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Antonio Ansón, comisario de la exposición Ramón Masats / Buñuel en Viridiana que se exhibe en Albarracín: Antonio Ansón, comisario de la exposición Ramón Masats / Buñuel en Viridiana que se exhibe en Albarracín:
Antonio Ansón, en el Museo de Albarracín

Antonio Ansón, comisario de la exposición Ramón Masats / Buñuel en Viridiana que se exhibe en Albarracín: "Las fotografías muestran la cara oculta de 'Viridiana' y el Buñuel más íntimo"

"Ahora los fotógrafos tienen el dedo muy generoso, antes eran imágenes analógicas con 36 disparos por carrete"
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Cruz Aguilar

Antonio Ansón es el comisario, junto con Amparo Martínez Herranz, de la exposición de fotografía Ramón Masats / Buñuel en Viridiana, que se puede ver en el Museo de Albarracín hasta el próximo 22 de mayo.

-Ramón Masats nos muestra una cara de Buñuel poco conocida, ¿no es así?

-La exposición recoge una cosa muy interesante, que es el testimonio del rodaje de Viridiana desde las bambalinas. Masats es un fotógrafo que pertenece a la generación de los 50, a mi juicio es la edad de oro de la fotografía española. Gracias a sus amigos Antonio y Carlos Saura, se coló literalmente en el rodaje de Viridiana, sin que el asunto le hiciera demasiada gracia a Buñuel, que estaba haciendo su trabajo y no contemplaba tener un fotógrafo de rondón y husmeando, no le hacía gracia. En la exposición se puede ver la cara oculta del rodaje de Viridiana o la cara más personal o más íntima de Buñuel. La exposición es un retrato de la soledad, pone en escena a un Buñuel rodeado permanentemente de gente, técnicos, actores… pero está permanentemente solo. Hay algunas fotos muy bonitas donde se ve a Buñuel trabajando en el guion, con una luz que apenas le ilumina o sentado muy pensativo, con la mirada perdida en el vacío y los técnicos de fondo. Refleja las bambalinas del rodaje de Viridiana y la soledad del creador, del cineasta, rodeado de tanta gente.

-¿La incursión de Masats fue un caso excepcional?

-En todas las películas hay un fotógrafo de foto fija, pero Ramón no formaba parte del equipo, su presencia allí permitió ofrecer una visión no profesional, diferente a la de un fotógrafo de foto fija, sino mucho más intima y tangencial.

-¿Pero Buñuel sí sabía que estaba?

-Sí pero a juzgar por el testimonio del propio Masats no le hizo mucho caso, según su testimonio lo miraba con cierto recelo no le hacía gracia que hubiera nadie a su alrededor cuando estaba concentrado.

-¿Cuánto tiempo estuvo Ramón Masats en el rodaje de la película?

-Las fotografías reúnen dos días de trabajo únicamente, pero son un testimonio excepcional porque no se tenían testimonios de ese rodaje. Hablamos de una película que estuvo prohibida 15 años en España, y que fue premiada con la Palma del Festival de Cannes y hasta que no se publicaron estas fotografías eran absolutamente inéditas.

-¿Es una muestra que ha recorrido ya numerosos lugares?

-Se expuso en Zaragoza, Huesca, Teruel , Oviedo, Pekín y se prevé que esté en Madrid en un futuro próximo. Está itinerario muchísimo porque es importante y es una oportunidad maravillosa que esté en un lugar tan bello y representativo como Albarracín, que tiene una relación fotográfica muy importante a través de los encuentros que organiza Gervasio Sánchez desde hace años y que reúnen lo más importante de la fotografía nacional e internacional, Albarracín es un lugar de referencia y esta exposición y alguna otra lo convierten en un referente fotográfico.

-¿Cómo se estructura?

- Eran cuatro rollos de 36 imágenes, ahora suena un poco extraño, pero antes no tenía soporte digital. Ahora los fotógrafos se ponen a disparar y no hay quien los pare, tienen el dedo muy generoso diría yo, antes se disparaba en analógico, había 36 disparos por carrete, el conjunto de imágenes eran unos cuatro o cinco carretes y cuando nos pusimos a trabajar Amparo y yo había que editarlo de alguna manera. Además de seleccionar las imágenes había que dar a la exposición una coherencia, porque  narra una historia, y lo que quisimos contar fue el rodaje de una película, por eso el recorrido comienza con el trabajo de guion de Buñuel y se ven imágenes del director trabajando con su texto y dando indicaciones y organizando el trabajo. La segunda parte son los exteriores, charlando con los técnicos repasando, ensayando. También está el trabajo de cámara, encuadrando y dando órdenes de rodaje. Viridiana se rodó en una casa a las afueras de Madrid, por lo que también se incluyen los interiores del rodaje. La exposición se cierra con una imagen de Buñuel con su maleta, con sus guiones y notas y sentado.

-¿Es el Museo de Albarracín un buen lugar para acoger una exposición de este tipo?

-Se acopla perfectísimamente porque Albarracín es un centro de referencia para la imagen. Ha habido exposición muy importantes como las de Plossud, Castro Prieto y Joan Fontcuberta, de las que se produjeron con sus sendos libros, si a eso sumamos los encuentros de Gervasio Sánchez pues Albarracín es un lugar de referencia en el ámbito de la fotografía.

-¿Hay espacio para todas las imágenes o se ha tenido que hacer una selección?

-Quitamos muy pocas, tres o cuatro por cuestión de espacio y se puede decir que está completa. La sustracción que hubo que hacer no afecta ni a la organización ni al sentido.

-Se trata de una muestra que ha itinerado por varios lugares de la provincia. ¿Cree que el interés por ella se debe a las ganas que existen de conocer más de uno de los grandes genios turolenses?

- Ya estuvo en Calanda y Teruel previamente. Teruel además de Buñuel tiene otros grandes artistas, como Pablo Gargallo. Luis Buñuel no tiene un museo pero el hecho de que el Gobierno de Aragón produzca exposiciones como esta que itinera y se está conociendo en muchos lugares es una cosa estupenda.

-¿Hay programada una nueva cita para esta muestra una vez concluya en Albarracín?

-Lo más importante de la exposición es que está viva, todavía no hay nada en firme pero se expondrá en Huesca durante el festival de cine y seguirá circulando.

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