Feliz nueva temporada
Querido dos mil veinticinco, me despido de ti galleando, como gallea Morante, quien ha cuajado la mejor temporada de su vida. Y aunque nos quedamos huérfanos de Arte en Madrid, el día de la hispanidad, no podemos olvidar sus puertas grandes en la capital, con ese homenaje al maestro Antoñete y ese toro de Osborne. Esas lágrimas de José Antonio y Juan Carlos, abrazados tras conquistar Las Ventas. Ese quitarse la coleta que nos deja con la esperanza de la vuelta a los alberos. Nos queda en el recuerdo, también, la alternativa de un aragonés en Nimes, la de Aarón Palacio, con ese toreo clásico, con poso, con una magnitud que deja impreso un aire a próxima figura del toreo, y el refrendo de lo que se vio en la alternativa en Logroño o Zaragoza. Ojalá podamos verlo pronto en Teruel. También los recuerdos amargos han inundado las páginas de tu calendario: el paseíllo celestial que ha roto un Rafael de Paula que es leyenda de la tauromaquia (¡ay, benditas muñecas y jodidas rodillas), un tabaco fuertísimo a nuestro paisano Tomás González, quien, a pesar de aún no estar del todo recuperado de ese neumotórax, ha cuajado una gran temporada, demostrando que es uno de los novilleros a tener en cuenta en el futuro de esta fiesta. Nos ha quedado por ver, en teruel, el ansiado duelo entre novilleros aragoneses, Palacio y González, cuando tuvimos opción, habrá que esperar pues a que el alcorisano tome la alternativa para verlo competir con el de Biota.
También ha quedado patente el trato injusto que se le ha dado al único matador de toros en activo de la provincia de Teruel. Nuestra tierra, cainita donde las haya, ningunea, una vez más, al de casa, premiando a los de fuera. Duele más viniendo de otro matador de toros turolense que, en su día, reclamó su oportunidad, y al que se la concedieron. Nunca ha perdido pie en Teruel Sergio Cerezos, quien, en su última comparecencia, lidió dos toros con la rótula rota.
A este dos mil veintiséis que llegas, solo te pido paz en los tendidos; muchas tardes de Fortes, Palacio, Aguado o Curro Díaz; que Urtasun vea la luz, o, al menos, coja un libro para saber que significa la tauromaquia; presidentes a los que no les guste ser protagonistas; empresarios justos y con memoria (y que se acuerden de los toreros de casa); que a Garzón le vaya bien la peregrinación a Portugal, y que se traiga de allí un par de tardes firmada; que las televisiones sigan apostando por la tauromaquia, que a TVE se le caiga la venda de los ojos, se despolitice, y sea una televisión para todos, taurinos incluidos, y que la autonómica aragonesa se acuerde que, de Daroca para abajo, también somos Aragón (que prueben a dar una tarde completa de ensogados, con una buena realización, a ver la audiencia que arrojaba); que la economía acompañe para poder ir a muchas plazas de toros; y que ustedes mantengan viva esta sección con sus lecturas. Por esto último, muchísimas gracias y feliz nueva temporada.
