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Isabel Marco
Hace unos días el veterano crítico de cine Carlos Boyero hizo unas declaraciones en el programa La Ventana  de Carles Francino en su veredicto sobre la serie True Detective. A este señor no le gustó la serie, para gustos colores. Uno de sus argumentos fue que la actriz Jodie Foster está vieja, que no le gusta ni verla ni oírla, que ha envejecido mal y que parece que la maquillan para que esté más fea. ¿En serio? ¿Se habrá mirado este señor en el espejo? Creo que ni con contouring se podría arreglar ese rostro. Jodie Foster es una actriz de renombre y su talento no puede juzgarlo un señor porque le parezca que está vieja y fea. Él, a su lado, es un mindundi. Edadismo y machismo en un mismo comentario. Se cubrió de gloria.

No hace mucho que salió la condena por violación a Dani Alves, cuatro años de prisión. La condena marca un hito porque es un intocable: tipo con pasta, futbolista, famoso... Y es que hasta ahora, todo esos títulos parecían dar carta blanca a los hombres que nos toman como objetos. En mi opinión le deberían haber puesto una condena mayor, pero claro, pagar para silenciar a la víctima puede usarse como atenuante.

Buen trabajo queda también con los jueces de este país. Y ahora, le dejan espacio en las televisiones para que se defienda, para que argumente que ella quería. Perdone señorito, pero ella quería hasta que no quiso; eso fue lo que no respetaste y eso se llama violación.

Son muchos los hombres que últimamente no se cortan a la hora de decir qué aspectos no les gustan del feminismo, como Rafa Nadal en su entrevista con Ana Pastor. Y yo me pregunto, ¿no les gusta que haya igualdad entre hombres y mujeres? Ellos dirán que sí, que tiene que haber igualdad, que tienen madre y hermana (y un amigo gay y otro negro), pero que sea una igualdad que no les perjudique. Entonces la conclusión puede ser doble: o están influenciados por las fake news que hablan de denuncias falsas y de la pérdida de derechos de los hombres desde la llegada del feminismo, o son muy mala gente.

Las denuncias son verdaderas en un 99,9 %, y los derechos que dicen perder no son más que privilegios que les otorga el patriarcado y que evidentemente los van a perder porque son los que hacen que la sociedad sea machista. El feminismo no es un club exclusivo de mujeres, es que no es ni de hombres ni de mujeres, feminismo significa igualdad.

En España todavía no la tenemos, seguimos leyendo noticias de la brecha salarial, de la escasa conciliación familiar, de desigualdad en el reparto de tareas domésticas, de violaciones, de abusos, maltratos y asesinatos... Solo en lo que llevamos de año ya son catorce las mujeres asesinadas, una mujer cada quince días, 1.047 mujeres desde 2003, ¡1.047!

Estos datos deberían hacernos pensar en que la violencia machista existe aunque haya quien quiere hacernos ver que no. Está claro que los hombres que disfrutaban de esos privilegios no van a estar a gusto sin ellos. Podríamos hacer una lista muy extensa de privilegios que estos señores van a perder. Sí, los van a perder porque ya no nos van a parar ni tampoco callar.

Aunque nos digan feminazis, pues así solo hacen que delatarse como personas que no aceptan que la mitad de la población mundial es igual de válida que ellos, que tienen exactamente los mismos derechos y que no pueden tener supremacía sobre nosotras ni ejercerla.

Por todos estos motivos y muchos otros que ya no puedo escribir por la limitación de espacio, sigue siendo necesario salir a reivindicar nuestros derechos el 8 de marzo, cada vez más personas salimos a reivindicar esos derechos, así hasta que no quede nadie en sus casas. Después, en el día a día, a seguir luchando, todas y todos.