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Javier Hernández-Gracia

Hacía frió en Pinilla el sábado, lo hacía y bastante, es cierto que hasta el momento la temperatura estaba siendo entre buena y muy buena dadas estas alturas del año, pero el sábado la cosa no anduvo fina. Todo este preámbulo podríamos aplicarlo al equipo, es decir: En los últimos tiempos la cosa iba de buena a excelente pero hemos tenido alguna bajada de termómetro.

Dejamos el termómetro y vamos al asunto, si en plena pretemporada nos dicen que a estas alturas de campeonato íbamos a llevar veinte puntos, que estaríamos en la zona altísima y el equipo iba a demostrar capacidad competitiva, hubiéramos firmado ya; eso que nos hemos ahorrado, de firmar nada de nada, ni tampoco venderle el alma al diablo adecuado. El Teruel está con esos puntos, zona alta y lo de competir está demostrado, otra cosa que no todos los días podemos hacer nuestra, ni la afición ni, monsieur Parras aquello que decía John Hannibal Smith “me encanta que los planes salgan bien”, vimos que contra el Torremolinos no salieron.

El fútbol está lleno de paradojas, la primera es que con el frío que hacía en Pinilla, fuera un equipo de la Costa del Sol el que nos soplara el cierzo en la oreja, ya es guasa que dirían en aquella provincia, la segunda que los propietarios del Torremolinos sean japoneses, en Septiembre anunciaron que vendían el club, ahora parece que el tema va simplemente en camino, pero en estas cosas nunca se sabe si venden, compran, ceden o salen corriendo; el caso que buen plantel tienen para que nos vamos a engañar.

Del partido en sí han pasado ya unos días, y nos invitan las imágenes que seguimos viendo tanto en resúmenes como en las plataformas que televisan la Primera RFEF a varias meditaciones; el gol del Torremolinos es calcado en contraataque, a la jugada del penalti que termino dando la victoria al Cartagena, y ya hemos visto en algún partido más como el balón parado en ataque se convierte en un problema serio para la retaguardia del Teruel, a veces tenemos la sensación de que el centro del campo del Teruel puede ser un erial, quizás una de las claves esté ahí, el balón circula pero no termina de establecerse un número de jugadores capaz de contener/crear el juego en esa parcela; cierto es que el Torremolinos es un equipo con buen trato de balón y que lo hace circular de un lado a otro con seguridad, pudo ser esta circunstancia la que el Teruel no fue capaz de atajar.

Es cierto y por tanto le damos la razón a Vicente Parras, que si tienes tres y no metes ninguna, es posible que el cántaro te lo partan a ti como decía Edu Guillén; en cuanto alfarería yo soy más de Tinajas pero acepto cántaro con entusiasmo. Quedó claro sobre el frío césped de Pinilla que Antonio Calderón el técnico blanquiverde había preparado el partido concienzudamente y a lo largo del encuentro su equipo se defendió contra el Teruel con el balón, ante esto el Teruel se vio muy atascado a la hora de construir y tuvo que correr mucho cuando esa defensa se convertía en ataque por parte de los andaluces.

Agua pasada no genera luz en el Carburo, así que a pensar en lo próximo, nada menos que el filiar colchonero del Niño Torres, y si bien es cierto que contra el Torremolinos no salieron las cosas, nadie dice que no vayan a salir en Alcalá de Henares, por cierto contra el Murcia se jugó con una ejecución táctica impresionante, aunque el entrenador pimentonero se fuera por la sierra de los Ceperos camino de Cehegin, diciendo aquello de que el Teruel había estado encerrado atrás, lo visto en el partido es que el Murcia fue incapaz de pasar de la medular turolense, por acierto mudéjar, eso sí, los de Colunga sobaron la pelota como si amasaran pan del de antes.

El domingo y para cerrar la jornada, un partidazo, la hora mala de las malas de otros tiempos, porque con otro horario imagino que mucha sería la parroquia mudéjar que se plantearía desplazarse a la ciudad donde nació Cervantes, pero las circunstancias y que la gente tiene que trabajar lo ponen difícil, aún así sabemos que este es una equipo con gran afición. El Atlético Madrileño no jugó este fin de semana por la gastroenteritis de catorce de sus jugadores, para el partido contra el Teruel seguro que se han recuperado, y los rojillos también del frío torremolinense.