Fue una mañana del 22 de julio de 1934, en pleno periodo republicano (1931- 1936), cuando se inauguró en Teruel la Biblioteca Pública, que entonces estaba situada en la céntrica Calle Amantes, aprovechando el viaje a la ciudad del ministro de Industria y Comercio Vicente Iranzo Enguita (Cella, 1889-Madrid, 1961).
La presencia del ministro turolense en Teruel inaugurando una biblioteca no fue un hecho casual, sino que hay que reconocer que fue uno de los principales impulsores de la creación de bibliotecas en la provincia de Teruel pues en esos momentos, a decir de la prensa, eran 14 los pueblos (entre ellos Híjar o Santa Eulalia del Campo, por ejemplo) que habían conseguido la creación de otras tantas bibliotecas populares gracias a la labor del de Cella.
Aunque no era de la incumbencia de su departamento, Iranzo se encargaba de remitir a los ayuntamientos de la provincia la documentación pertinente para solicitar al ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes el envío de una biblioteca de varios cientos de libros, cantidad que variaba según el nº de habitantes. Todo ello de acuerdo con el celebrado decreto de creación de bibliotecas de junio de 1932.
Otro de los presentes en el acto fue Miguel Artigas Ferrando, natural del pueblo turolense de Blesa que, entre otras cosas, era director general de la Biblioteca Nacional y que había sido otro de los implicados en la creación de bibliotecas en la provincia. De hecho varias de ellas llevan su nombre. Pues bien, la Biblioteca de la Calle Amantes tuvo, como veremos, una vida fugaz no llegando ni a los cinco años de vida.
Desde el año 1997 se celebra en varios países del mundo el Día Internacional de las Bibliotecas, una iniciativa de la Asociación Española de Amigos del Libro Infantil y Juvenil en recuerdo de la desaparición en 1992 de la valiosa e histórica Biblioteca de la ciudad de Sarajevo (Bosnia-Herzegovina), víctima de un incendio a raíz de un bombardeo en la llamada Guerra de los Balcanes en la antigua Yugoslavia.
Teruel también sufrió la destrucción de un buen número de inmuebles por efecto de los bombardeos y cañonazos de la Guerra Civil y más concretamente de los ocurridos durante la Batalla de Teruel (diciembre, 1937-febrero, 1938) y, entre ellos, el que albergaba la Biblioteca Pública, no la actual que es mucho más tardía (años 50), sino la citada de la calle Amantes que se situaba cerca del Ayuntamiento.
Así pues, queremos con este artículo aprovechar este 24 de octubre que es el Día de las Bibliotecas, para recordar los antecedentes de actual Biblioteca Pública de Teruel de la Plaza del Seminario, que pasan por la destrucción y desaparición de la anterior Biblioteca durante la Guerra Civil y de paso, reivindicar el que las bibliotecas permanezcan libres de cualquier tipo de agresión en los conflictos bélicos al igual que los colegios o los hospitales.
Por el informe de arquitecto del programa de Regiones Devastadas (RRDD) encargado de la reconstrucción del inmueble de la Biblioteca en los años 40, sabemos que se encontraba, como se ha dicho, en la Calle Amantes “ubicada en una antigua casa que anteriormente era un almacén del Ayuntamiento y que este cedió al Estado para alojar en él la Biblioteca”. Se entiende que era “pública”, esto es, abierta a todas las personas la ciudad que quisieran hacer uso de sus libros, y que el “almacén” sufrió reformas posteriores para adaptar el local a su nueva función pues se afirmaba que “se abrieron dos grandes ventanales que son los que daban luz a la sala”.
Conocemos una parte de la descripción interna así como externa que también aparece en dicho documento que va fechado en 1943: “Constaba de dos plantas, excepto en la parte correspondiente al hueco de la escalera que tenía tres plantas aun cuando esta última era propiedad del colindante. Se reformó entonces, sacando la fachada que estaba remetida…” El citado arquitecto de RRDD también incluía otros datos físicos como dimensiones o materiales de los que estaba construida que, como es lógico y razonable, omitimos.
También daba información de los lugares y las dependencias de la Biblioteca que mayor destrucción habían sufrido: “Destruida [en] su totalidad la parte destinada a servicios y a archivo del protocolo, correspondiente a la crujía detrás de la escalera. Cubierta destruida en parte y el suelo de la segunda planta, cristalería completa y parte de la tabiquería, carpintería y calefacción”. Lo que no explicaba esta persona era la destrucción o la desaparición de ejemplares bibliográficos por efecto de la acción bélica aunque suponemos que fueron considerables.
De acuerdo con el plano que adjuntamos y que procede del Archivo Histórico Provincial de Teruel (sección RRDD) parece que en los años 40 hubo planes e intenciones de restaurar el inmueble y tal vez se hizo, pero seguramente ya no se recuperó la Biblioteca hasta que en 1953 Franco inauguró la Biblioteca Pública actual en la Plaza del Seminario.
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