emergen del fuego para colocar en la tabla el segundo punto del Teruel
Ayman pelea un balón en un ataque del CD Teruel en el partido de liga jugado ayer en Pinilla ante el Eldense. Bykofoto / Antonio García

Joseda y Ayman emergen del fuego para colocar en la tabla el segundo punto del Teruel

Un golazo en el descuento arregla otra polémica con el VAR que amenaza sanción para Parras

“Es cierto que tiende a ralentizar los partidos”. Al entrenador del Eldense, Javi Cabello, le pareció que el nuevo sistema de asistencia audiovisual que cariñosamente, o no tanto, recibe el nombre de VAR de bronce, simplemente es una herramienta que alarga los encuentros más allá de lo razonable. Le gusta, le parece que sirve para impartir más y mejor justicia. Es posible que sea así... Lejos de Pinilla. Aquí el monitor, las cámaras, el protocolo de revisiones, parecen un vigésimo tercer futbolista que tiende a pegar patadas hacia la portería del CD Teruel.

Este sábado comprometió la presencia del entrenador Vicente Parras en el banquillo para los próximos partidos; fue expulsado el alicantino porque en realidad nadie parece saber para qué y cómo puede usarse el cacharro. Al final lo que pasó es que el CD Teruel lograba esta calurosa tarde de sábado arañar un punto en la visita del Eldense, tercera jornada de liga de Primera Federación disputada en Pinilla. Todo lo que aconteció en el partido ocurrió en una larguísima segunda parte, casi hora y cuarto, que dio tiempo a dar validez al primer gol de los alicantinos, a un cuarto de hora de VAR con polémica por expulsión del entrenador rojillo, y a celebrar el empate postrero en un golazo de Ayman.

El punto coloca a los rojillos con dos en la clasificación, un par de empates y una derrota en las tres primeras jornadas. Pero deja buen sabor de boca, porque en este nuevo fútbol de 23 futbolistas los códigos tradicionales del balompié se difuminan, todo se observa y se explica a través de lo que el árbitro puede juzgar en directo y en el diferido que le pongan, con la sensación además de que lo mollar de cada partido se decidirá en tiempos de descuento mastodónticos. Entre tanto, poco. Muy poco, de hecho, en la primera parte. Y peleado.

Quiso coger bola de inicio el Teruel, le sirvió para ello colocar a Relu en zaga para sustituir la baja de Abraham, tocado. Le acompañaron Nico, Andrés y Manel en una línea trasera en la que Goyo, volante zurdo, se incrustaba atrás en fase defensiva. Por delante, Albisua hacía de ancla en una medular con Redón y Blesa para ponerle pie a las escaramuzas de Merencio y Moreno, comprometidos en el trabajo en tres cuartos, escasa presencia en el área. Atrás Gálvez. Casi inédito, como el arquero rival que vio cómo los primeros intentos mudéjares morían en una zaga alicantina bregada, con oficio. Fue empujando el Eldense en bloque, proyectado por la banda izquierda; dos puñales gasta en las alas, Belari y Fidel.

Posible penalti a Sergio

Y suyo fue el primer susto, bola tensa al área, sin rematador, a la que opuso respuesta la primera arrancada de Andrés, que empieza a ser la mejor baza ofensiva rojilla desde el costado derecho. No llegó Blesa. Sí lo hizo pasado el minuto 20 Sergio, mismo asistente. Quiso armar remate en el área, le cuerpeó el central rival, quizá le trabó la pierna izquierda. No lo vio así el árbitro, y Parras no quiso pedir VAR a pesar de las protestas del público. Tampoco lo hizo al borde del descanso en una falta con malicia de Fidel a Nico. Relu sí propuso gastar un tarjetón para buscar roja rival, pero el mister previó mejor opción en la segunda parte. No se equivocaría. Antes del receso, un cabezazo a bocajarro de Redón, fuera, a centro, otro, de Andrés. Y el primer tiro a puerta fue visitante, Fidel, suave a las manos de Rubén.

Buen inicio tras el descanso

En la segunda parte, en efecto, hubo trabajo de sobra para el VAR. Pero hasta que el futbolista dorsal 23 saltó a la escena, lo que se vio es que entró al reinicio mejor el Teruel. Suele coincidir con minutos atinados de Blesa, que acierta a bajar su posición diez metros para engarzar centro del campo y tres cuartos, y allí suele encontrar amigos. El primero de ellos, Jorge Padilla, que estuvo tímido en su debut en Alcorcón pero el sábado tuvo una presentación mucho más decorosa. Es rápido el tinerfeño en su toma de decisiones arriba. Será útil.

