Teruel aclama a sus jugadores y les pide que sigan formando parte del proyecto rojillo

Un día después de la gesta del CD Teruel que lleva al equipo a la categoría de bronce del fútbol nacional, la Primera RFEF, tras derrotar al Numancia, afición y equipo pudieron disfrutar todos juntos de su merecida celebración. La marea rojilla ya empezó su particular festividad el mismo domingo nada más decretarse el final del encuentro, pero lo hizo con cierta cautela para reservar fuerzas para el día grande, el de este lunes. Nadie quiso perderse la llegada del cuadro mudéjar a Teruel. La gente esperó paciente en las instalaciones de Pinilla hasta que bajaron del autobús los primeros protagonistas. De ahí, tal y como estaba previsto y siempre escoltado por su hinchada, el CD Teruel cumplió con el protocolo y visitó los distintos puntos emblemáticos de la ciudad. Óvalo, Ayuntamiento, Catedral..., hasta llegar a la plaza del Torico, donde se desarrolló la mayor parte de la celebración. Allí la gente explotó de euforia con sus héroes y les pidieron una única cosa, que se queden. También hubo un momento para, en lo alto del escenario, acordarse de uno de los grandes culpables de la grandeza actual del club, Ramón Navarro.

Alrededor de las 18:30 se dejó ver el autobús del CD Teruel en la capital mudéjar. Se dirigió primeramente hasta Pinilla, ese feudo que tantas alegrías guarda y que tantos momentos para el recuerdo deja en esta temporada 2024-2025. Un feudo que, además, pasará por chapa y pintura dentro de poco para vestirse con los galones que merece Teruel. Allí mismo se vivió el primer contacto entre los protagonistas y los aficionados. Cierto nerviosismo y timidez se vislumbró al principio, sobre todo por no molestar a los héroes turolenses que llegaría seguramente cansados después del esfuerzo del domingo. No obstante, una vez se abrió la veda todos quisieron acercarse. Los más pequeños pedían fotos y autógrafos, los más grandes también. Compartieron las primeras impresiones y camino hacia el caso antiguo.

Ya en el centro histórico los jugadores dejaron el Óvalo atrás para poner rumbo hacia el Ayuntamiento donde les esperaba toda la clase política encabezada por la alcaldesa de la ciudad Emma Buj, quién tomó la palabra para felicitar de nuevo al club por el hito conseguido y para agradecer el esfuerzo a los protagonistas. El agradecimiento fue mutuo, ya que el presidente rojillo Santiago Gonzalvo, el entrenador Unai Mendia y los capitanes Taliby y Cabetas tomaron la palabra después para dirigirse a su gente en la misma línea.

A pocos metros queda la Catedral de Teruel, la que fue la siguiente parada de los protagonistas para obsequiar a la patrona Santa Emerenciana con un ramo de flores.

Cumplidos todos los formalismos, fue el momento de dirigirse a la plaza del Torico. Era ya un hervidero esta, pero cuando llegaron los jugadores terminó por explotar.

El primer objetivo fue vestir al Torico con los colores del club. Cabetas fue el elegido para hacerlo, como ya ocurrió en 2023. Con este gesto se hizo oficial el ascenso y se dio paso a la fiesta y el jolgorio en la plaza.

Subieron los rojillos uno a uno al escenario montado en la plaza mientras eran aclamados por sus gentes. Allí fue donde más patente se hizo el deseo de la afición de que sigan formando parte del futuro de Teruel. Todos y cada uno de los nombres fueron acompañados de un “quédate” cariñoso y casi nostálgico.