

Valentín Miravet Sales, autor de la novela ‘La táctica del Alcaudón’: “El ‘rural noir’ da un soplo de aire fresco al género, con personajes de estilos de vida muy diferentes”
“El medio rural da un enfoque distinto a las novelas, en ellas todo transcurre a un ritmo más pausado”Valentín Miravet nació en Villafranca del Cid, Castellón, donde siempre ha vivido. Ha publicado tres novelas, A7, en 2022; No hay muerte dulce, en 2024, y este mismo año La táctica del Alcaudón, que presentó recientemente en Castellote. También cuenta con un libro de relatos cortos, Historias cotidianas con finales inesperados, que ha sido llevado al teatro en su propio pueblo.
-La táctica del Alcaudón cierra una trilogía de novela negra. ¿De qué trata?
-En esta última entrega hablo de justicia. Una justicia que debería ser bien aplicada y que muchas veces, por los mecanismos oficiales, percibimos que no se administra con ecuanimidad. Todo comienza en la plaza de un pueblo que pertenece a lo que se denomina la España vaciada, y de la que en el norte de Castellón y el Maestrazgo turolense tenemos una gran porción. Una lluvia incesante de billetes marca el inicio de esta novela. Aparte tiene muchos más ingredientes, una estafa, un secuestro, mucha corrupción, una muerte provocada por hacer lo correcto y muchas más cuestiones tendrá que resolver la inspectora Neus Sorolla, investigadora de la brigada judicial de la Policía Nacional.
-El 'rural noir' está de moda. ¿Por qué cree que ha crecido este interés por la novela negra ambientada en el medio rural?
-El rural noir da un soplo de aire fresco al género. Se descubre un infinito abanico de lugares impresionantes y totalmente desconocidos, con gente variopinta y estilos de vida muy diferentes.
-¿Cree que es importante conocerlo bien, como es su caso, a la hora de escribir de él?
-Sí. En mi caso, que he vivido siempre en este medio, nacer aquí, haberme empapado, percibido y sentido la evolución lenta del transcurrir de mi entorno me permite escribir desde una posición privilegiada. Sin olvidar mis raíces y la historia de mi pueblo. Todo ello te proporciona una visión y un sentimiento que es difícil de encontrar si escribes sobre el mundo rural desde otro hábitat.
-¿Por qué una trilogía?
-Cuando me puse a escribir mi primera novela, A7, no tenía ni idea, ni siquiera de que algún día se publicaría. Pero, cuando se me dio la oportunidad y me lancé, y viendo la gran aceptación que tuvo, escribí una segunda parte con No hay muerte dulce. Y fue entonces, cuando estaba en marcha con esta segunda entrega, decidí que para culminar un sueño que se me había pasado por la cabeza, contaría las aventuras de la inspectora Sorolla con una trilogía completa ambientada en el mundo rural.
-¿Está ambientada en el Maestrazgo?
-Sí, parte de mi novela transcurre por esta comarca. Yo soy de Villafranca del Cid, un pueblo de Castellón que está pegado a la Iglesuela del Cid, y compartimos cultura, raíces, similitudes, problemáticas y mucha afinidad con los pueblos del Maestrazgo.
-¿Qué aporta el medio rural a una novela?
-Un sinfín de ingredientes. Es un enfoque totalmente distinto dónde todo transcurre a un ritmo más pausado, dónde se puede disfrutar del entorno que nos rodea sin prisas, dónde los personajes tiene una personalidad marcada por su arraigo a la tierra, dónde pueden ocurrir hechos sorprendentes que se deben ver desde una óptica diferente. Es un medio enriquecedor, bello, tranquilo y todavía con mucho por descubrir.
-¿Qué respuesta ha tenido por parte del público con sus obras?
-Muy buena. Me siento muy satisfecho con las ventas. Resulta gratificante que la gente me diga que les han enganchado mis novelas, desde el primer capítulo al último, y me pidan más. Yo, desde mi modesta aportación a este género, solo pido que los lectores me den una oportunidad, ya que los pequeños escritores rurales y con falta de promoción lo tenemos muy complicado en este mundo tan mediatizado.
-Su profesión poco tiene que ver con la literatura. ¿Dónde empieza su interés por escribir?
-He trabajado durante 37 años como técnico electrónico en la empresa Marie Claire, nada que ver con la literatura. Aunque he sido toda mi vida un lector empedernido, de ahí surgió contar mis propias historias.
Uno de sus libros ha sido puesto en escena por el grupo de teatro de Villafranca, su pueblo. ¿Qué se siente al ver esta dramatización?
-Mucho orgullo. Que una creación tuya la lleven a escena y la representen en una sala repleta de gente, siendo un éxito total, es una sensación emocionante y grata.
-En el caso de algunos de sus libros son autopublicados. ¿Es difícil abrirse camino en el mundo editorial para un escritor que parte de la nada?
-Muy complicado. Te encuentras totalmente solo con los problemas típicos, que son muchos, de publicar un libro. Después todavía es más difícil darte a conocer en este mercado tan saturado donde las grandes editoriales lo acaparan casi todo.
-¿En qué proyecto está ahora?
-Estoy escribiendo una novela ambientada en La Estrella, que es una aldea, en la actualidad abandonada, dónde hace muchos años ocurrieron varios acontecimientos terribles. La Estrella pertenece al municipio de Mosqueruela y mi historia transcurrirá durante el año 1883, a finales del Siglo XIX. Habrá acontecimientos históricos compaginados con intriga y suspense.