Un CD Teruel digno de Primera RFEF

El primer año, el debut del CD Teruel en la casi recién estrenada Primera Federación del fútbol español hace dos temporadas, se vio y se afrontó, en lo deportivo, lo institucional y lo social, como un premio, una agradable sorpresa que tenía vocación poco más que de flor de un día, una estación de paso para seguir el crecimiento del club por encima de Tercera División. Los resultados acompañaron esa perspectiva; el Teruel de esa 23-24 fue un bloque al que le costó ganar, que acumuló innumerables empates, que no supo evitar derrotas y que se fue condenando poco a poco al descenso aún a pesar de la orgullosa reacción que se vivió con la llegada de Raúl Jardiel al banquillo.

Nada que ver, al menos en este arranque de temporada, con el CD Teruel que ha regresado al exigente bronce y que ha decidido, a los mandos del entrenador Vicente Parras, que aquí se juega, se compite y se vive como lo hace todo el resto del elenco de equipos de la categoría. Sin complejos, sin fisuras. El presupuesto dirá lo que diga, pero detrás de los valores que marcan las web y los portales digitales, la plantilla rojilla es exactamente igual que las demás, se siente capaz de vivir en este ecosistema y los resultados lo confirman. Tras siete partidos disputados, el equipo mudéjar acumula ya diez puntos, está ubicado en la zona media-alta de la tabla y, por encima de ello, apenas ha perdido un partido, en Alcorcón.

Seis puntos más que en 2024

Lo primero que llama la atención es que estos diez puntos actuales son seis más que los cuatro que acumuló el Teruel en las siete primeras fechas de hace dos campañas. Entonces el plantel de Víctor Bravo cosechó cuatro empates y tres derrotas en aquel arranque. Esta vez el destacamento de combate de Parras ha recopilado dos victorias, cuatro empates y sólo una derrota en los mismos partidos, camino de cubrir el primer quintil de la competición. Ha aprendido pronto a ganar, y la diferencia es sustancial.

Porque hace dos temporadas el CD Teruel se pasó toda la primera vuelta de la competición sin obtener la victoria, abrochado a empates insuficientes que luego le atascaron en el momento culminante de la temporada. Hubo de esperar el equipo al relevo en el banquillo, con Jardiel a los mandos, para estrenar su casillero de victorias ya en la segunda parte de la competición, triunfo ante el Cornellá por la mínima en Pinilla, en homenaje además al expresidente Ramón Navarro.

Hacia la mejor racha invicto

Pero, sobre todo, el once mudéjar se encuentra ahora mismo inmerso en una racha positiva de resultados que le ha colocado con cinco encuentros sin conocer la derrota, las dos victorias seguidas cosechadas en casa ante Europa y Hércules, y tres empates más en camino de igualar el mejor intervalo de partidos sin perder que Jardiel logró incardinar durante su periplo aquí. Entre la jornada 17 y la 23 de aquella temporada 2023-24 el Teruel estuvo siete encuentros sin besar la lona, seis empates y una victoria para sumar nueve puntos en esa fase de la temporada. Dos encuentros le quedan al once de Parras, el primero este fin de semana en casa ante el Sevilla B, para imitarlo.

Sea como sea, y por encima de cifras o efemérides, la entrada del CD Teruel en esta liga muestra a un equipo más maduro y efectivo, con poso en fase defensiva y amenaza en velocidad y al espacio para la búsqueda del gol rápido. Aún señala el entrenador que hay potencial de crecimiento con el balón en los pies. Pero, de momento, el plantel se aplica una máxima cierta y repetida: es difícil ver a equipos que acaben descendiendo con pocos goles en contra. Al Teruel le han metido apenas cinco en estos siete partidos. Vive en mitad de tabla, cómodo y feliz.