Parras cambia el Luis Milla por Los Planos para el trabajo diario del CD Teruel

Meses de trabajo a contrarreloj sirvieron para que el campo municipal de Luis Milla ofreciese las instalaciones mínimas, sobre césped y a cubierto, para que el CD Teruel pudiera entrenar a diario en su vuelta cotidiana a la ciudad. El miércoles, inicio de pretemporada del primer equipo, el plantel de Vicente Parras ya estrenó la instalación, en principio reservada y expedita para el horario matutino de los entrenamientos rojillos. Pero, de repente, el entrenador alicantino vio que en el entorno de Los Planos hay espacios deportivos con posibilidades. Entre ellos, un pequeño campo de césped artificial, de fútbol 7, al que la ciudad nunca le ha prestado mucha atención.

Y, en efecto, como el balompié base turolense se ha hecho a vivir en el Luis Milla, ese recinto de Los Planos resulta que está nuevo, a estreno. Una superficie, un tapete, inmejorable para el meticuloso y fino criterio del nuevo cuerpo técnico del CD Teruel, menos convencido con el Milla y que ha decidido que la base operativa deportiva del equipo va a estar en ese campo junto al polideportivo y frente al Palacio de Exposiciones. Rodeado, además, de más espacio no urbanizado, menos edificios, menos tráfico, más aire libre y, de paso, sendas y montes cercanos. Allí se llevarán a cabo los ejercicios diarios del equipo. “Cuando haga falta el campo completo, iremos al Milla”, termina de explicar el presidente del CD Teruel, Santiago Gonzalvo.

Así que las máquinas del gimnasio improvisado instalado en el Luis Milla pasarán a Pinilla. Y se ha implementado una operación express a tres bandas, que ha implicado al club rojillo, al Ayuntamiento de la ciudad y al Pamesa Teruel de voleibol. Porque el Teruel entrenará en Los Planos, y ha pedido también hacer uso de la sala de gimnasio que hay en el polideportivo, en la que también trabajan los jugadores del equipo naranja que compite en Superliga. “Nosotros estaremos encantados de colaborar y compartir el espacio”, refiere sin dudar el presidente del laureado equipo de voley, Sergio Puerto.

Cumbre de entrenadores

El resto, flecos técnicos que van a incumbir a los dos entrenadores, el alicantino Parras para el fútbol, el argentino Fabián Muraco para el voleibol. Ambos tendrán el encargo de repartirse los horarios en los que cada plantilla hará uso de las máquinas de fuerza y musculación, de tal manera que se coordinen armónicamente dentro de la dinámica de trabajo físico de ambos equipos. Lo demás, cosa de los deportistas, a los que les espera, tanto en el fútbol como en el voley, máxima intensidad en una temporada, la de los dos, cargada de retos.

Porque ya se sabe que el Pamesa jugará en Europa, y que el fútbol lo hará de bronce. Lo que no se conoce tanto es que en los banquillos de ambas escuadras se sientan dos hombres metódicos y de planificación detallada de espacios y tiempos. El voley lo tiene fácil, hay un pabellón de nivel continental en la ciudad. Para el fútbol el aterrizaje después de doce años presenta todavía algunos desajustes. Un pequeño e ignorado campito puede ser la llave.