Rubén Pinar borda el toreo al natural con un novillo de Alicia Chico en Bronchales

Fabre Lafuente/Teruel

Se lidió un interesante encierro de Valdelarina, hierro de Alicia Chico, ante un lleno en los tendidos.El diestro albaceteño fue el máximo triunfador del festival sin picadores celebrado el pasado domingo 17 en la localidad serrana de Bronchales. Destacó especialmente con la mano izquierda en una interesante y variada actuación en el tercer y último novillo, al que le cortó las dos orejas y el rabo. Lo recibió con verónicas rematadas con la media y ya con la muleta el manchego, que había iniciado la faena con la rodilla semi genuflexa en unos muletazos de tanteo por alto templando la embestida de la res, ejecutó varias series de gran porte por ambos pitones que fueron apreciadas por el público. Consiguió desplazar a un novillo de extraordinaria calidad y nobleza, manteniéndose firme, gustándose y demostrando una actitud serena y pausada, como así quedo latente en varias series de naturales que vinieron a demostrar el gran momento que atraviesa. Con intensidad, despaciosidad y ajuste ejecutó una faena con la pañosa basada en este pitón que culminó con unas poncinas y otra tanda de naturales, que fueron fuertemente aplaudidas. El novillo de nombre “Roedor” y marcado con el número 12, fue premiado con la vuelta al ruedo.

Previamente, en su primero, también demostró oficio, granjeado por su veteranía en la profesión, sin embargo, el animal optó por la querencia de la barrera y, aun a pesar de la disposición del diestro, su condición le impidió cualquier atisbo de lucimiento silenciándose su actuación.

Completaba el cartel Jorge Mallén, que lidió al segundo novillo de la tarde, el más cuajado de una excelente novillada en cuanto a presentación de la ganadería de Valdelarina. El novillero oscense, que inició la faena con muletazos por alto, destacó con la mano derecha en varias series ante una res de gran clase. Más dificultosa resultó, por el contrario, la labor con la mano izquierda, sin terminar de acoplarse. El fallo en la suerte suprema le impidió obtener trofeo, saludando una ovación tras aviso.