Olvidado el trago de la Copa, el Teruel quiere de nuevo el sabor de la liga (12:00 horas)

La atípica semana de Copa ha dejado resaca. En forma de eliminación, que es un mal trago, pero en absoluto un drama para un CD Teruel que vive al día y su día está en la competición liguera. Peor afección copera puede estar en las secuelas físicas que tanto viaje, tanto vaivén y tantos minutos de fútbol en tan poco tiempo puedan mellar una plantilla comprometida al máximo, pero corta. Así que esta semana ha sido de entrenamiento suave, gestión de cargas, porque la liga vuelve, no se frena el calendario, y el rival que este mediodía visita Campo Pinilla es un adversario cualificado, el Marbella.

La ventaja para el Teruel es que la convocatoria está completa, todos los tocados se han ido recuperando de sus dolencias, la rotación de minutos ante el Ibiza y ante el Sant Andreu ha repartido esfuerzos entre casi todo el plantel, y la enfermería está vacía, hasta Vigaray forma parte ya de las convocatorias. Así que el entrenador Vicente Parras ya se ha encargado de recordar que no hay excusas, que lo físico no será un problema, y que lo que hay este domingo en realidad es una oportunidad inmejorable para seguir disfrutando del dulce sabor liguero, porque entre otras cosas este mediodía el Teruel puede andar jugándose el liderato en la Primera Federación.

Palabras mayores para una décima jornada de liga. Como quiera que el Europa supo sacar adelante con máximo sufrimiento su duelo ante el Sanluqueño, y que el Cartagena cayó en casa ante el Villarreal B, resulta que ahora son los barceloneses, con permiso del Atlético Madrileño que juega esta tarde, los que mandan en la tabla... Si es que el Teruel lo permite. Tres puntos de los de Vicente Parras le colocarán en disposición de mirar al resto de la competición en posición superior. Y este premio es tanto o más goloso que una segunda ronda copera de rival incierto, desenlace poco propicio y efecto físico nuevamente imprevisible. Así que de lo que se trata es de seguir disfrutando del momento.

Volverá Rubén al arco

Para esa tarea Vicente Parras recuperará a Rubén para defender el marco mudéjar tras tres partidos seguidos en los que fue Palop, con muy buen resultado, el guardián de la portería. Se apoyará el equipo con mucha probabilidad en el once de gala habitual en las últimas victorias de liga, con línea de cinco atrás, Nico, Abraham y Relu con Joseda y Manel en los laterales, aunque cabe la posibilidad de que Andrés se coloque en el carril para llevar a Joseda al medio de la zaga y a Relu con Albisua en el eje medular del cuadro rojillo.

Esté o no Blesa en el once inicial, el ataque mudéjar será muy posiblemente cosa de nuevo de su tridente de cabecera, Sergio, Merencio y Teddy, y de nuevo con la posibilidad de que el largo partido que nuevamente se espera en Pinilla dé oportunidad a que los Ayman, Padilla, Goyo y compañía amarren el resultado cuando los minutos vayan avanzando, las piernas flaqueen y los cerebros piensen despacio.

Lo que seguro ocurrirá es que el Marbella ofrecerá una resistencia que se parecerá más al modelo de posesión vertical y precisa que demostró el Sant Andreu en Copa del Rey más que el estilo más directo de los anteriores visitantes que favoreció el estilo de juego del Teruel. El Marbella se ha hecho con los servicios de un grupo de futbolistas en el centro del campo, entre los que sobresalen Álex López, Luis Muñoz o Escassi, que tienen, a modo de ejemplo, al ex del Zaragoza Eugeni Valderrama fuera del once inicial.

Delante, además, los costasoleños cuentan con el gol veterano de Rodri, el trabajo de Hicham y una pléyade de jugadores en tres cuartos que caminan con buen pie y esperan acoplar movimientos y pie fino para empezar a escalar posiciones en la clasificación. El Teruel volverá a convocar fiesta en Pinilla, quiere que la afición siga firme en su creciente y cada vez más numeroso apoyo. Esta vez no habrá desplazamiento de afición rival, las previas de convivencia no tendrán intercambio de hinchas. Pero está en juego algo tan importante como seguir adelante con el sueño de un equipo que, mientras siembra su permanencia, cosecha puntos que le han propulsado hacia la azotea de esta categoría. No quieren bajar de ahí los de rojo.