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¿Por qué se cree que Napoleón era bajito? ¿Por qué se cree que Napoleón era bajito?

¿Por qué se cree que Napoleón era bajito?

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Javier Sanz

La película de Ridley Scott Napoleón, que se estrenó el pasado fin de semana, ha recibido palos a diestro y siniestro por su falta de rigor histórico y por el retrato que se genera del llamado “pequeño corso”. Yo, como es una película, con sus requeridas y lógicas licencias artísticas, y no un documental que, en teoría, deba ceñirse a la realidad histórica, me abstendré de hacer comentarios y me centraré en lo del “pequeño corso”.

En cuestión de tamaños y dimensiones, casi todo es relativo. Todo depende de con quién o con qué se compare. Y parece lógico pensar que, para decir de alguien, en este caso Napoleón, que es alto o bajo, la altura media de la época sería un referente válido. Así que, si la altura media en Francia durante finales del XVIII y comienzos del XIX era de 164 centímetros y Napoleón medía 169, ¿por qué ha llegado hasta nuestros días la idea errónea de que era bajito? -incluso era un poco más alto que el inglés promedio (168 centímetros)-. Pues por culpa de dos personajes: el propio Napoleón y el caricaturista británico James Gillray.

En 1804 Napoleón Bonaparte creó la Guardia Imperial, un cuerpo de élite dentro de la Grande Armée que inicialmente se encargaba de la seguridad personal del emperador. Con el tiempo, esta unidad se convirtió en el cuerpo principal en combate y fiel reflejo del poderío militar francés de la época. Para formar parte de este grupo elitista había que cumplir una serie de requisitos, como haber servido un mínimo de 8 años en el ejército, saber leer y escribir, haber demostrado valor en la batalla… y tener una altura mínima: 178 centímetros para los Granaderos o 173 para los Cazadores. Así que, si el grupo de soldados que rodeaban a Napoleón constantemente eran significativamente más altos que él, es lógico que éste pareciese bajito.

Y el otro responsable fue James Gillray (1756-1815), un caricaturista británico famoso por sus ilustraciones basadas en sátiras sociales y políticas, siendo especialmente incisivo con el rey Jorge III y Napoleón. Como ejemplo, dos de sus ilustraciones, basadas en Los viajes de Gulliver, en las que representó al rey Jorge III y a un insignificante Napoleón…