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Jesús Villamón, tesorero de la Asociación Montegaudio de Alfambra: Jesús Villamón, tesorero de la Asociación Montegaudio de Alfambra:
Jesús Villamón, con el cartel de la nueva edición de la Encomienda

Jesús Villamón, tesorero de la Asociación Montegaudio de Alfambra: "No veo la Encomienda en una competencia de Las Bodas sino que es una sinergia"

Alfambra se prepara para la celebración de la XVIII Encomienda de Montegaudio del 28 al 31 de marzo
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José Luis Rubio

Jesús Villamón pertenece al grupo de vecinos de Alfambra que trabaja para sacar adelante la fiesta medieval de la Encomienda  desde la asociación Montegaudio

-¿Qué es la asociación Montegaudio?
-Es una asociación muy querida en el municipio de Alfambra  porque ya en esta 18ª edición de la subida a la encomienda está formada por un nutrido grupo de asociados que, al final, es gente del pueblo y de fuera del pueblo que quiere formar parte de la fiesta y paga una pequeña cuota, que es una cuota simbólica de seis euros al año. Es una cuota reducida que, sin embargo, nos permite, entre otras cosas, hacer diversos actos, actuaciones y contratar más espectáculos para que el largo fin de semana que va desde el jueves hasta el domingo sea más nutrido en cuanto a la diversificación y al jolgorio que tenemos en el municipio.

-Alfambra apuesta por una alternativa a las celebraciones religiosas durante los días de la Semana Santa.
-Alfambra nunca ha tenido una historia religiosa muy arraigada relacionada con la Semana Santa, pero sí que es cierto que gracias a esta fiesta, que también tiene una raíz religiosa porque así es la historia que contempla la tradición alfambrina, nos permite en este período de Semana Santa ofrecer algo, no solo a los habitantes, a las familias, a nuestros más allegados para que pueda venir al municipio, sino a las gentes del lugar o gente del alrededor que quieren venir a ayudarnos, una alternativa para que puedan venir estos días y hacer un poco una estancia agradable.

-¿La asociación Montegaudio es posterior al nacimiento de la fiesta de la Encomienda?
-Realmente lo primero fue la fiesta como tal. Quiero recordar a Amador Villamón, que fue el primer alcalde que la promovió, y también a Paco Abril, que le dio una continuidad, y ambos apostaron por ella. Fueron los primeros organizadores de esta fiesta como tal, y poco a poco la hemos ido haciendo más participativa a nivel de asociados y aportando más experiencia, más mejoras año tras año, e intentamos que sea todo un poco más idóneo para el disfrute de las personas que vienen y lo estamos logrando.  Sí, la asociación se creó después de la fiesta para gestionarla. Cuando vimos que la fiesta ya funcionaba, vimos que era necesario tener una asociación para que fuera tanto organizadora como partícipe y decidiera qué se quería hacer ese año, si se quería contar con espectáculos de baile, de música, de guerra medieval, de exposiciones y todo eso lo vamos trabajando durante el año.

Lo más complicado

-¿Cuál es el reto más complicado al que se enfrenta la asociación a la hora de organizar un fin de semana medieval en Alfambra?
-Al final es un trabajo de todo el año. Es cierto que mucha gente solo puede participar los días que viene a Alfambra, y que solo estamos una parte de los asociados. Y también es cierto que, al final siempre hay, como en todo este tipo de fiestas, hay cuatro o cinco personas que son las que se llevan todo el trabajo a casa. Pero gracias a la apuesta de estas personas somos capaces de hacerlo y luego la gente, cuando viene, también participa, lo que es de agradecer.

-¿Es complicado hacer una fiesta con entidad propia y que no se compare con las Bodas de Isabel de Segura de Teruel?
-En este caso no es complicado porque nosotros también tenemos una historia. La base histórica de lo que celebramos está ahí y está bien justificada. Yo tampoco veo una competencia, sino que es una sinergia a raíz de lo que son las Bodas y de lo que significan para la provincia y para toda España. Nosotros estamos ahí como una alternativa más histórica, medieval y que tiene una base fundamental.

-Este año aumentan en dos las jaimas que participan, pero ese número no deja de crecer.
-Poco a poco, vamos aportando nuevas jaimas porque los quintos que salen cada año quieren formar parte de la fiesta, crean su propia haima y nos ayuda a hacer un poco más piña. Muchos de esos quintos, que por temas de estudios o por temas profesionales poco a poco van dejando los municipios, tienen un nexo común para volver en Semana Santa a Alfambra, es lo que vamos buscando.

-¿Tiene techo esta fiesta?
-Intentamos que no haya techo, pero es cierto que lo tiene, ¿no? Y esa es un poco la complejidad que tenemos los municipios para afianzar y estabilizar  la población, porque poco a poco sabemos que vamos en decadencia. Pero bueno, con esa idea lo hacemos para que sea una piedrecita más que ponerle a ese gran lacra que es la de la despoblación. Y creo que poco a poco lo estamos siguiendo.

-Los organizadores se esfuerzan por introducir actos nuevos en cada edición.
-En esta ocasión, por ejemplo, hay una representación teatral infantil y el torneo Interjaimas. Tanto la representación infantil que, que históricamente hemos tenido asociada la representación de la Enterrada Viva, poco a poco le hemos ido evolucionando y la gente ya nos iba pidiendo cosas nuevas. Este año vuelven a actuar los más pequeños de la localidad, todos los chicos del colegio y también chicos que vienen el fin de semana al pueblo son partícipes, creo que hay entre 30 y 35 de pequeños actores, van a hacer una representación de caballeros y de damas medievales.

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