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Diego Peña, cómico: “Seguimos riéndonos de lo mismo, pero el público se ha vuelto más exigente y selectivo” Diego Peña, cómico: “Seguimos riéndonos de lo mismo, pero el público se ha vuelto más exigente y selectivo”
Diego Peña celebró en Teruel sus veinte años haciendo reír al público

Diego Peña, cómico: “Seguimos riéndonos de lo mismo, pero el público se ha vuelto más exigente y selectivo”

El cómico presentó ‘20 años haciendo el loro’ en el Marín, un resumen de dos décadas sobre el escenario
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El cómico y actor Diego Peña regresó al Teatro Marín de Teruel donde presentó 20 años haciendo el loro, un espectáculo que resume lo mejor que han dado de sí las dos décadas que lleva subido a un escenario.

-¿En qué consiste el espectáculo?

-Es una recopilación de sketchs que he realizado a lo largo de estos veinte años que llevo en la comedia, pero dándoles una vuelta de tuerca, dotándoles de una historia interna y una cohesión para que fuera un espectáculo nuevo, y no una simple sucesión de escenas.

-¿Cómo hizo la selección?

-Pues ha habido de todo... hay cosas que cuando el público habla contigo sabes que gustan más, a otras les coges cariño especial porque te llevaron más trabajo... y entre todo eso y alguna cosa nueva que he escrito se ha compuesto el espectáculo.

-¿A los cómicos les ocurre como a las glorias del rock, que por más discos que saquen siempre les piden las antiguas?

-Igual no tanto pero un poco también. Parte de la magia del humor consiste en que nos seguimos riendo de las mismas cosas por mucho que ya las conozcamos. Y en cualquier caso durante un espectáculo de comedia pasan muchas cosas, y nunca hay dos exactamente iguales.

-¿A qué viene lo del loro?

-Loro es un mote que tenía en el Instituto y me ha acompañado toda la vida. Gracias al gran tamaño de mi nariz me llamaban loro, periquito, cacatúa... la ornitología siempre ha sido mi fuerte. Y decidí usarlo a mi favor y transformarlo en risas. Empecé a imitar a un loro, la gente se reía, y hasta hoy... En algunos espectáculos todavía me piden que lo haga.

-Gardel puede decir lo que quiera, pero veinte años es un porrón de tiempo. ¿Cómo ha cambiado el público en dos décadas?

-Se ha vuelto más selectivo. Hace 20 años el monólogo en España apenas se conocía, y el público venía a consumirlo a granel. Ahora se ha especializado y cada cuál sabe qué humoristas y que tipo de espectáculos le gustan, y se dirige a ellos en concreto.

-Entró con mucha fuerza, aunque algunos auguraban que el monólogo era una moda pasajera, cosa de forasteros...

-Y ya ves. Lleva años llenando teatros y en muchas ocasiones vende más entradas que las comedias. Y eso que el público ha vivido un enorme boom de la oferta en cuanto a la comedia, con más alternativas que nunca. Pero el monólogo te permite conectar muy bien con el público, hablando de cosas reales del día a día... en Estados Unidos ya llevan 60 años con esa moda.

-¿Y el humor también ha cambiado en estos veinte últimos años? ¿Nos reimos de lo mismo?

-Creo que la diferencia radica en que, como cualquier otra cosa, ahora el humor va rápido, es fugaz. Ocurre algo, al día siguiente está todo lleno de memes y de chistes, y una semana más tarde está completamente olvidado. Eso al cómico le obliga a tener que estar absolutamente al cabo de la actualidad. Eso en cuento a la forma, pero en el fondo las cosas que nos hacer reir creo que son básicamente las mismas.

-¿Pero cree que si cogiéramos un espectáculo suyo de hace 20 años y lo viéramos ahora? ¿Nos haría gracia o le pesaría el tiempo?

-Creo que la mayor parte del guion aguantaría, con alguna actualización. Lo que habría que cambiar de arriba a abajo sería a mí (risas). Cuando yo empecé el único formato de monólogo que existía era la Paramount y el Club de la Comedia, y prácticamente copiaba ese formato, como todos los que empezábamos, porque no había otro. Pero luego aprendes que en un bar o en un teatro, en directo, el ritmo, la cadencia y un montón de cosas más es muy diferente que en televisión.

-De todos los espectáculos que ha escrito y presentado, ¿cuál le ha gustado más?

-Pues te diría que el último, Qué narices pinto aquí. Creo que era el más redondo en cuanto a guion, historia y todo. Fíjate si me gusta que casi no he cogido cosas de él para 20 años haciendo el loro, porque me he ido a los anteriores, a las cosas que hace tiempo que no hago, entre otras cosas porque a ese otro todavía le queda recorrido en los teatros.

-Cuando culmine este especial de veinte cumpleaños, ¿volverá a coger el lápiz para escribir nuevos guiones?

-Desde luego, de hecho ya tengo ganas. Pero bueno, este año me apetecía celebrar el cumpleaños redondo y poder centrarme únicamente en eso. Ahora en cuanto cierre este paréntesis retomaré Qué narices pinto yo aquí. De hecho ya estoy pergeñando sorpresas y novedades, como un cómic con Bernal, y algún que otro proyecto nuevo.

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