Elena Cuesta Fidalgo, paleontóloga: “La ciencia tiene que ir siempre de la mano de la divulgación para acercarla a la gente”

La paleontóloga Elena Cuesta Fidalgo, investigadora en el Museo de Historia Natural de Baviera en Munich (Alemania), ha formado parte del jurado del Premio Paleonturología que convoca la Fundación Dinópolis y que este año ha premiado un trabajo sobre Pikaia, un organismo que vivió hace más de 500 millones de años. Especialista en dinosaurios carnívoros, hizo su tesis doctoral sobre el ya mítico Concavenator.

-¿Fue complicado elegir el artículo ganador del Premio Paleonturología?

-La verdad es que estuvo bastante difícil la cosa porque había justo tres trabajos que estaban muy a la par. Al final elegimos el que habla sobre Pikaia, este animal que representaría el principio de los cordados, al que pertenecemos todos los vertebrados actuales. Nos llamó la atención cómo la revisión de los materiales de un fósil conocido desde hace muchísimos años puede cambiar el paradigma, que es lo que ha pasado con este trabajo.

-¿Qué le parece que se convoque un premio como Paleonturología, que además tiene una trayectoria muy larga?

-A mí siempre me gustó, de hecho yo participé hace diez años, y la verdad es que siempre me ha parecido una buenísima idea. Me parece una oportunidad única para dar a conocer tu trabajo de forma divulgativa si ganas. De hecho, con este trabajo de Pikaia también se tuvo en cuenta la parte divulgativa. Creo que eso está muy bien porque al final la ciencia tiene que ir siempre de la mano de la divulgación científica y acercar la ciencia a la gente porque es lo que fomenta vocaciones.

-Usted es experta en dinosaurios, y además carnívoros, que es una de las cosas que más llama la atención del público, ¿deberían atenderse más otros aspectos de la paleontología en el ámbito divulgativo, como puede ser el caso de Pikaia, porque resultan igual de fascinantes?

-Sí, sí, por supuesto, totalmente de acuerdo porque al final, como en cualquier ciencia en general, no puedes tener una visión tampoco muy concreta de ningún tema ya que el conocimiento es una red y todo está tremendamente relacionado. Y la manera de entender la evolución, la historia de la vida y también las cosas que vivimos actualmente, como es el cambio climático y extinciones, necesitas verlo desde un punto de vista global y tener información absolutamente de todo. Eso es lo que nos da la paleontología más allá de los dinosaurios, porque al final si uno se queda solo con la ventana de los dinosaurios y no es capaz de relacionar todo eso con lo fascinante que es la evolución, y entender cómo todos los seres vivos dentro de un ecosistema estamos sumamente relacionados unos con otros y que la pérdida de organismos nos afecta a todos igual.

-Su tesis doctoral trató sobre Concavenator, un dinosaurio carnívoro icónico en España, ¿qué le llevó a estudiar ese fósil?

-Concavenator y yo nos encontramos de forma casual, en el sentido de que yo buscaba un tema de tesis el mismo año que este dinosaurio fue presentado en sociedad. Al principio me dio mucho vértigo porque es un fósil espectacular y de repente te ves con el síndrome de la impostora, que nunca nos abandona en este campo, pero que entonces era mayor porque acababa de terminar la carrera. A mí lo que más me fascinó cuando lo vi es la preservación, porque no es normal encontrar esqueletos articulados y completos.

-Ha trabajado en varios centros de investigación que van de punta a punta del planeta, desde Japón a Argentina y ahora está en Alemania, ¿le gustaría regresar a España para poder desarrollar su carrera de investigadora en su país o aquí falta apoyo a la ciencia?

-Ese es un tema complejo. La verdad es que en Alemania no está mucho mejor, de hecho lo bueno que tiene España es que desde hace unos años el Gobierno actual, sin entrar en nada político, pero es verdad que está fomentando distintas becas o contratos como son las Ramón y Cajal que fomentan mucho esa atracción del talento que se fue durante décadas del país. Lo que pasa es que creo que muchos de estos programas para el regreso de investigadores son un parche al problema, ya que no aseguran una estabilidad.

-¿Con lo importante que es la ciencia para el desarrollo de una sociedad, tiene sentido que sea tan difícil hacer carrera científica por esa falta de estabilidad?

-No, para nada, no tiene ningún sentido porque además la mayoría de proyectos son para dos, tres años, a veces cuatro, y normalmente no da tiempo hacer un proyecto de investigación. Este sistema en algún momento se tendrá que romper porque no es sostenible, no se pueden acabar proyectos de investigación en dos o tres años. Para hacer una buena ciencia no se tiene que ser tan competitivo y correr, debería ser mucho más colaborativo y tener el tiempo suficiente como para que las cosas se hagan bien y con buenos resultados y rigurosos.

-Es vicepresidenta de la asociación Mujeres con los Pies en la Tierra, ¿cuál es el objetivo de este colectivo?

-Surgió hace tiempo porque entre compañeras vimos que muchos problemas que teníamos no eran individuales sino colectivos, y muchos de ellos ligados a sesgos de género. Si dentro de la ciencia ya es difícil quedarse en este camino, son las mujeres las que más abandonamos la carrera científica, y lejos de que esto se resuelva cada vez va más a peor.