Mientras fue cargando su fusil, fueron Blesa y Sergio los que intercambiaron dos buenos balones en ese arreón local de inicio de segunda parte. Uno lamió el palo rival, el otro fue arriba. Andrés remató en semifallo a la salida de un corner, y respondió el Eldense con Fidel en modo jugón, porque la respuesta alicantina a estos minutos del Teruel fue de equipo serio; primero enfrió el ímpetu local a base de interrupciones y cambios, y luego le buscó los espacios y las cosquillas. Un pase suyo casi catapulta a Quintana hacia el gol. Luego lo buscó desde 50 metros, y casi sorprende a Rubén, algo adelantado.
 

Andrés Rodríguez pugna por un balón aéreo

El lío de las revisiones

El caso es que ya pasada la hora de partido ya estaban Padilla y Ayman en el verde, con Sergio Moreno molido a palos camino del vestuario. Una larga jugada colectiva rojilla acabó con Blesa buscando a Goyo, le faltó una talla de bota para armar su remate. Y en el minuto 70 apareció la que probablemente sea la última buena noticia de este Teruel, un lateral derecho llamado Joseda que tiene trazas de ser diferencial. La primera que hizo dejó solo a Ayman para cabalgar por banda derecha y ver libre de marca, en boca de gol, a Padilla. Su servicio, quizá pudiera haber sido raso, botó en demasía antes de llegar a los pies del majorero, que no acertó a embocar entre los tres palos. Clarísima fue ésta.

Llegó entonces el momento de la verdad. Seguía porfiando la movilidad de Padilla y Ayman, con la hinchada mudéjar enfervorizada en busca del gol. Y llegó, pero fue del Eldense en una jugada colectiva fina precedida probablemente por falta previa al futbolista canario recién llegado. Reculó bien el Teruel, pero pudo sobar el once alicantino antes de que Fidel viera desmarcado a Vallejo para colocarle el tanto envasado al vacío, listo para degustar. La revisión de oficio dio gol. El entrenador Parras gastó su primer tarjetón para comprobar un codazo a Padilla; no varió el trencilla su primer impulso, y confirmó el gol. Parras quiso gastar su segunda cartulina para pedir patada al ex del Tenerife. “A nosotros nos han dicho que podemos pedir la revisión de cualquier lance, sin limitaciones”.

Pero el preparador ilicitano vio como su solicitud se convirtió al final en roja directa. Se quedó sin revisión, sin puesto en el banquillo, y a expensas de sanción. El gol del Eldense se anotó en el minuto 80, y no se jugó más ya casi hasta el minuto noventa, transcurrida toda la polémica posterior, las revisiones hechas, las abortadas, las expulsiones, las tarjetas y todo el salseo que viene detrás de esta nueva tecnología, maravillosa para el entrenador del Eldense y que aún lo será más cuando los puntos empiecen a implicar descensos de categoría o posiciones para el ascenso. “Por lo menos hemos tenido catorce minutos de descuento, y ahí hemos salido ganando”, defendía con ironía el entrenador del Teruel a la finalización del duelo.

Largo descuento casi victorioso

Así que en efecto en ese casi cuarto de hora de descuento final, tocó arreón local con todo arriba, con Traoré y Teddy en busca de la suerte de la remontada en los últimos instantes, más madera junto con Padilla y Ayman. Seguía siendo el tinerfeño el mejor estilete, tuvo dos disparos desde media distancia, uno lo mandó arriba, el otro se le quedó a un palmo del palo derecho del portero rival Vila. Pero el que fue realmente decisivo sería Joseda, que aporta aplomo donde las pulsaciones aceleran hacia doscientos. Camino del minuto cien ya le colocó a Andrés un balón nítido, con aroma de gol, desde el rechace de un córner; manos a la cabeza del lorquino, para entonces ya un delantero más, porque se le fue el remate arriba.

En la jugada posterior de nuevo Menargues estuvo en el origen, para habilitar el eslalom de Teddy por banda diestra en busca de la cabeza de Manel, tampoco acertó con el remate. Pero, ya en el 102, el último balón largo, magistral, cuarenta metros, desde las botas del nuevo carrilero del Teruel encontró la cabeza de Ayman. La cazó de espaldas, en carrera hacia atrás, y desde el punto de penalti improvisó un remate que pegaría en el palo para entrar y dibujar un empate que aún tuvo Padilla dos opciones de convertir en triunfo. 

Rescata el equipo un punto peleado hasta la extenuación. Por lo que opuso el Eldense, recién descendido de Segunda, candidato a todo. Por lo que trabajó el Teruel desde el primer minuto al último, merecedor de celebrar ya un triunfo. Pero, sobre todo, porque dominar al dorsal 23, el VAR de bronce, exige casi una sesión completa de entrenamiento semanal. Por lo menos para el Teruel, que acudirá el próximo fin de semana a Sanlúcar de Barrameda en busca de la primera victoria de la temporada ante un equipo que dio la campanada en Tarragona, con gol turolense incluido de Raúl Sola. 
 

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