Ramón Benítez, campeón del mundo de taekwondo en categoría máster: “A mí basta que algo me dé miedo para enfrentarme a ello, no huyo”

Durante el mes de mayo Juan Ramón Benítez emprendió rumbo hacia los World Master Games de Taipéi (Taiwán), una suerte de Juegos Olímpicos para la categoría máster, donde consiguió alzarse con el título y proclamarse campeón del mundo en la disciplina de combate de la categoría de menos de 55 años y más de 80 kilogramos, y donde también quedó, junto a su compañera Vanesa Pérez, subcampeón en la disciplina de poomsaes, es decir, técnica. Unas semanas después, con tiempo para regresar a España y reposar lo sucedido, el propio Juan Ramón Benítez cuenta su experiencia y aprovecha para reclamar más atención a las instituciones para este deporte, un hecho que le empujó a marcharse a competir a Valencia, pese a que sus logros siguen siendo turolenses y así lo siente él.

-Enhorabuena por su logro, ¿qué supone vencer en una competición de tal magnitud?

-Es un orgullo y una maravilla. Durante muchos años en mi carrera deportiva me he enfrentado a mis demonios, que te van diciendo interiormente que no llegarás, que es muy difícil y demás, y saber que lo has conseguido es como vencer a todos esos demonios. Es vencer a la gente, a tus propios miedos, a tu falta de autoestima y, en definitiva, a todo lo que te hace tirar para atrás. Es indescriptible.

-Pese a todos los demonios de los que habla este es otro éxito más que se suma a los muchos que tiene. No se le da mal este deporte, ¿no?

-No, la verdad es que no. La realidad es que soy número uno en la categoría máster, llevo siéndolo desde que cumplí los 45 años, y tengo ahora 52, en todos los eventos importantes en los que me he dado cita, si no el primero, he quedado segundo, así que bueno soy el rival a batir para los demás o, al menos, eso es lo que me trasmiten.

-Antes de que se marchara a Taipéi tenía confianza en sus opciones de ganar, ¿cómo lo vio una vez allí? ¿Había nivel?

-Esta vez me he preparado muy bien, he estado entrenando en Valencia con el que fuera mi maestro cuando yo estaba preparándome para ser maestro nacional, Benito Cano, que es muy bueno y es una persona que como comunicador es excepcional, pero, más que como comunicador, psicológicamente te pone en una situación de realidad que no solo te hace ser más, sino que es un plus. Así que, es cierto que había muchísimo nivel, pero una vez estuve allí compitiendo me di cuenta de que estaba no solo a un muy buen nivel, sino que incluso me sentí un poco superior, porque al final creo que no me costó tanto. Es verdad que tuve acciones muy complicadas que requerían bastantes recursos energéticos, físicos e incluso tácticos, pero supe estar a la altura. Yo creo que esta vez acerté con el trabajo de preparación que hice.

-Competía en la disciplina de combate y en la de poomsae (técnica), ¿qué le resultó más complicado?

-En combate iba bastante bien preparado y lo he disfrutado. Además, tenía claro que por encima de lucirme quería ganar y no iba a arriesgar nada, así que no me resultó tan complicado. Por otra parte, en competición de técnica, es una actividad que estoy empezando, que le estoy encontrando el gustillo, que me está resultando muy divertida porque es muy espectacular y muy poco lesiva, pero como mi expectativa en principio era participar y conseguir un buen puesto pues quedar subcampeón del mundo, pues que puedo decir, no se puede pedir más. Estoy muy contento con los resultados, aunque de aquí para adelante empezaré a exigirme un poco más en poomsae también porque creo estar a la altura y quiero ser el mejor. En este sentido, quiero mencionar a Antonio Bautista que me está ayudando mucho a trabajar esta disciplina aquí en Teruel.

-¿Qué disciplina es la que le gusta más de las dos?

-Para mí combate. A mí basta que algo me dé miedo para enfrentarme a ello. No suelo huir, no me doy la vuelta ante los problemas. Sí que es cierto que en poomsae paso ese miedo porque en realidad el rival soy yo mismo y si yo cometo errores fallo, pero cuando compites con un rival en combate te pones delante de alguien y corres el riesgo de que te haga daño. Ese momento de incertidumbre de ver qué te puede ocurrir a mí me llama bastante. Soy muy guerrero, soy muy marcial y me gusta enfrentarme a los rivales.

-En estas competiciones también representa de alguna manera a Teruel, ¿siente orgullo por ello?

-Por supuesto. Yo nací en Madrid, pero por supuesto que representar a la ciudad que me acogió desde hace ya 34 años es un orgullo. Llevo más tiempo aquí que en Madrid, así que mi capital es Teruel. Poder llevar su bandera, la que nos dio la alcaldesa para subirla a lo más alto, pues por supuesto que es un orgullo. Para mí equiparable a la puesta del pañuelico en Vaquillas.

-Combina su faceta de deportista con la de monitor en su escuela, ¿cómo es llevar la Escuela Ciudad de Teruel?

-Para mí es muy gratificante. En 2005 pasé a dedicarme más a la enseñanza como maestro nacional o técnico de segundo nivel y para mí es un orgullo terminar de formarme como técnico y como deportista. Además, en mi club hemos alcanzado muy buenos resultados con nuestros deportistas. Hablamos de Alejandro y Ramón Benítez que son los dos campeones de España, del Open Internacional de España y de las tres actividades más importantes a nivel nacional, pero también contamos con Edurne Iritia, Celia López, Irene Moreno y un montón de deportistas que para mí son referentes. Asimismo, en esta disciplina no solo son los que compiten, el mejor de gimnasio es el chico que viene todos los días a entrenar, que se implica, que es buen compañero, que disfruta de la actividad..., en realidad todo suma, somos un equipo.

-De tu escuela y de otras escuelas de Teruel están saliendo deportistas con una gran progresión, ¿hay nivel en esta disciplina deportiva en Teruel?

-En Teruel lamentablemente tengo que decir que a nivel federativo no funciona. Aragón y Teruel podríamos ser los primeros. En Teruel somos cinco clubes y podríamos ser el centro neurálgico del taekwondo en Aragón, pero no es así porque no hay una unión. Si dijera lo contrario no estaría diciendo la verdad. Me encantaría que remáramos todos hacia un mismo objetivo y que nuestros deportistas fueran los número uno, pero en Aragón no funciona, entonces yo he tenido que tomar la determinación de irme a Valencia, que es una federación que nos quiere y que nos acoge. Me encantaría volver a Aragón porque nosotros somos aragoneses, somos de Teruel y queremos que nuestros títulos se queden aquí en Teruel, pero necesitamos que tanto la Federación Aragonesa como el Gobierno de Aragón y como el Ayuntamiento de Teruel nos apoyen y se den cuenta de que tenemos que luchar por un bien común, que es que nuestros deportistas vayan con las máximas garantías a las competiciones. Yo sé que la gente de a pie nos apoya, pero la Federación no está haciendo un buen trabajo.

-Volviendo a usted, después de todo esto que ha logrado, ¿cómo se mantiene la motivación para seguir compitiendo?

-Pues más que nunca. Yo pensaba que en este evento acababa mi carrera deportiva, pero de lo que me he dado cuenta es que ha terminado una etapa y comienza otra. Estando allí nos han ofrecido poder ir el año que viene a Australia a los Pacific Master Games, otro open internacional organizado por los Master Games, en 2027 también nos proponen ir a Japón, donde se disputarán los World Master Games que tenían que haberse celebrado durante la época de la pandemia, y en 2028 nos han ofrecido también la posibilidad de los African Master Games en Abu Dabi.