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'It': 'Bienvenidos a Derry' 'It': 'Bienvenidos a Derry'

'It': 'Bienvenidos a Derry'

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José Baldó
Desde que Brian De Palma estrenara Carrie en 1976, la obra de Stephen King se ha convertido en una mina de oro de ideas y argumentos originales para Hollywood. Sus novelas y relatos cortos han sido trasladados en numerosas ocasiones al cine y la televisión: El resplandor, Cuenta conmigo, La zona muerta, Cadena perpetua o La niebla forman parte de una lista interminable de éxitos literarios con adaptación a la gran pantalla. Solo en 2025, la pluma del escritor estadounidense está en el origen de cuatro estrenos cinematográficos —El mono, La vida de Chuck, La larga marcha y The Running Man— y una serie que se atreve a fabular con los orígenes de uno de los textos más populares de King, su terrorífico best seller It.

La mastodóntica novela de King —1.500 páginas en su edición de bolsillo— ya cuenta con dos versiones anteriores. Una miniserie estrenada en 1990 a la que muchos adultos de mi generación debemos nuestra fobia a los payasos, y, más recientemente, dos películas (2017 y 2019) dirigidas por Andy Muschietti que pasan por ser las cintas de terror más taquilleras de la historia.

Ahora, seis años después, Muschietti vuelve a tomar las riendas de un nuevo proyecto enmarcado dentro del universo de It para la plataforma HBOmax. Bienvenidos a Derry es una precuela del libro de King que especula con el posible origen del mal que atormenta a esa pequeña comunidad del estado de Maine. La serie recupera al icónico payaso Pennywise —también a Bill Skarsgård, el actor que lo encarnó en el cine— y nos ofrece una nueva lectura de los relatos de terror protagonizados por niños, sin nostalgia y con momentos dolorosamente salvajes. 

Desde su impactante escena inicial, el fanático de las emociones fuertes sabe que está de enhorabuena. Los sustos funcionan y las set pieces dan auténtico miedo, pero el conocedor de la obra de King sabe que necesita algo más que un tren de la bruja para honrar al maestro y es ahí donde la serie logra anotarse un tanto: rescata elementos de la novela original —el abuso infantil, un nuevo club de perdedores, la crueldad de los mayores— y los amplia con nuevas tramas —la historia en la base militar, el racismo— y personajes sacados de otros libros de King como Dick Hallorann, el cocinero del Hotel Overlook que se comunicaba telepáticamente con Danny Torrance en El resplandor. 

El horror está servido

Derry, 1962. Un niño al que presumimos solitario y maltratado —lleva moratones por toda la cara y se aferra a un chupete como si fuera un bebé— es recogido por un coche en mitad de la noche. Esa será la última vez que alguien tenga noticias del muchacho. Los pocos amigos que tenía se ocuparán de investigar lo sucedido; especialmente, Lilly, una joven que acaba de salir de una institución psiquiátrica y que todavía arrastra las secuelas de la traumática muerte de su padre. Al mismo tiempo, un oficial de las fuerzas armadas llega al pueblo para ocupar un puesto relevante en la base militar; allí se están llevando a cabo unas misteriosas excavaciones en busca de “algo” que puede suponer una importante ventaja del ejército estadounidense sobre la amenaza soviética. 

La serie recoge el testigo del libro de King y de sus más recientes adaptaciones, y eleva el listón dejando por el camino imágenes terroríficas y malsanas: una criatura demoníaca con alas y dientes afilados, un cine convertido en una sangrienta carnicería o la visita al supermercado más creepy de todos los tiempos. 

Un consejo: si vienen por Pennywise, tómenselo con calma, el payaso tarda en salir. Mientras tanto, disfruten de su estancia en Derry, un paraíso a lo Norman Rockwell donde todas sus pesadillas se harán realidad.