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Fernando Maneros, comisario de la exposición 'La Tradición vestida del Maestrazgo': Fernando Maneros, comisario de la exposición 'La Tradición vestida del Maestrazgo':
Fernando Maneros en la Iglesuela del Cid. Sonia Sánchez

Fernando Maneros, comisario de la exposición 'La Tradición vestida del Maestrazgo': "Entre las piezas especiales están las medias de muestras o los zuecos de madera"

"El objetivo de la muestra es que los vecinos valoren la indumentaria tradicional y la conserven"
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Cruz Aguilar

Fernando Maneros es experto en indumentaria aragonesa y está muy vinculado al Maestrazgo, donde tiene una residencia. Es el comisario de la exposición La Tradición vestida, que se puede ver en el Centro de Interpretación del textil de La Iglesuela del Cid desde hace unos días.

-¿Cómo se organiza una muestra con decenas y decenas de piezas de procedencias y épocas diferentes?
-Es una exposición especial porque la iniciativa es de la Comarca y la intención es intentar que los vecinos de los distintos pueblos valoren la indumentaria tradicional. El objetivo es que lo sigan conservando, porque cuando heredan una casa hay cosas de las que se desprenden y muchas veces son prendas antiguas. La idea es que tomen conciencia de que tienen valor y que las guarden o entreguen a una institución para que se sigan conservando y se puedan estudiar. Para organizar la muestra se ha contactado con asociaciones culturales y de mujeres e instituciones para que nos muestren piezas y entre todas se ha hecho una selección de las más importantes de todo lo del siglo XIX.

-En el Maestrazgo hubo una importante actividad textil. ¿Quedan testimonios de ello?
-Sí, muchos, de hecho es uno de los argumentos que se quiere destacar en esta exposición, prácticamente en todas las localidades había actividad textil, algunas con más importancia que otras, pero en todas había pelaires y tejedores, también muchos batanes, porque toda la industria textil de esta comarca se basaba en la lana.

-¿Qué piezas destacaría de la colección que ahora se muestra en La Iglesuela del Cid?
-Los refajos, que eran una saya que llevaban encima de la enagua y bajo la falda las mujeres, son todos de tejido especial, también las medias, que eran muy especiales y trabajadas y las utilizaban en días muy especiales, como bodas o días de fiesta, también hay paños, estameñas con las que se hacían los calzones y los jubones utilizados por las mujeres, la producción textil era muy destacada.

-¿Todas las piezas se confeccionaron en el Maestrazgo?
-No, el Maestrazgo no es una zona aislada, siempre ha tenido muchos contactos sociales y económicos con Castellón, Cataluña y otras zonas de Aragón como Alcañiz, Caspe o Zaragoza. Todos los mantones o pañuelos se adquirían, también hay faldas que están hechas de seda y eso sin duda procede de fuera. Una cosa muy curiosa es que en casi todos los pueblos había alpargateros y hay un calzado característico, los zuecos abarqueros, que tenían suela de madera de pino y esparto. Los hacían en sus casas, era un poco economía de subsistencia.

Piezas especiales

-¿Hay alguna pieza especial que le haya sorprendido?
-Sorprender no, pero hay algunas que son excepcionales, como los refajos con la decoración de cenefas o las medias de muestras que se llaman así porque es una decoración de columnas verticales con distintos puntos en cada columna, como si fueran muestras, son muy especiales. Hay también un justillo envarillado, hecho en seda y bordado, es la pieza más antigua, está hecho en Villafranca del Cid, de donde era su propietaria, que se casó en la iglesuela. También hay una pieza muy curiosa que es el corte de un refajo del modelo de cenefas y está en una sola pieza, es decir, que es el encargo que se hizo al tejedor para hacer la pieza, pero no llegó a confeccionarse. Es prácticamente seguro que se tejió en La Iglesuela, seguramente por la familia Puig, aunque no se tiene constancia.

-¿Además de para exponer, han servido todas estas piezas para profundizar en la investigación sobre indumentaria?
-Por supuesto porque la gente siempre te cuenta más cosas, llevo muchos años trabajando este tema en la zona, pero la gente te aporta mucha información siempre, además va a seguir porque se quiere hacer una muestra con otras localidades que no hemos trabajado ahora, posiblemente en la zona de Castellote, siempre hay muchos datos y alguna que otra sorpresa. No creo que nos lleguen cosas nuevas en cuanto a prendas, pero sí la parte inmaterial que tiene la indumentaria, cómo llegaron esas piezas a la zona, si son de fuera, cuánto costaron en dinero o en tiempo de fabricación o para qué ocasiones se lucían.

-En los pueblos hay muchos arcones todavía sin abrir ¿Qué consejo les daría a sus dueños en materia de conservación?
-Que estén pendientes de la prendas, que por lo menos una o dos veces al año las saquen para airearlas y con ello evitar que se deterioren por la polilla u otros insectos, que se mantengan las prendas limpias y, en la medida de lo posible que se sigan utilizando, que es su función, que la gente se las ponga para fiestas u ocasiones especiales

-Estamos en un momento en el que el traje típico aragonés está de moda, pero ¿nos sabemos vestir bien o el aspecto con el que participamos en procesiones y ofrendas tiene poco que ver con el de nuestros antepasados?
-Hay de todo, hay mucha información pero también mucha desinformación, si la gente intenta conocer las prendas que va a ponerse no es complicado, pero la verdad es cada vez hay más preocupación por ir bien vestidos.

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