Alberto Closas: El actor de la elegancia y el oficio en el cine y teatro español del siglo XX
Nacido en Barcelona en 1921, conoció la amargura del exilio tras la guerraEn España muy poca gente repara dentro de la historia del cine español, de la condición de catalán del actor, nacido en Barcelona y cuyo nombre completo era Alberto Closas Lluró; hijo de Rafael Closas Cendra que fuera Conseller de la Generalitat de Catalunya y evidentemente tras el triunfo de los sublevados en 1939 la familia se exilio en Paris primero y más tarde emprendió el camino del cono sur americano, donde se afincaron en Buenos Aires y más tarde en Santiago de Chile.
Una sólida formación
En Santiago coincide nada menos que con la gran Margarita Xirgu, otra exiliada que lejos de España ha formado su propia compañía y además tiene en la capital chilena abierta una academia, donde Alberto Closas inicia sus estudios de Arte Dramático. Se debe reseñar que Closas por la posición de su familia en la sociedad barcelonesa de antes de la guerra, había estudiado en Barcelona y París, y cuando estalla la sublevación que desemboca en la contienda civil, se encuentra estudiando en el Petit Lycée de Talance en Burdeos, en los primeros años de la década de los cuarenta pasa a formar parte de la compañía de Margarita Xirgu, y es integrante del elenco que estrena en tierras sudamericanas Mariana Pineda de Federico García Lorca, no hay que olvidar que Margarita Xirgu fue sin duda la gran actriz de las obras de Lorca y en su andadura por los escenarios de medio mundo el poeta de Granada estuvo en su repertorio de manera fundamental.
En las tablas bonaerenses Alberto Closas estrena también El Adefesio de Alberti, su capacidad interpretativa es ampliamente aplaudida, de ahí que cuando establece su residencia en la capital argentina, la llamada del cine no se hace esperar, un cine argentino que vive momentos dorados. La película Brigada 21 fue su primera incursión en el cine argentino, pero será en 1949 con Danza del fuego cuando será galardonado por el cine de Argentina.
España, el regreso
Corre el año 1954, Juan Antonio Barden piensa en Alberto Closas para interpretar Muerte de un ciclista, la que será su gran obra maestra y una producción de culto del cine español. Evidentemente pronto traeremos a estas líneas el genial largometraje de Barden, a Closas su primera película en España le abre las puertas del cine patrio y sobre todo la consideración de la profesión.
El final de la década de los cincuenta tras ese primer éxito, lleva a Closas a rodar con Julio Coll una película de aroma policiaco titulada Distrito Quinto (1956) trabajará en 1959 bajo la dirección de Edgar Neville, en El Baile, basada en una obra del propio Neville inmediatamente después se pone de nuevo a las órdenes de Julio Coll para rodar El traje de oro, una cinta cuya banda sonora estaba compuesta por el genial Xavier Montsalvatge, pero será la década siguiente los sesenta los que verán el éxito rotundo de Alberto Closas en la gran pantalla.
La Familia uno y dos
Las dos películas que bajo la dirección de Fernando Palacios son punto de referencia taquillera en la historia del cine Español. En diciembre de 1962 se estrena el primer largometraje La gran familia, que aunque para muchos críticos representa algunos de los ideales de la sociedad del momento a la que se califica como segundo franquismo, tiene tintes de comedia que fueron del gusto del gran público, Closas padre de familia, representa a un padre de familia modélico, con la autoridad propia de la época y dosis de cariño, sin duda la interpretación del actor catalán fue decisiva en una cinta que tiene humor, romanticismo, alguna carga incluso erótica pero bien administrada con el paraguas de la castidad y el emotivo momento del extravío de Chencho, que sería del cine español sin la perdida de Chencho en el mercadillo de navidad de la plaza mayor de Madrid, sería una secuencia incompleta sin duda, y bueno, Pepe Isbert mago y maestro, pieza fundamental de nuestro cine.
Con el éxito bajo el brazo Pedro Masó productor de talento y de nuevo nuestro aragonés Fernando Palacios, doblan la apuesta en 1965 En la familia y uno más, de nuevo la colaboración de Salvia en el guión, aunque esta vez se incorpora Vicente Coello en lugar de Antonio Vich. La cinta multiplica el tono de comedia y como curiosidad supone la primera película en la que trabaja un entonces jovencísimo José Sacristán. Estirará Pedro Masó la saga con una nueva entrega en 1979, con el argumento de una reunión en torno a un patriarca, en el que el papel ya de Alberto Closas será de gran madurez y jubilación. Con todo eso, títulos como El Taxi de los conflictos (1969) de Sáenz de Heredia, Últimas tardes con Teresa (1984) o Esquilache (1989), y un modesto papel en El maestro de esgrima (1992) película de Pedro Olea, basada en la novela de Arturo Pérez Reverte, serán algunos de los largometrajes más importantes de su trayectoria cinematográfica.
Actor clásico en Argentina
En 1945, Alberto Closas trabajó en La pródiga junto a Eva Duarte, eran los primeros tiempos de la relación entre la actriz y Juan Domingo Perón. La película no vería la luz, pero en la vida de Alberto Closas fue fundamental en su trayectoria. Tal como se relata en el libro A un paso de las estrellas sobre el actor, Closas dejaba las llaves de su casa a Evita y Perón para sus encuentros secretos. En 1949 los escritores cinematográficos argentinos reconocieron su trabajo concediéndole el premio al mejor actor por su papel en Danza de fuego (1949), Al cine argentino volvió en ocasiones, como en 1975 para rodar a las ordenes de Rodolfo Costamagna Bodas de Cristal, en 1979 trabajaría con Mario David en La Rabona, pero hay una película con una historia peculiar en su trayectoria argentina y no es otra que De Halcones y Palomas, de 1986, dirigida por Mario Cañazares, un film que nunca llegó a estrenarse
