Pamesa Teruel: la alegría de cosechar lo que se va sembrando día a día

“Me reconforta sobre todo por los chicos”. A la finalización del partido, tercera victoria en cuatro jornadas, que Pamesa Teruel Voleibol jugó este pasado fin de semana ante Bus Leader San Roque, el entrenador Fabián Muraco no dudó un instante en valorar y reivindicar el trabajo cotidiano, inalterable e inasequible, que su plantilla viene afrontando desde que el balón echó a rodar ya en verano. “Realmente el equipo, como lo dije siempre, desde la pretemporada hasta hoy, se entregó al cien por cien, no hemos tenido ni un solo problema,”. Ni una mala cara. Actitud siempre al máximo.

Y las consecuencias se están viendo precisamente en este mes de diciembre en el que el calendario acelera, se carga, se comprime con la disputa de un maratón de partidos en los días previos a las navidades. Media docena de citas, entre Superliga y la final de la Copa Aragón de este domingo, se programan en apenas dos semanas entre este pasado puente de la Constitución y el fin de semana previo a Nochebuena. Y las dos primeras de ellas se han superado con nota, doble victoria en Los Planos frente a San Roque el sábado, Unicaja apenas dos días antes en casa también.

En total, nueve puntos de los últimos doce en juego acercan a los turolenses al podio de la Superliga. “Es consecuencia del trabajo de día a día de ellos”. Refiere Muraco que los técnicos son más capaces de tomar cierta distancia respecto de lo que reflejan los resultados, “pero el jugador tiene que sentir que cuando se esfuerza”, cuando la progresión es visible y palpable en los entrenamientos, “realmente el trabajo paga y paga bien”. Más allá del resultado, reflexionaba Muraco tras ganar el sábado, “se ven cosas muy buenas, atacantes en buenas condiciones, el sistema de defensa bien hecho, se vio atención en el equipo... El equipo está ahora muy positivo”.

En las malas, aún más trabajo

Ahora viene la cosecha, y las sonrisas por las victorias y los puntos. La siembra fue concienzuda, y a ratos no siempre alegre. Lo recuerda el entrenador naranja, la racha positiva actual le satisface sobre todo “por lo que los jugadores han sufrido después de algunas derrotas o por no haber jugado de la manera que esperaban”. Lejos de venirse abajo, la plantilla respondió con más compromiso en el trabajo cotidiano, en las dobles sesiones de físico y técnica que esta semana continúan. Con mejor ánimo, con el mismo ambiente.

Y con el cometido de que la racha continúe, este fin de semana, el sábado de nuevo en casa, en Los Planos, en el enfrentamiento contra los vecinos de Conqueridor Valencia. “Es un rival de la zona de arriba de la liga y hay que jugarle con cierta tranquilidad y con cierta picardía, enseñar que aquí en Teruel cuesta ganar a Pamesa”. De nuevo las sensaciones, la positividad, por encima del resultado puro y duro. La plantilla se ha ganado el derecho a disfrutar de un momento de temporada en línea ascendente, que puede traer consigo la consecución de los primeros objetivos incluso antes de lo previsto, la clasificación para la siguiente fase de la Copa del Rey asentado el equipo entre los ocho mejores de la competición.

La versatilidad

A Muraco le viene dando buen pálpito el hecho, que ya se ha venido comprobando en prácticamente todas las victorias del equipo, de que se consolida la versatilidad, los roles variables que intercambian y asumen cada vez más cantidad de jugadores. “Empiezan a distribuirse cada vez un poco mejor, de una manera cada vez más natural”, señala el entrenador argentino. Y eso permite ver a Fran Ruiz y Sandoval anotando duro como el mejor de los opuestos, a Germán y Emilio dando el callo a pie de red con David López, o a Espelt ejerciendo de colocador eficiente, tal y como destaca una publicación del propio club en sus redes.

“Todos han asumido ese rol cada uno, y eso es lo que hace bien para el equipo”, resume Fabián Muraco, que tuvo también palabras elogiosas para César Irache, que ha bajado un tanto su presencia y sus estadísticas en los últimos encuentros. A Muraco no le preocupa para nada, al contrario. “Con 17 años que apenas tiene sale, asume, genera y resuelve como si fuera un adulto”. Es un ejemplo más de la dinámica global de Pamesa, el cuidado. Esta semana toca hacerlo en lo físico, para que la acumulación de partidos no haga mella en la plantilla. Siempre en lo mental, para que las victorias y las derrotas se asuman con naturalidad. Para todo lo demás, el trabajo diario que, ahora sí, en esta fase de Superliga, está dando su fruto en forma de puntos.