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Como 'Atticus Finch' Como 'Atticus Finch'

Como 'Atticus Finch'

José Baldó

Escribía Azorín que “el cine apacigua el ánimo; entregado al presente, nos desentendemos de la obsesión del ayer y de los cuidados del mañana”. A lo largo de mi vida, en los momentos más duros, las películas han sido el refugio donde he encontrado la paz. Son muchas las veces que he visto a Jack Lemmon escurrir espaguetis con una raqueta, a Donald O’Connor bailar por las paredes desafiando a la gravedad o a Cary Grant corriendo por un maizal sintiendo la muerte en los talones. El cine me ha ayudado a sobrellevar el desamor, superar dolorosas pérdidas o, simplemente, mitigar las frustraciones de un mal día en la oficina. Mi adicción al celuloide es tan grande que a veces me cuesta dejar de lado la ficción para enfrentarme a la realidad.

La semana pasada, una injusticia flagrante ponía fin a una época dorada en la historia de Diario de Teruel. Casi 30 años en la casa, los doce últimos como director, avalan a Chema López Juderías como uno de los grandes periodistas aragoneses de nuestro tiempo.

Turolense de pro, amigo fiel de sus amigos, y culpable de que tipos como yo colaboremos semanalmente en las páginas de este diario. Apenas le hizo falta una llamada para sucumbir a sus encantos; participar en el periódico de mi ciudad y encima escribir sobre cine y series (lo que te dé la gana, dijo él) era una oferta imposible de rechazar.

Siempre he pensado en Chema como en un moderno Atticus Finch.

Ya saben, el inmortal héroe de la novela Matar a un ruiseñor que en la gran pantalla tuvo la fortuna de ser interpretado por Gregory Peck.

Integridad, humanidad y nobleza son cualidades que ambos comparten; al popular actor le llevaron a ganar un Oscar en el año 1963 y al bueno de López Juderías, seguir fiel a sus ideales no le ha dado más que disgustos. Profesional incansable, periodista de la vieja escuela, Chema podría compartir redacción con Dustin Hoffman y Robert Redford, las dos estrellas que dieron vida a los Woodward y Bernstein que destaparon el caso Watergate en Todos los hombres del presidente.

O tal vez, junto a Cary Grant y Rosalind Russell en el clásico Luna nueva ametrallando diálogos ingeniosos, uno tras otro, en una de las mejores comedias de la historia del cine.

En la muy reivindicable Al filo de la noticia, demostrando su buen hacer frente a las cámaras y su experiencia en los primeros años de la extinta Tele Teruel; incluso, como parte del elenco de The Paper. Detrás de la noticia junto a Michael Keaton y un reparto coral de estrellas de la talla de Glenn Close, Marisa Tomei o Robert Duvall.

La redacción de un periódico nunca descansa y en las oficinas del The New York Sun estoy convencido de que Chema se encontraría como pez en el agua.

Charles Chaplin decía que “el tiempo es el mejor autor: siempre encuentra un final perfecto”.

En el cine, como en la vida, a veces el telón se descuelga antes de hora y sus pesados cortinajes nos dejan sin presenciar un colofón a la altura de las circunstancias.  Por el momento, nos queda en la boca el sabor amargo de una despedida cruel, sin la gloria y el reconocimiento que Chema merece.

Sin embargo, estoy convencido que el final feliz de esta película no se hará esperar; entonces sí, todos los que le apreciamos y admiramos nos pondremos en pie para la ovación final.

La pantalla se llenará de luz, el volumen de la música subirá y, por fin, el mundo será un lugar un poco mejor. Gracias, Chema.