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¡Cuidado, que vienen los libros! ¡Cuidado, que vienen los libros!

¡Cuidado, que vienen los libros!

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Javier Hernández-Gracia

Cuidado, atención y DANGER, por si no se ha entendido correctamente, hay libros sueltos y nos pueden atacar en cualquier momento, sobre todo libros sueltos cerca de los niños y jóvenes que pueden ocasionarles males catastróficos, al menos en Castellón, en otros territorios quizás sí, quizás no, o vete tú a saber.

La justicia es ciega dicen por ahí, en España empiezo a pensar que la justicia es marciana, o de Plutón (con L sí) iba a decir de Ganimedes, pero como en la mitología griega era el amante masculino de Zeus igual algún juzgado de Castellón lo interpreta con matiz pecaminoso y me secuestran el artículo, aunque también tengo dirigentes locales de los que rasgan ojos que estos temas, los ven como poco recomendables, para no volver repetir la retahíla del encabezamiento. Un total de 34 libros con temática LGTBI, en cuyos contenidos se abordan temas como la homofobia y cómo acabar con ella desde el comportamiento en normalidad de una sociedad, el respeto a la diversidad y en suma contenidos en libros que en algunos casos van por su tercera edición y que han estado y están en librerías y bibliotecas públicas.

Han pasado 150 años desde el nacimiento de Segundo de Chomón, siglo XIX, lo digo por ser recurrente con la actualidad, y tenemos una jueza de Castellón que toma medidas cautelares ante un recurso de una asociación de Abogados Cristianos, me permitirán en este punto preguntarme si hay asociación de abogados budistas, de abogados que sigan el culto a Rá o tal vez de abogados que formaron parte de la peña Los que Cargaban, en este último caso si alguien tiene datos que me los facilite porque pertenecí a esa organización y me gustaría conocerlos. Sonroja y mucho que un juzgado en este tiempo donde la tolerancia y diría incluso la modernidad deberían formar parte de nuestro ADN, mantenga este tipo de actitudes cuestionando la verdadera función de la judicatura. Queridas y queridos, algo no funciona y esto empieza a ser grave.

Los libros son un instrumento del saber, ante todas las cosas debemos primar la formación del ser humano para que su capacidad de discernir la verdad de la mentira, la realidad de los mundos de Yupi, realidad de amplio calado; aspirar a una sociedad formada desde la niñez en todos los aspectos que hoy dan normalidad a nuestra vida, todo ello hace del individuo un ser libre y con capacidad de decisión, conocer la diversidad es el mejor bálsamo contra la violencia, sabemos que se comienza insultando y se acaba destrozando vidas, demasiados ejemplos cercanos tenemos como para no poner manos en pared. La inmensa mayoría de las leyes educativas de nuestro entorno europeo contemplan la formación del alumnado en esa importante materia que es la afectivo-sexual, educar en libertad y sabiendo administrar dicha libertad y primando los comportamientos de respeto de la persona sobre lo que son cuestiones inherentes a los sentimientos de cada cual.

La actuación de la jueza de Castellón es a mi juicio, un acto no solo contra la libertad de expresión, añadiría que contra los derechos humanos, nadie podrá negar la cantidad de niños y niñas LGTBI que hay en las aulas, a los que la sociedad debe brindar instrumentos de libertad, no de represión y culpabilidad. No sé si estos abogados y esta jueza de la plana castellonense tendrán estudios, información o un primo científico, está más que demostrado que nadie se vuelve gay por tocar un libro. Bromas aparte, lo que se demuestra día a día es que educar en la libre normalidad es la mejor manera de incentivar valores de amistad, de tolerancia y de cultura; en una sociedad democrática decisiones de este tipo nos conducen a tiempos de frustración e incomprensión, por no abocar a miles de niños y niñas a una auto-represión en su forma de sentir que es una senda del todo inhumana.

Los que ya tengan una edad recordarán cuando se quemaban librerías, conjuntos de represiones que muchos creíamos sellados en un pasado superado; por lo visto no es así, hay quien se erige en pedagogo con prisma ideológico totalitario y decide que es bueno o malo en educación, aunque en esa materia pedagógica lo más parecido que haya visto en su vida sea a Trake el monstruo de las galletas, que seguro está mas de acuerdo conmigo que con los Abogados Cristianos y con la señora jueza. El marco de tolerancia debe priorizarse, salimos de un tiempo de pandemia nada es fácil pero sobre todo es bueno recordar los puntos oscuros del pasado como aprendizaje. Decía Martin Luther King: “Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos” y estas cosas como el respeto a la diferencia son las que se aprenden en los libros.