Valencia, la siguiente cumbre en la escalada del Pamesa Teruel (18:30 horas)

Pamesa Teruel Voleibol encara una de las semanas más exigentes del curso. El equipo afronta un maratón de cuatro partidos en siete días que pondrá a prueba su estado físico y anímico, justo cuando el conjunto atraviesa su etapa más sólida en la Superliga. Y el tramo empieza este sábado en Los Planos a las 18:30 horas frente a Conqueridor Valencia en un partido que puede suponer la tercera victoria consecutiva, cuarta en cinco partidos, del plantel entrenado por Fabián Muraco.

De cualquier forma, sea para celebrar el triunfo o para lamerse las heridas tras la derrota, el equipo tendrá que viajar el domingo por la mañana a Zaragoza para jugar la final de la Copa Aragón en el Parque Deportivo Ebro frente al CV Zaragoza Indescar de Superliga 2, en un encuentro que dirimirá quién es este año el mejor equipo aragonés. Sin embargo, la cosa no termina ahí: los de Teruel tienen que jugar el jueves en Melilla la jornada de Superliga que se va a disputar entre semana; y sin pasar por casa viajar directamente a Tenerife para disputar el sábado el último partido del año en la cancha del Cisneros La Laguna.

En el mejor momento

A pesar de la exigencia, todo ocurre en un momento idóneo, porque el equipo turolense ha recuperado sensaciones y se acerca con paso firme a la zona alta de la clasificación. La plantilla llega a esta exigencia con un estado de confianza elevado tras sumar tres victorias en los últimos cuatro encuentros. Incluso la derrota contra Manacor dejó señales positivas, con fases de juego que confirmaron que el crecimiento del equipo no es casualidad.

Fabián Muraco afirmó que no sabe si es apropiado decir “por fin”, porque para él el equipo “venía haciéndolo bastante bien”, aunque los resultados no siempre acompañaran. Recordó que se trata de un equipo con muchos jugadores jóvenes, por lo que los altibajos son normales. Aun así, considera que el grupo está motivado, trabajando muy bien y en buena dinámica.

Los Planos ha vuelto a ver a un equipo competitivo, sólido y capaz de imponer orden en los momentos complicados. Las tres victorias recientes han reforzado la confianza colectiva y han colocado al conjunto naranja sexto con 13 puntos, a solo uno de Melilla y Valencia, ambos con 14. Si Pamesa vence este sábado, ascenderá al menos un puesto y superará a su rival directo. La lucha por la cuarta plaza aparece abierta, aunque el salto también depende del resultado de Melilla frente a Leganés.

Enfrentamientos directos

Sobre el equipo norteafricano hay que tener en cuenta que muy pronto se va a disputar un enfrentamiento directo, por lo que Pamesa depende de sí mismo para acabar el año en la cuarta posición. Eso en el corto plazo, pero a medio no hay que perder de vista que Conectabalear Manacor es tercero con 18 puntos, por lo que no es inalcanzable a la vuelta del parón navideño. Más lejos quedan Grupo Herce Soria, segundo con 23 puntos; y CV Guaguas, liderando con 24 unidades.

Más allá de los números, la mejora se aprecia en el juego. El equipo actúa con más madurez y reduce los errores que penalizaban en semanas anteriores, y la versatilidad del plantel también se consolida como una de las grandes virtudes del proyecto. Además, Muraco destacó tras el último partido la capacidad de los jugadores para intercambiar roles sin que el rendimiento se resienta. El ambiente también acompaña. El vestuario transmite seguridad y un clima de unión que contrasta con las semanas de dudas anteriores; mientras que la afición vuelve a encontrar un equipo conectado con la grada, capaz de asumir los momentos difíciles y responder con carácter.

Todo ello refuerza la sensación de que este Pamesa se acerca al nivel mostrado en la pretemporada, cuando el conjunto dejó señales claras de potencial. Así que el tramo que llega ahora exige fortaleza mental y física. Cuatro partidos en siete días no conceden margen para el error ni permiten desconexiones, pero también ofrecen una oportunidad única para consolidar la escalada deportiva y acercar la clasificación para la Copa del Rey. El cuerpo técnico cuida las cargas de trabajo y mantiene la atención en que la exigencia acumulada no afecte al rendimiento; y la plantilla asume el desafío con ambición y con la certeza de que depende de sí misma para cerrar diciembre con un impulso decisivo.

Preparados para la exigencia

Sobre este maratón de encuentros, Muraco señaló que todo estaba planificado desde la pretemporada. Ya habían enfrentado semanas similares, como la anterior o aquella en la que jugaron dos partidos seguidos por la CEV Challenge Cup. Indicó que el equipo está preparado para esa carga, que no representa un desgaste especial, y explicó que la preparación cambia porque la voluntad es clave en partidos que pueden asegurar la clasificación a la Copa del Rey o acercarlos al play-off, pero en lo físico y técnico “los jugadores están preparados para jugar todos los días”.

En cuanto a la posibilidad de acabar el año en cuarta posición, el técnico reconoció que es “una buena meta”, pero recordó que los objetivos iniciales no cambian: Jugar Copa del Rey y play-off. Muraco aclaró que nunca se plantearon ser top-4 o primeros, sino cumplir esos objetivos y después avanzar ronda a ronda.