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Despolitizar la Vaquilla Despolitizar la Vaquilla

Despolitizar la Vaquilla

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Javier Gascó
“Pedro Sánchez, hijo de p***”. En la plaza del Torico desbordaba el jolgorio, la alegría, el buen rollo. Y de pronto, “Pedro Sánchez, hijo de p***”. Entonado por decenas, quizás centenas de voces a coro, en un unísono descontextualizado que no llego a comprender. El presidente del Gobierno no es santo de mi devoción, ni mucho menos, pero me cansa observar cómo se politiza todo, hasta algo tan puro y desideologizado como la puesta del pañuelo de Teruel, en la que la inmensa mayoría de quienes asistimos lo hacemos con la pretensión de divertirnos, de hacer piña, de compartir algo que nos une. Pero no. “Pedro Sánchez, hijo de p***”. Sin venir a cuento. Respeto las opiniones cuando son sosegadas y constructivas, pero detesto el radicalismo. Y me atemoriza un poco ver que vivimos en un mundo en el que cada vez hay menos de lo primero y más de lo segundo. 

No me gusta que me politicen la Vaquilla. Y considero que no debería ser necesario escribir esto. Las fiestas de Teruel no se pueden utilizar como excusa para enzarzarse o arrear a quien no piensa como uno, por muy enfadado que estés o por muy lícito que sea tu enfado. 

“Conjunto de actos organizados para la diversión o disfrute de una colectividad” es la definición que la RAE recoge para la palabra “fiesta”. Increpar a pleno pulmón de forma ofensiva contra una persona, sea quien sea, erosiona la esencia de la Vaquilla, que desde siempre ha pretendido ser un momento en el que poner en valor la felicidad, la alegría y el placer. Si de verdad tienes rabia contra la corrupción del Gobierno, movilízate como es debido. 

Quizás el lector note algo de hostilidad en mis palabras, pero en realidad estoy contento. Porque yo sí sé disfrutar estas fiestas. Y lo hago derramando mucho vino, sonriendo a toda la gente con la que me cruzo y siendo un buen ciudadano. Divirtiéndome como no me divierto el resto del año y compartiendo todo lo que soy con los míos. Y a quien no le guste eso, que se peine.