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José Baldó
Una noche cualquiera te sientas frente al televisor y descubres que el tiempo ha pasado y te has convertido en… tu abuela. La misma que, cuando eras pequeño, cada domingo por la tarde disfrutaba con los simpáticos misterios de Jessica Fletcher, ese imán para los crímenes inspirado en la mismísima Agatha Christie y el teniente Colombo con aspecto de dulce ancianita. Televisión Española ha decidido aliviar nuestras noches de canícula estival recuperando la mítica serie Se ha escrito un crimen; el clásico whodunit protagonizado por la imperturbable Angela Lansbury que permaneció en antena entre los años 1984 y 1996, con un total de 264 capítulos. Los amantes de la nostalgia tienen una cita con esta escritora cotilla cada martes en la 2, a partir de las 22 horas. Créanme, es mano de santo contra el insomnio.
    
Para los que busquen emociones fuertes y un lenguaje visual más elaborado, HBOMax ha estrenado recientemente la miniserie de 6 capítulos, Círculo cerrado. Un thriller con aroma de noir clásico escrito por Ed Solomon y dirigido por el prestigioso cineasta Steven Soderbergh. El director que inició su carrera en 1989 con la laureada película Sexo, mentiras y cintas de vídeo, es un realizador todoterreno capaz de levantar grandes proyectos comerciales (la saga Ocean’s eleven) y, al mismo tiempo, sentirse cómodo con los austeros presupuestos del cine ‘indie’. En su filmografía hay títulos tan interesantes como El halcón inglés, Un romance muy peligroso, Erin Brockovich, La suerte de los Logan, Traffic (por la que recibió el Óscar a mejor director) o su film más reciente, el excelente drama criminal Kimi protagonizado por Zoe Kravitz disponible también en HBOMax. En esta ocasión, Soderbergh nos propone una historia inspirada en la obra maestra de Akira Kurosawa, El infierno del odio (1963). Al igual que en el clásico del cine japonés, un secuestro fallido destapa un complejo relato de venganza y saca a la luz secretos familiares, viejas rencillas y un crimen del pasado que merece ser castigado.
    
En la escena inicial, el asesinato de un importante miembro de la mafia guyanesa es interpretado por la jefa del clan como el resultado de una supuesta maldición que persigue a su familia. Para librarse de ella, debe hacer justicia a un trágico episodio acaecido 20 años atrás que les relaciona con un mediático chef y su imperio gastronómico valorado en millones de dólares. Un excéntrico punto de partida que, en manos de Soderbergh, se convierte en un thriller de alto voltaje capaz de sortear la inverosimilitud y los giros de guion más rocambolescos, y convertirse en una de las ficciones más adictivas de la temporada.
    
Uno de los puntos fuertes de Círculo cerrado es su condición de historia coral. Un relato de vidas cruzadas que une rostros familiares como los de Claire Danes (Homeland), Timothy Olyphant (Justified) y Dennis Quaid (El chip prodigioso) con otros menos conocidos por el gran público. Entre ellos destaca una impresionante Zazie Beetz, actriz que hemos podido ver en Joker o en la serie Atlanta, que aquí se mete en la piel de una inspectora obsesionada con el trabajo y que responde al curioso nombre de Melody Harmony.
    
En resumen, si necesitan algo más fuerte que las tazas de té de Jessica Fletcher para sobrellevar sus noches de verano, les invito a meterse entre pecho y espalda un buen lingotazo de este Círculo cerrado de alta graduación. Por si fuera poco, Dennis Quaid se atreve a dejarse la mejor coleta vista en televisión desde los, ya lejanos, tiempos de Pablo Iglesias. Sin duda, una de las series del verano.