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Aurelio Benito, médico, periodista y político Aurelio Benito, médico, periodista y político
Panteón familiar en el cementerio de Teruel de los Benito-Landa

Aurelio Benito, médico, periodista y político

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Serafín Aldecoa

Nuestro protagonista de hoy, el médico Aurelio Benito Ortega, pasaba consulta todos los días de 11 de la mañana a 2 de la tarde en la turolense calle Amantes nº10 tal como aparecía en los anuncios de publicidad de la prensa de la época, últimas décadas del siglo XIX.

Entonces no existía sanidad pública como ahora, de tal manera que las consultas médicas había que pagarlas por lo que los "económicamente débiles" no podían hacerlo. Ahora bien, Aurelio Benito se anunciaba en la prensa: "Gratis a los pobres", sin eufemismos ni rodeos. Este hecho nos llamó la atención sobre el personaje y fue una de las razones que nos llevaron a descubrir a este turolense que presenta una peculiar personalidad.

Por otra parte, en su día glosé en el Diario de Teruel  la vida y los trabajos de uno de sus hijos, tal vez el más renombrado, Tomás [de] Benito Landa, médico experto en tuberculosis con varias publicaciones en su haber y con una proyección científica nacional e internacional. En esos momentos me llegó información de su padre, Aurelio, y pensé que tenía que dedicarle una entrega.

De familia de tradición médica, Aurelio Benito nació a mediados del siglo XIX (1851) en Teruel donde realizó los estudios de Primaria y Bachillerato, mientras que los de Medicina los concluyó en la Universidad Central de Madrid obteniendo el título de doctor, de tal manera que en julio de 1882 instaló su consulta en Teruel.

Debió de mantener en estos años una muy buena relación con la localidad de Sarrión y especialmente con su colega Pedro Villarroya, médico titular, porque nada más instalarse en Teruel, en diciembre de 1882, acudió a asistirle en los últimos momentos de su vida cuando había sido víctima  de  una epidemia de tifus que había contraído  en dicho pueblo.

La Jaquesa, en la cuesta a Sarrión

Benito escribió una sentida necrológica en la prensa en la que explicaba las virtudes y el esfuerzo de Villarroya durante la epidemia pues había fallecido "después de dos meses de un trabajo moral y físico superior a las fuerzas humanas". Pero parece que el auxilio no lo prestó en exclusiva al médico, sino que permaneció bastante tiempo en Sarrión atendiendo a los vecinos enfermos de tifus, de tal manera que él mismo llegó a enfermar "estando a las puertas de la muerte". Al parecer su familia y los amigos le habían aconsejado que no viajara a Sarrión y pese a ello, Benito se desplazó a dicha localidad.

Al Dr. Benito le tocó bregar con una  segunda epidemia, la más mortal del siglo XIX en la provincia de Teruel: el cólera de 1885. Y además también cerca de Sarrión ya que en este caso ejerció como director del Lazareto de La Jaquesa, esto es, de venta cerca del límite de provincia reconvertida de cualquier manera para controlar si los viajeros que se trasladaban en las diligencias de Valencia a Teruel tenían el cólera o no. El Lazareto, después de varias modificaciones del inmueble, se convirtió en una especie de "ambulatorio" sanitario en el que los viajeros debían permanecer obligatoriamente la cuarentena (48 horas, por lo menos) en observación. De esta manera se pretendía evitar la difusión del cólera proveniente de Valencia que era de donde había llegado.

La actividad médica no fue la única a la que se dedicó Benito, porque a los tres años de instalarse en Teruel, dio paso a su segunda dedicación ya que fundó y dirigió un periódico: "El Ferro-carril" en cuyo subtítulo se apuntaba:"Diario de intereses de la provincia" con lo que evitaba definirse políticamente en una línea u otra. No obstante, el periódico no engañaba porque leyendo el editorial del nº 2 que reproducimos en este artículo ("Adelante, Sr. Santa Cruz, adelante") se infiere que su orientación política era conservadora y dentro de las tendencias ideológicas existentes en Teruel, habría que definirlo como "santacrucista", esto es, partidario de los Santa Cruz, en este caso Francisco Santa Cruz Gómez, el gran cacique conservador de la Sierra de Albarracín que fue elegido diputado en Cortes en 1986 como encasillado.

Tomás de Benito Landa, padre de Aurelio

Ahora bien, hay que hacer notar que en  la mancheta aparece el título de "El Ferro-carril", así que, a través de sus páginas desde el primer número de abril de 1885, el periódico va a abogar por la construcción del ferrocarril Calatayud-Sagunto entonces todavía en mantillas. También se reflejarán en él todas las actividades (asambleas, reuniones, campañas...) y movimientos que tenían lugar en los pueblos por donde pasaba el trayecto en pro de la construcción de la línea férrea. El periódico, como la gran mayoría de los editados en la provincia, tuvo escasa vida ya que aguantó ese año y el siguiente (1886)

Como hemos visto, Benito presentaba un ideario conservador, formaba parte del grupo dirigente en Teruel y como tal desarrolló una política activa dentro de este partido que le llevó a ocupar la alcaldía de Teruel a finales de octubre de 1890. Hay que pensar que en ese momento era Gobernador civil el conservador Bartolomé Estevan (padre del ingeniero del ferrocarril) Teruel-Alcañiz por lo que no es de extrañar que fuese nombrado, como se decía entonces, alcalde de "real orden", esto es, a dedo.

No sabemos si participó en algún proceso electoral pero  lo cierto es que en los primeros días de 1891 pasaba a acceder a un cargo como "diputado electo" dentro de la Diputación provincial de Teruel, suponemos que por el Partido Conservador, pero creemos que no llegó a presidirla. Por lo tanto, apenas ocupó dos meses la poltrona municipal y su carrera política fue muy limitada porque falleció en 1896 con 45 años después de "una larga enfermedad". Dejaba viuda, Amparo Landa, y nueve hijos.

Periódico fundado por Aurelio Benito

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