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Javier Carnicer, jefe de Protocolo del Gobierno de Aragón: “Mi oficio consiste en estar tras la cortina, sometidos  a la dictadura del error” Javier Carnicer, jefe de Protocolo del Gobierno de Aragón: “Mi oficio consiste en estar tras la cortina, sometidos  a la dictadura del error”
Javier Carnicer, el pasado jueves junto al escudo de Aragón, tras un acto que organizó en Zaragoza

Javier Carnicer, jefe de Protocolo del Gobierno de Aragón: “Mi oficio consiste en estar tras la cortina, sometidos a la dictadura del error”

“A todos los eventos hay que darles importancia y organizarlos como si fuera la primera vez”
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Javier Carnicer, jefe de Protocolo del Gobierno de Aragón, fue reconocido el pasado 15 de octubre  con la Cruz de la Orden de Isabel la Católica. Recibió el galardón de manos del rey Felipe VI en un acto celebrado en el Palacio Real. Carnicer quiso extender esta condecoración a todos los profesionales del protocolo en Aragón.

-¿Qué supuso para usted este reconocimiento?

-Una distinción de estas características es todo un honor pero también tiene un punto de injusticia, porque hay mucha gente que lo merece y no lo digo por decir, sino porque lo siento así. Hay muchas profesiones que tienen gente que hace las cosas fenomenal y no es reconocida, porque es menos visible. Mi oficio consiste en estar detrás de la cortina.

-¿Hay que visibilizar el trabajo de protocolo, que es estar siempre detrás para que las cosas salgan bien?

-Nosotros somos los fontaneros de los actos. Los que hacemos que las cosas funcionen. No somos los del glamour. Con este nombre tan rimbombante de esta profesión parece que nos dedicamos a cómo se come en la mesa o cómo se visten las autoridades y nosotros lo que hacemos realmente es organizar los actos. Nuestro trabajo tiene mucho que ver con la comunicación no verbal. A través de los actos, una institución o una empresa trata de trasladar sus valores mediante un código de comunicación que es diferente al escrito, que es el ceremonial.

-Y ahí entran muchos factores, desde los protagonistas, hasta el lugar o la hora. ¿Cómo se conjuga todo eso?

-Cuando tenemos que organizar un evento, del más pequeño al más grande, a todos hay que darles importancia. Y hay que hacerlo como si fuera la primera vez que se organiza, porque si pienso que ya lo sé todo voy a fallar. En este oficio, lo que se hace bien no se ve mucho, pero lo que falla sí. Estamos sometidos a la dictadura del error. Hay que tener en cuenta un montón de factores teniendo en cuenta el tipo de acto que sea, hay que saber cuál es su naturaleza y qué se puede comunicar, dónde se va a hacer y cuáles son los actores, porque en un acto hay varios públicos: los protagonistas, los invitados, los periodistas, los ciudadanos que precisamente lo van a seguir a través de los medios, los que trabajan en la organización, o los de seguridad, que hacen que el acto sea un todo, pero tienen que tener un trato diferente.

-Y no es lo mismo hacerlo en vuestra sede, que trasladarse por ejemplo a Teruel. ¿Cómo se organiza cuando el acto es fuera?

-Nosotros hacemos lo que llamamos una avanzada. Vamos antes, vemos el sitio, medimos los espacios y en esta época de covid lo hemos tenido que hacer todavía más. Vemos las circunstancias que se dan en ese lugar donde se van a desarrollar los actos.

-¿Cómo nos comportamos los periodistas cuando acudimos a un evento?

-En Aragón tenemos la inmersa suerte de que todo el personal de protocolo se lleva muy bien y con los medios de comunicación nos pasa lo mismo, porque tenemos en cuenta qué va a pasar con los periodistas, que se van a encargar de trasladar al resto de los ciudadanos lo que está ocurriendo. Ha habido momentos singulares como el funeral de Labordeta o el asesinato de Giménez Abad que teníamos protocolizado qué había que hacer teniendo en cuenta a los medios de comunicación.

-Y con los políticos ¿qué relación tienen?

-No es lo mismo en los primeros años de legislatura que después. Cuando hay elecciones tenemos cuidado con los diputados que acaban de llegar, poco a poco les vamos ayudando. En la primera legislatura de la democracia hubo muchos problemas, pero, como en todo, se puede perder ganando y ganar perdiendo. Entonces se estaba poniendo en marcha una nueva estructura del Estado y la posición de los cargos en una escena reflejaba esaa. Esos momentos de lío nos sirvió para pactar qué íbamos a hacer a partir de entonces y en Aragón es fácil porque la cultura del pacto la llevamos en el ADN. Luego, tenemos una manera de trabajar que consiste en ponerse de acuerdo entre nosotros. Por ejemplo, fue la reina a Teruel a inaugurar el curso a un instituto y antes de que llegara la Casa del Rey nos reunimos entre los de protocolo para estudiar todo. Así, cuando vienen ellos ya tenemos todo pactado, y tenemos una manera de pactar que es juntarnos, ver todo y llegar a consensos. Si no hay consenso decide el más antiguo, de tal manera que no trasladamos a la institución nuestros problemas y cuando salimos de la reunión todos decimos lo mismo aunque no coincida con lo que defendíamos antes. Aquí ha habido continuidad en el trabajo de protocolo y eso es un valor.

-¿Qué ha supuesto para ustedes la adaptación del protocolo a la pandemia?

-Como todas las profesiones, al principio fue ensayo-error. Fuimos aprendido pero luego pusimos en marcha ideas que han sido copiadas en otros sitios. Por ejemplo, la disposición en mesa discontinua, es decir mesa-espacio vacío, mesa espacio vacío, que luego ha sido utilizado en otras instituciones.

En las reuniones en una mesa pusimos una colocación en la que nadie tenía enfrente a otra persona. En zig-zag, le llamamos mesa a la jaquesa, recordando el ajedrezado jaqués y ahora en muchos sitios ya aparece esta denominación.  También planteamos para el Día de Aragón un acto sin presidencia para simbolizar los que no podían estar. Cuando organizamos el recuerdo de las víctimas en todos los municipios de Aragón a la misma hora, con la plantación de una carrasca, también sirvió como modelo para otros sitios, incluso nos llamaron de medios europeos.

-¿Cómo es la formación que está vinculada al protocolo?

-Antes recibíamos formación por distintos sitios. Ahora hay grados especializados en protocolo. En la Expo tenía 142 personas de protocolo que procedían de las Escuelas de Protocolo de distintas ciudades españolas.

 

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