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José Baldó

 

 

 

 

 

 

 

 

Para aquellos que nos empeñamos en emborronar unas cuantas cuartillas con relatos y proyectos de novela, la idea de escribir y poder vivir de ello se nos antoja una quimera difícil de alcanzar. Un sueño que el escritor Juan Gómez-Jurado ha logrado hacer realidad gracias al esfuerzo continuado de estos últimos 20 años y a un talento que está fuera de toda duda. Descubrí al autor en 2007 con su segunda novela “Contrato con Dios”, un emocionante thriller que conjugaba la narrativa “best seller” de Ken Follett o Clive Cussler con el sentido de la aventura del cineasta Steven Spielberg. A partir de entonces, he sido un fiel seguidor de la obra de Gómez-Jurado y, por supuesto, de las novelas protagonizadas por Antonia Scott que lo han consagrado como el autor más vendido en lengua española. Escribo estas líneas en la soledad de la madrugada. Faltan pocos minutos para las 3 de la mañana y aún tengo el pulso acelerado tras haber devorado los 7 capítulos que componen la serie Reina roja. La gran apuesta de Amazon para esta temporada es la ambiciosa adaptación a la pequeña pantalla de un texto con millones de seguidores en todo el planeta. La buena noticia es que el resultado contentará tanto a los fanáticos de la novela original como a aquellos que se acerquen por primera vez al universo creado por Juan Gómez-Jurado.

Una adaptación insuperable

Antonia Scott es especial. Con un coeficiente intelectual de 242, puede ser considerada la persona más inteligente del mundo. Experta en la resolución de crímenes, en el pasado formaba parte de una organización secreta llamada Reina Roja. Ahora, tras sufrir una terrible desgracia, Scott vive recluida en su ático del barrio de Lavapiés y fantasea a diario con la idea de quitarse la vida.  Un crimen relacionado con las altas esferas y el secuestro de la hija de un poderoso empresario activan de nuevo el proyecto “Reina roja” y conectan a Antonia con Jon Gutiérrez, un policía aficionado a hacer cumplir la ley con métodos poco ortodoxos. Juntos forman un equipo de investigadores poco común que se verá arrastrado a una carrera contrarreloj para resolver un complejo y peligroso rompecabezas. Al frente de la serie, dos actores entregados al reto de encarnar a los personajes más carismáticos de la literatura española reciente. Victoria Luengo y Hovik Keuchkerian dan vida a unos Antonia Scott y Jon Gutiérrez inmejorables. Ella, una mujer marcada por una pérdida personal que debe lidiar con las consecuencias de su extraordinaria capacidad intelectual. A su lado, Jon, un vasco temperamental, fuerte (que no gordo) y gay; el escudero que necesita Antonia para cubrirse las espaldas en esta quijotesca aventura.

La adaptación es brillante en todos los apartados. Desde la primera escena, un espectacular plano aéreo en el que descubrimos a la protagonista, “Reina roja” está diseñada cuidadosamente para dejarnos con la boca abierta. Guiones que hacen justicia a la novela y homenajean a algunos de los grandes iconos del thriller moderno. Sin duda, el personaje de Antonia comparte ADN con la popular Clarice Starling de “El silencio de los corderos”, el Will Graham de la serie “Hannibal” (curiosamente, los dos hijos del novelista Thomas Harris), o la Lisbeth Salander de la saga “Millennium”. Incluso, el villano interpretado por Nacho Fresneda replica la inconfundible melodía que Peter Lorre silba en “M, el vampiro de Düsseldorf”, uno de los primeros ‘serial killers’ de la historia del cine.

“Reina roja” es una montaña rusa donde la acción, el misterio, el humor y los giros sorprendentes no dan un segundo de respiro al espectador. Por si fuera poco, la oferta se completa con una historia de amor (sin sexo), innumerables guiños a la cultura popular y monos furiosos sembrando el caos. Gómez-Jurado puede estar tranquilo, las futuras adaptaciones de “Loba negra” y “Rey blanco” solo son cuestión de tiempo.