Agua Bendita
Lo decía el propio entrenador turolense en la rueda de prensa posterior al partido: “Todo el mundo sabe que el Teruel es un equipo de Vicente Parras”, por tanto queda clarísimo que hay defensa, capacidad de sacrificio, registros y seguridad en el balón, sobre todo el aéreo cuando el rival intenta llegar por ahí a los dominios turolenses. Una de las cosas buenas que tiene el míster rojillo es que no esconde la realidad, el propio entrenador ilicitano reconoce que al Teruel le falta gol, es decir, que si en el capítulo de los tantos marcados hubiera alguno más esto ya sería una fiesta inmensa; pero aún así el equipo se mete de nuevo entre los privilegiados de la clasificación y mira de frente a entidades cuyos números son destacables.
Día de los feos en Pinilla, de esos que mi amigo Fernando Fabregat cuando era directivo del Teruel calificaba como: “Climatología para los más fervorosos del equipo”, y así se presentó el domingo. Desapacible, fresco, húmedo, con incesante lluvia y, aunque es cierto y así se reconoce que el drenaje de Pinilla es eficaz, es evidente que las posibilidades de ver un partido de fútbol de calidad, pase y filigrana sean muy complicadas por no decir imposibles. Por muy bueno que sea ese drenaje –que lo es- el campo se torna pesado, eso sí, para los dos equipos, pero es una circunstancia que elimina la posibilidad de que las artes con el esférico nos lleven a puntos de alta emoción.
Con el conjunto del Algeciras nos visitaba Obeng, majo este chaval, que tanto dio al Teruel en la pasada campaña, uno de los mimbres que tejieron el cesto del ascenso a la actual categoría. La afición de Pinilla le aplaudió cuando dejó el terreno de juego, y le dedicó el tradicional cántico de su etapa rojilla, sin duda un buen recuerdo y una muestra más de la clase que tiene esta afición; no fue la mejor tarde de Obeng ciertamente, el campo no estaba para su juego rápido y electrizante, lo que sin duda evitó riesgos para la defensa del Teruel, pues es un jugador que tiene calidad y rapidez en sus botas.
Venían avisando tanto entrenador como jugadores del potencial del Algeciras, el conjunto del Campo de Gibraltar además venía de ganar al Atlético Madrileño de El niño, y eso no es cualquier cosa. Sobre el mojado césped turolense demostraron los gaditanos ser un conjunto nada fácil, que tienen efectivos de calidad y un buen manejo de balón, todo este ramillete de virtudes pone todavía más en valor la victoria del Teruel, que supo, frente a un conjunto de nivel, hacer valer sus mejores recursos y sobre todo, guardar el resultado cuando éste se tornó favorable. El Algeciras bombeó balones, pero la defensa local impidió que por alto hubiera sustos, y no menos cierto es que Alejandro Palop, a partir del gol y salvo en una ocasión con el balón lamiendo su poste izquierdo, no tuvo que emplearse a fondo.
Está respondiendo Alejandro a las oportunidades que le brinda Vicente Parras, que tiene dos buenos porteros, esto no deja de ser un alivio para cualquier equipo, sobre todo teniendo en cuenta que a la veteranía de Rubén Gálvez se contrapone la juventud de Alejandro. Eso siempre es positivo, e insisto genera tranquilidad. Se consolida también el papel de los jugadores de segunda línea, los que salen desde el banquillo. En el mareo de estadísticas que analiza la competición de este grupo segundo, este es un tema que cada día alcanza más protagonismo. Se comprueba que en la importancia de los resultados positivos de los distintos conjuntos, el papel que juegan los futbolistas que entran en el partido desde el banquillo, así que lo de mover el árbol empieza a ser un clásico muy clásico en el fútbol del siglo XXI.
Próximamente en pantalla un derbi, el Teruel visita Tarazona, cambio de uniforme por coincidencia y un campo, el turiasonense, donde el conjunto local ha dado buena impresión, sin duda un partido importante. Los rojillos del sur a seguir sumando, los del pueblo de Paco Martínez Soria y Raquel Meller a intentar salir de la zona peligrosa donde se han metido aunque parezca mentira con 19 puntos. Tal como está la clasificación se compite hasta por el pelo; bueno en llevarlo en orden Sergio Moreno sigue en lo alto de la clasificación en cuanto a este grupo se refiere.
