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Antidisturbios

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Javier Lizaga

Tenía tres o cuatro columnas en la cabeza hasta que Sorogoyen me plantó la pregunta de quién permite que duermas tranquilo. Lo sublime es que te la cuelen otra vez, cuando lo que quieres es ver una serie y olvidarte de los chuzos de punta. Al final te das cuenta de que todos los reyes le dan la razón a Shakespeare, todo es tan absurdo como cuenta Delibes y que los desgraciados acaban como Max Estrella o máximo, como cuenta Carmen Laforet, renunciando a sus sueños. El problema repito es que yo solo quería pasar de todo y Sorogoyen y sus “Antidisturbios” me han dejado jodido. 

Nacho Carretero detalla en “Fariña” la llegada de los narcos colombianos a Madrid. Movieron tanta pasta desde un chale de lujo en Pozuelo que detuvieron a Ochoa y a Orejuela, jefe del cartel de Cali. Pero en lugar de extraditarlos como exigía Reagan, los enviaron a Colombia donde salieron libres en unos meses. El hijo de Orejuela cuenta en un libro que la libertad les costó 20 millones de dólares, 10 para la Audiencia Nacional, 5 directamente para Felipe González, que les metió prisa porque tenía elecciones al año siguiente. Nada se pudo probar.

Incluso ¿sirve probarlo? Barrionuevo y Vera fueron indultados. Y a nadie le importa ya que el Supremo haya confirmado que el Partido Popular se lucró de una trama corrupta, la Gurtel, condenada por malversación, fraude, trafico e influencias...si pongo todos ni caben. “Perro no come perro”. No hace falta irse lejos. ¿Por qué un gobierno del psoe premia a los que dirigieron la vergonzosa operación previa a los asesinatos de Feher en Andorra en lugar de levantar las alfombras? El poder protege al poder. No es lealtad es miedo o cobardía.  

Sorogoyen nos hace compañeros de seis “Antidisturbios”. Eso basta para demostrar que los que nos permiten dormir tranquilos estan a nuestro lado. Peones como nosotros. Médicos, enfermeras, barrenderos, policías… buena gente que da todo sin rechistar, sin premio, sin descanso…incluso a pesar de la mierda que les sobrevuela (sea el covid o una manifa). “¿Qué vas a hacer si tu hijo o hija quiere venir aquí a limpiar mierda como nosotros y ser policia?”, le pregunta uno a otro, cuando celebran que va a ser padre. “Me parecerá bien, seguro que todo mejora”. Y el problema es que al final te desvelas.