

Me fascina pensar en el paso del tiempo. Este domingo lo he hecho bastante. Quizás por ser el Día de la Madre y empezar a ver a través de las redes sociales gente de mi edad que empieza a celebrarlo desde un escenario distinto al de ser hijo. Quizás por cumplirse 27 años de mi llegada al mundo. O quizás simplemente porque me tocaba trabajar de nuevo en domingo y eso hace reflexionar acerca de la vida a cualquiera.
El caso es que cada cierto tiempo lo hago y siempre llego a una pregunta a la que veo imposible encontrarle una respuesta: “¿Y qué será de mí en equis tiempo?”. Al rato de confabular sobre una infinidad de posibilidades me canso y concluyo el dilema con un contundente: “Ni lo sé ni me importa”.
Saber el futuro es atractivo pero realmente le quita el sentido a todo lo que nos ocurre en el día a día. Aunque en ocasiones el tiempo simplemente es una rueda. Pasa con las hijas que un día son madres para más tarde ser abuelas, con los hijos que son padres para más tarde ser abuelos e incluso con los hijos que no son nada más que hijos pero en su día pasaron de ser adolescentes a adultos y de ahí a convertirse en ancianos.
También pasa en la política. Viendo el pleno de la Diputación de Teruel de esta semana (no me pregunten, yo tampoco sé qué hacía viéndolo) me daba cuenta de ello. Los que hoy están en la oposición cargan contra el periódico de la Diputación porque está en manos de una Diputación gobernada por un partido que cuando estaba en la oposición hacía exactamente lo mismo. Hoy unos defienden una cosa y los otros la otra. ¿Y al periódico quién?
Sinceramente, creo que es oportuno hacerlo, esté quién esté al frente y sin entrar en discursos simplistas sobre manipulación de noticias, intereses ocultos o retoques de fotos, porque al fin y al cabo el Diario es el mejor almacen del paso del tiempo. Y más en una provincia como la de Teruel.
El caso es que cada cierto tiempo lo hago y siempre llego a una pregunta a la que veo imposible encontrarle una respuesta: “¿Y qué será de mí en equis tiempo?”. Al rato de confabular sobre una infinidad de posibilidades me canso y concluyo el dilema con un contundente: “Ni lo sé ni me importa”.
Saber el futuro es atractivo pero realmente le quita el sentido a todo lo que nos ocurre en el día a día. Aunque en ocasiones el tiempo simplemente es una rueda. Pasa con las hijas que un día son madres para más tarde ser abuelas, con los hijos que son padres para más tarde ser abuelos e incluso con los hijos que no son nada más que hijos pero en su día pasaron de ser adolescentes a adultos y de ahí a convertirse en ancianos.
También pasa en la política. Viendo el pleno de la Diputación de Teruel de esta semana (no me pregunten, yo tampoco sé qué hacía viéndolo) me daba cuenta de ello. Los que hoy están en la oposición cargan contra el periódico de la Diputación porque está en manos de una Diputación gobernada por un partido que cuando estaba en la oposición hacía exactamente lo mismo. Hoy unos defienden una cosa y los otros la otra. ¿Y al periódico quién?
Sinceramente, creo que es oportuno hacerlo, esté quién esté al frente y sin entrar en discursos simplistas sobre manipulación de noticias, intereses ocultos o retoques de fotos, porque al fin y al cabo el Diario es el mejor almacen del paso del tiempo. Y más en una provincia como la de Teruel.