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Víctor Guiu

Trinchera, posición… polarización. Chispún. Entra en tu trinchera caliente. Ojo no pises lo fregau que todos se enfadan. No te escandalices, oféndete si eso. Mejor así, más tenue con él, a muerte con aquel, no jodamos. Y tú, ¿de quién eres? De Manolita. No, co, no. De Manolita, no. Pasa a la siguiente fase y descubre quién eres, que aquellos te lo dirán.

Pilla dos o tres frases tontas de usuarios guays de Linkedin, de esos coach que viven del cuento y deberían de estar en su puta casa mintiéndole a su puñetera madre. A ver, coge aquella, la de la derecha: “a veces sabe uno de qué lado estar, simplemente viendo quiénes están al otro”. Venga, apréndetela y la cuelgas en Twitter, en el wattsapp y en el facebook. ¿No tienes facebook? Pues haz un directo en instagram y escribe esto que te paso con varias faltas graves, no vayan a pensar que eres una persona culta.

Si pudiese jurar iba a llover mierda los próximos quince meses. Me dicen que para eso es mejor aquella posición. Estoy cómodo, zona de confort, la llaman.  Lo mejor es hablar poco o hablar tanto que pronto te olvides de lo que ayer dijiste. ¿Te acuerdas? Ni idea, no recuerdo, voy a borrarlo. Tengo derecho. Derecho a ser borrado. Te equivocas, no hables, o vete.

Posición bien tomada, ¿ahora qué hago? Lo que te diga el algoritmo o, mejor aún, lo que te digan los popes del sector Este, que se llevan a maltraer con los del sector Oeste. Qué… los del sector Oeste. Ojalá caigan. Les dijimos que tenían dos opciones; tuvimos que acabar con el Norte y el Sur, que siempre andaban a la greña. Hay miles de claros que ocupar. La gente no sabe interpretar un texto. Es mejor montar un pollo y decidirse. El grupo te acoge, te arropa y te da calor, pero yo siempre tengo calor y prefiero el frío.

La Educación lo cura todo… ¡Los cojones! ¡Ilusos! Millones de frases de Paulo Coelho después sigo con ganas de decirte cuatro cosas aunque se mueran miles de gatitos. Tampoco está de más repartir cuatro galletas a tiempo, pero no sé a quién. Preguntaré en la oficina de los ideólogos.  Ellos dicen lo que somos. Los demás aplaudirán después, o te matarán. Ten cuidado, la inquisición siempre está pendiente y te puede coger de los huevos.