

Hace unas semanas que me terminé Cómo se hace una chica, una novela de Caitlin Moran. El original de esta novela se publicó en mayo del 2015, que aunque nos parezca anteayer ya han pasado más de diez años. Sin embargo, esta novela envejece muy bien porque el carácter desenfadado de la protagonista hace que sea completamente actual.
Caitlin Moran es una escritora y periodista británica, premiada en diferentes ocasiones por los artículos que escribe para The Times y para la revista Saturday. Nacida en Brighton y criada el Wolverhampton en una familia un tanto particular, Caitlin supo hacerse a sí misma empezando a escribir en la adolescencia tras haber recibido la educación en casa desde los 11 años.
En su novela Cómo se hace una chica, Caitlin consigue atraparte en la vida de Johanna Morrigan, una adolescente de 15 años que comienza a abrirse al mundo de una manera tan explosiva en todos los sentidos que creerás volver a la adolescencia cada vez que abras el libro. Desde sus páginas he conseguido darle algo de paz y risas a mi adolescente quinceañera al encontrar aspectos no tan lejanos entre Johanna y yo. Una explosión de sexualidad sin tapujos es lo primero que me llama la atención; siempre hemos sido educadas en no hablar de nuestra sexualidad, no mostrarla, ser recatadas y, sobre todo, no demostrar que hay algún aspecto o persona en tu vida que te genera algo de calor.
La diferencia más palpable entre Johanna y yo es el entorno, mientras que yo viví en un entorno familiar tradicional de cultura católica, ella vive en una familia que podría definirse como hippie sin demasiadas normas ni tabúes. ¡Incluso el diario que escribía sólo para mí con algún que otro secretillo es mojigato al lado de esta maravillosa novela!
Cómo se hace una chica nos muestra todas esas inseguridades que hemos tenido en esas edades y cómo la protagonista las intenta superar de las formas más originales. No he podido dejar de reír con cada una de sus ocurrencias, que son totalmente creíbles desde una mente adolescente que piensa que tiene la respuesta a todo o que quiere averiguarla por sí misma. Temas como el bullying, los cánones de belleza, la masturbación, el sexo, las drogas, las relaciones familiares, las amistades y el trabajo se entrelazan de una forma tan magistral que, a pesar de lo desastrosas que pueden ser las decisiones de Johanna, no puedes evitar sentirte ella.
Si eres una persona conservadora a la que no le preocupa en absoluto el mundo interior de una chica/mujer, o te escandaliza el sexo, no te molestes en abrir este libro. ¡No! Mejor ábrelo y empápate de él, porque será una medicina perfecta, el ejercicio de empatía que se te prepara con este novelón te va a dejar la cabeza patas arriba.
Una familia numerosa y desordenada de padre alcohólico con aires de estrella del rock y madre con depresión posparto; todo ello con pocos recursos económicos. Ese es el marco en el que la protagonista inicia su viaje hacia la vida adulta, hace borrón y cuenta nueva, cambia de nombre, busca trabajo, cambia de entorno social y se crea a sí misma, no sabe si bien o mal, eso lo va aprendiendo por el camino.
Bucear por el universo femenino no es fácil, cada persona es un mundo y, si es el de una mujer, es un mundo que normalmente nace enterrado y vive oculto en la mente de cada una de nosotras. Verlo abrirse al mundo de una manera tan desenfadada y natural nos tiene que quitar muchos pesos de encima para expresar las cosas que sentimos ante la vida y que son limitadas por la estructura y el sistema en el que nos ha tocado vivir.
Si ahora volviese a los 15 años elegiría ser un poco más Johanna, no me habría costado tanto dejarme ser yo.