El nombre propio de la semana en Teruel es el de Alfonsito, un turolense que se ha viralizado tras aparecer en pleno horario de prime time con un método de conquista cuanto menos particular en el programa First Dates. Uno de esos personajes que sin saber muy bien cómo de la noche a la mañana surgen de la nada y empiezan una carrera hacia la fama. Solo el tiempo y sus siguientes apariciones en la escena pública determinarán la duración de la misma, pero la semilla ya está plantada. Es su momento. La gente le parará por la calle para elogiar su particular estilo de cortejo.
En principio no verá la cara B de la fama, esa que tan bien conocen otros personajes de este estilo surgidos en Teruel. ¿Quién no recuerda al joven de la piscina de la Fuente Cerrada y el calvario que le tocó sufrir tras su minuto de gloria?
Cuando las cosas pintan bien a todos nos gusta esa pizca de protagonismo, ya sea para alimentar nuestro ego o para conseguir algún tipo de beneficio social, económico o profesional. Pasa con este tipo de personajes a los que las redes encumbran desde el instante en el que consiguen dejar unos cuantos likes, pero también con deportistas, artistas y, como no, con políticos. Pero, ¿qué pasa cuando todo se tuerce?
Al contrario de lo que suelen hacer estos personajillos tan particulares a los que tendemos a convertir en héroes, que en cuanto se ven con el agua al cuello optan por tomar el mismo camino de regreso al anonimato por el que alcanzaron la fama, algunos con mayor fortuna y otros con una huella que no logran borrar, a los políticos les suele costar más dar ese paso.
La paciencia es un arte en el que el político en apuros es experto. Quizás alguno que otro debería aprender de Alfonsito y sus antecesores. ¿O acaso el PP estatal no gozaría de una situación mucho más tranquila si los que tuvieron que haberse apartado del cargo en alguna comunidad autónoma afectada por la peor catástrofe natural de la historia en su día lo hubieran hecho?
En principio no verá la cara B de la fama, esa que tan bien conocen otros personajes de este estilo surgidos en Teruel. ¿Quién no recuerda al joven de la piscina de la Fuente Cerrada y el calvario que le tocó sufrir tras su minuto de gloria?
Cuando las cosas pintan bien a todos nos gusta esa pizca de protagonismo, ya sea para alimentar nuestro ego o para conseguir algún tipo de beneficio social, económico o profesional. Pasa con este tipo de personajes a los que las redes encumbran desde el instante en el que consiguen dejar unos cuantos likes, pero también con deportistas, artistas y, como no, con políticos. Pero, ¿qué pasa cuando todo se tuerce?
Al contrario de lo que suelen hacer estos personajillos tan particulares a los que tendemos a convertir en héroes, que en cuanto se ven con el agua al cuello optan por tomar el mismo camino de regreso al anonimato por el que alcanzaron la fama, algunos con mayor fortuna y otros con una huella que no logran borrar, a los políticos les suele costar más dar ese paso.
La paciencia es un arte en el que el político en apuros es experto. Quizás alguno que otro debería aprender de Alfonsito y sus antecesores. ¿O acaso el PP estatal no gozaría de una situación mucho más tranquila si los que tuvieron que haberse apartado del cargo en alguna comunidad autónoma afectada por la peor catástrofe natural de la historia en su día lo hubieran hecho?
