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'Cuéntame': adiós con el corazón 'Cuéntame': adiós con el corazón

'Cuéntame': adiós con el corazón

José Baldó
Antes de poner a bailar al planeta entero con su Macarena, Los del Río cantaban aquello de “algo se muere en el alma cuando un amigo se va”. Tras 22 años y 23 temporadas, el clan de los Alcántara, convertidos en algo más que amigos de los espectadores, dicen adiós al prime time de TVE.

El 13 de septiembre de 2001, tan solo dos días después del terrible atentado sobre las Torres Gemelas, la televisión pública estrenaba Cuéntame cómo pasó, un retrato de la España contemporánea narrado a través de las vicisitudes de una familia de clase media. Los Alcántara, liderados por Antonio y Mercedes, o lo que es lo mismo, los actores Imanol Arias y Ana Duato, nos proponen un viaje por los acontecimientos más relevantes de nuestra historia reciente y los cambios experimentados por el país desde el año 1968.

Cuéntame bebe directamente de éxitos de la pequeña y gran pantalla como Aquellos maravillosos años (su uso de la voz en off de Carlos Hipólito) y Forrest Gump (la inclusión de los protagonistas en momentos históricos reales), sin olvidar el gran archivo de RTVE puesto a disposición de sus guionistas. Una combinación ganadora que la ha llevado a convertirse en la ficción más longeva de nuestra televisión.

Apenas tenía veinte años cuando se emitió el primer episodio de la serie y nada sabía sobre aquel programa que utilizaba a los míticos Fórmula V para acompañar su cabecera. Hoy, una hipoteca y dos hijos más tarde, Cuéntame sigue presente en mi vida con la misma vigencia que otros clásicos catódicos incontestables como Los Soprano o Doctor en Alaska. Confieso que me perdí durante el trayecto e, incluso, rechacé el arriesgado experimento de la temporada 21 con salto al futuro (al año 2020) e ida de olla a cuenta de la pandemia. A pesar de ello, regresar al mítico barrio de San Genaro y visitar el hogar de los Alcántara supone reencontrarse con unos personajes inolvidables que forman parte importante de la cultura española del siglo XXI.

Esta última temporada promete regalarnos un viaje emocional sin precedentes. Siete capítulos dedicados cada uno de ellos a un miembro de la familia (Mercedes, Antonio, Inés, Toni, Carlos, María y Herminia) que abarcan desde finales de 1994 hasta 2001. Entre otros sucesos, seremos testigos de la llegada de Aznar al gobierno, el asesinato de Miguel Ángel Blanco a manos de ETA e, incluso, el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, un guiño a la fecha real de estreno de la serie.

Nadie ha querido perderse este fin de fiesta y el reparto original vuelve a reunirse al completo. Junto a los patriarcas Duato y Arias, encontramos a María Galiana, Pablo Rivero, Irene Visedo, María Climent y el hijo prodigo, Carlos, interpretado por el genial Ricardo Gómez. Aprovecho la ocasión para romper una lanza a favor de este último, un actor que hemos visto crecer y madurar con el paso de los años. Ya liberado de la etiqueta de estrella infantil, Gómez demuestra su valía como interprete en producciones como La ruta, Romancero  o en el excelente thriller policíaco El sustituto, disponible en Amazon Prime.

Sin temor al espóiler (se desvela al inicio del primer episodio), la muerte de Herminia, la abuela de España, es el único cierre posible a una serie de las que marcan época. Un hito que permanecerá en la memoria seriéfila cañí junto a las lloradas despedidas de Chanquete en Verano azul, Marcial en Médico de familia y Belén Rueda en Los Serrano, fuera o no fruto de un mal sueño.

Visto lo visto, enjugo mis lágrimas y hago de tripas corazón. Me consuela saber que, aunque la desaparición de la familia Alcántara nos haga sentir un poco más huérfanos, por lo menos aún nos quedan Los Simpson.