Síguenos
Las escuelas racionalistas del Bajo Aragón (I) Las escuelas racionalistas del Bajo Aragón (I)
Grupo de desterrados desde Barcelona a Alcañiz

Las escuelas racionalistas del Bajo Aragón (I)

banner click 244 banner 244
Serafín Aldecoa

Hacia el 20 de agosto de 1909 un grupo de viajeros arribaban desde Barcelona a la estación de ff.cc. de La Puebla de Híjar donde estuvieron controlados en todo momento por doce  guardiaciviles. Según Juan Avilés, eran, ente otros, el gran líder del anarquismo pacífico Anselmo Lorenzo y su familia, José Ferrer y su mujer María Fontcuberta y, entre los recién llegados, destacaremos a Soledad Villafranca.

Allí permanecieron unas horas hasta que el tren correo de Zaragoza los trasladó a Alcañiz a donde llegaron para hospedarse en la fonda de Isidro Morera en calle Alejandre. Todos llegaban desterrados desde Barcelona a raíz de los sucesos acaecidos durante la denominada Semana Trágica de 1909, mientras que Francisco Ferrer i Guardia, el líder, permanecía encarcelado en  Montjuic a la espera de ser sometido a un arbitrario consejo de guerra acusado de ser el instigador de los sucesos acecidos en esos días y que le llevarían al paredón en octubre, tras una condena a pena de muerte

Soledad, a la que le dedicamos una entrega ya, era en esos momentos la pareja sentimental de Ferrer i Guardia que tradicionalmente está considerado como el fundador de la Escuela Moderna a principios del siglo XX en la ciudad de Barcelona. A partir de entonces, las  escuelas racionalistas que seguían el ideario de Ferrer proliferaron por la ciudad condal produciendo un gran escándalo entre la burguesía, siendo perseguidas por las autoridades del momento y rechazadas frontalmente por la Iglesia.

Antes de proseguir, hay que apuntar que Soledad Villafranca siempre aparecía en las informaciones en un segundo plano, obscurecida por la personalidad de Ferrer i Guardia, pero lo cierto es que también fue fundadora y regidora de escuelas racionalistas  de tal manera que un estudio más profundo de este movimiento pedagógico, seguramente, le daría más protagonismo que el que la historiografía le ha concedido hasta ahora, pero debido a su belleza y a los prejuicios de la época, siempre fue más valorada por ser "una elegante y hermosa mujer" y "por ser la mujer de", que por su valía profesional con lo que, a veces, se le presentaba como "pelandusca" y como  una "mujer fatal" para los hombres.

Publicación de la CNT

No es de extrañar esta persecución de las escuelas racionalistas de Ferrer  porque sus principios pedagógicos chocaban con la mentalidad dominante de la época pues eran considerados revolucionarios -ahora también lo serían, seguramente-  al defender en esos momentos el librepensamiento o estudios a la luz de la razón; la coeducación compartiendo espacios niños y niñas; el laicismo con la religión fuera de la escuela y sin dogmas; la formación naturalista con salidas al campo,  no exámenes, no premios ni castigos, una educación interclasista, ejercicios al aire libre, no autoritarismo..., pero es que además, el pedagogo Ferrer i Guardia fundó su propia editorial de la Escuela Moderna que abastecía de libros escolares a las escuelas y maestros que se identificaban como racionalistas.

Uno de ellos fue un turolense, Fabián Palasí (o Palatsí) Martín, nacido en la Hoz de la Vieja en 1848 que trabajó en estas escuelas de Barcelona. Publicó, entre otras, obras como "La Naturaleza y la Industria" y "Compendio moral universal de la condición humana", que tuvo cierta difusión en su día ya que se recomendaba para docentes laicos y que  incluía al final un apéndice con la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.

Como decimos, estas escuelas racionalistas en las que trabajó Soledad Villafranca se extendieron por Barcelona y sufrieron todo tipo de persecuciones y cierres, pero nos interesan porque su ideario y sus maestros racionalistas, debido a la proximidad geográfica con el Matarraña, llegaron hasta algunos pueblos  de esta comarca del norte de Teruel, incluso a otros más alejados pertenecientes el Bajo Aragón histórico (partidos judiciales de Híjar, Alcañiz y Valderrobres). Todo en el periodo histórico anterior a la II República (1931).

Junto al caso de Mas de las Matas del que nos ocuparemos en la próxima entrega, el caso más significativo -y seguramente uno de los más tempranos- de creación de una escuela racionalista fue el de Valderrobres, capital del Matarraña. Allí los vecinos habían fundado una sociedad de socorros mutuos denominada la Unión Valderrobrense después de la I Guerra Mundial (hacia 1919), la cual, con el paso del tiempo, creció en afiliación de tal manera que, según la publicación "Comarcal de Valderrobres, sus luchas sociales y revolucionarias" (ediciones "Cultura y Acción") cuya autoría se suele atribuir a Julián Floristán, "se adhirieron la casi totalidad de los que vivían del trabajo, ya fueran independientes o asalariados, además de los artesanos y algunas gentes liberales".

La sociedad compró un inmueble en la Calle Llana, cerca de la plaza, que fue restaurado convenientemente para instalar en él una sala de café, cooperativa de consumo, salón de baile y reuniones e incluso, al ser una sociedad de socorros mutuos, se firmaron dos seguros: Uno para asistir a los enfermos o heridos en caso de accidente en el trabajo y otro de caballerías que consistía en indemnizar a los adherentes por la pérdida de animales de trabajo, hecho este que suponía una gran desgracia para labradores y campesinos.

Boletín de la Escuela Moderna de 1909

El autor de la "Comarcal de Valderrobres" proseguía apuntando que “sus componentes pensaron inmediatamente en la instrucción de los niños organizando una Escuela Moderna para lo cual trajeron de Barcelona un maestro racionalista que más tarde fue reemplazado por otro (socialista) llamado Paredes que aún continuaba cuando la sublevación fascista”.

Sin llamarse republicana, la Unión Valderrobrense “poseía un alto grado de republicanismo con  gran dosis de anticlericalismo”, según la Comarcal, por lo que durante la Dictadura de Primo de Rivera tuvieron que capear el régimen como pudieron. Con todos estos antecedentes, no es de extrañar que nada más proclamarse la República, en el mes de mayo, se constituyese en Valderrobres una Liga Laica que ya había iniciado las gestiones para ser legalizada en 1930. Habría que pensar en la influencia que tuvo esta escuela racionalista y obrerista en el gran desarrollo que tuvo posteriormente en Valderrobres el anarcosindicalismo de la CNT y la expansión de las ideas laicistas en el municipio.

El redactor recomienda