Ni un copo

Cuenta la leyenda que un día nevó -y cuajó- en Teruel capital. Al menos eso es lo que recuerdan mis compañeros de la redacción. Yo, que llevo aquí ya un par de años y que he visto la nieve en ocasiones contadas a lo largo de mi vida, no sé si creerles. ¿Mito o realidad?

No lo tengo claro. Y menos después de que esta semana todos los meteorólogos pronosticasen una Filomena 2.0 para toda la provincia y finalmente cayesen cuatro copos en las zonas donde lo habitual es que caigan más de cuatro copos.

Con esto no quiero decir que la culpa sea de esos gurús modernos que estudian a conciencia mapas de isobaras y presiones. Faltaría más. Los pronósticos cambian de un día para otro y atinar debe ser complicado. Si a mí me cuesta semana tras semana acertar la alineación titular del CD Teruel para el partido del fin de semana, no quiero ni pensar en los desastres que sería capaz de hacer con una previsión meteorológica.

Eso sí, leyendo por Twitter -lugar de culto para este tipo de asuntos- a expertos en la materia dicen que es de las peores meteduras de pata de los últimos tiempos. Todo el mundo se equivoca, pero hay errores más groseros que otros por las consecuencias que arrastran.

En el caso de Teruel, un buen puñado de niños se quedaron sin poder ir al cole -bendito problema para ellos- debido a la cancelación de las rutas escolares. Más vale prevenir que curar, pero anular los buses el día que mejor estaban las carreteras y permitirles circular los dos días siguientes, con peores condiciones, mucho sentido no tiene.

Polémicas aparte, con estas líneas puede parecer que tenga ganas de que nieve. Así es. Mi condición de valenciano me hace tener ganas de ver todo teñido de blanco, aunque solo sea durante 24 horas.

Pero no soy el único. El Ayuntamiento de Teruel ha organizado un taller práctico de montaje de cadenas y, aunque la foto que ha utilizado para anunciarlo refuerce mi idea de que la nieve en Teruel es un mito, igual me apunto. Así, al menos, voy preparándome para la siguiente megaborrasca, que seguro que es la buena.