Mientras, en las altas esferas, seguirán inventando un nuevo género por semana. O un bulo a la hora. ¿Es moda? ¿Sí? Ponga cuarto y mitad. ¿No te gusta? Pues calla, idiota. Calla.
Nadie hablará donde se debe hablar. La izquierda bienpensante callará y hará callar, no vaya a ser… y dejará el discurso a la caverna, que aprovechará sus filias y fobias, lo que es peor para todos, y, sobre todo, para ellas.
Mientras tanto, las seguirás viendo desfilar sometidas a su propia dictadura. ¿Existen hoy en día los matrimonios pactados? Chss. Tendrán hijos, también hijas. Sus hermanos confraternizarán, jugarán, trabajarán y socializarán, e incluso pasarán el verano en la piscina.
Es mejor callar. Que aunque aprendan y escuchen largas charlas sobre la libertad y los derechos de la mujer, es posible que les suene a cosas de ricos. En muchas de sus casas eso no va a ir con ellos, ni con ellas. Aquí lo de menos es el pronombre. Esto es privado y tú te callas aunque no lo sepas. No va conmigo, ni contigo.
Deja que pase la vida, sin pena ni gloria. El tiempo lo cura todo. Lo tenemos aquí, a un paso. Son tus vecinas. Son mujeres. Son muchas. Irán está muy lejos estos días, aquí también hay guardianes de la fe.
Eso no basta. Mejor la inclusión de la palabra inclusión en todas las leyes venideras. Arreglado. Incluido. Incrédulos. Y digo yo: habrá que intentar hacer algo. Tú también.
Lo siento, debe haber sido un malentendido. Chiss. Deja. Deja. Deja.