El encuentro de Sara y Pilar, dos alcañizanas de renombre (I)

En el mes de marzo de 1974 tuvo lugar un encuentro en Alcañiz  entre Sara Maynar Escanilla y Pilar Narvión Royo, ambas de ideario conservador, que habían sabido y conseguido romper el llamado techo de cristal que rodeaba –y rodea todavía- a un gran número de mujeres que inician un camino intelectual o profesional desde la juventud.

Podemos decir que se trata de un “techo” que limita sus carreras profesionales, difícil de traspasar y que les impide seguir avanzando. Una de las características es que es invisible porque no existen leyes o dispositivos sociales establecidos y oficiales que impongan una limitación explícita en la carrera laboral a las mujeres.

Es cierto que ambas mujeres pudieron nacer en un medio social y en unas circunstancias especiales, léase familiares, y diferentes a muchas otras  mujeres que favorecieron, sin duda, este empoderamiento que les hizo conquistar espacios y puestos que habitualmente ocupaban los hombres. Pero también es verdad que nos interesa ofrecer a los y las jóvenes y adolescentes actuales “modelos” muy distintos de mujeres de los que nos ofrecen algunos medios de comunicación, especialmente la televisión.

Ambas, aunque desarrollaron su actividad profesional en diferentes ámbitos y lugares, con mucho esfuerzo y dedicación alcanzaron puestos profesionales destacados: Sara fue directora del Instituto Laboral, luego de Educación Secundaria, de Alcañiz desde su nacimiento en el curso 1950-51 hasta que se jubiló como profesora a mediados de los setenta, esto es, alrededor de veinticinco años. Para ella, regresar a Alcañiz como profesora debió de tener un componente emotivo, debió ser algo personal como volver a los orígenes, a las raíces familiares, pues, como veremos, ella era zaragozana de nacimiento.

Pilar, que trabajó principalmente en Madrid, está considerada como la primera periodista mujer que escribió crónicas políticas, especialmente del periodo histórico de la Transición en España, y anteriormente en aquel diario de prestigio y de tirada nacional que dirigía el célebre Emilio Romero, como era “Pueblo”, e incluso obtuvo un reconocimiento merecido en su carrera con la obtención del premio Víctor de la Serna promovido por la Asociación de Periodistas de Madrid.

Sara, más joven que Pilar, era natural de Zaragoza donde había nacido en 1906, pero la casona familiar, que todavía se conserva en buen estado, y varios de sus antecesores habían residido en Alcañiz. Siguiendo la tradición familiar y para complacer a su padre, un jurista de prestigio y esperantista, estudió Derecho cuando el número de mujeres universitarias no alcanzaba más que el 2%, concluyendo los estudios de licenciada por lo que pasó a la posterioridad como la primera mujer aragonesa en acabar la carrera de abogada con 22 años, además de ser premio extraordinario y número uno de su promoción.

A finales de los años veinte del siglo pasado, la noticia no dejaba de ser sorprendente y rápidamente aparecieron reportajes en revistas como “Mujeres Españolas” o en “Estampa”, un artículo redactado por el conocido escritor Fernando Castán e incluso en “La Voz de Aragón” publicaron una entrevista, con fotografía incluida, realizada por el periodista J. Sanz Rubio que, desde una perspectiva actual, hizo gala de un sexismo impertinente, actitud normal por otra parte para esa época en la que la entrevistada hablaba de su pensamiento, del feminismo, de sus proyectos...   

Por su parte, Pilar Narvión, hija de Santiago, inspector de la compañía de máquinas de coser Singer, natural de la Almunia de Doña Godina (Zaragoza) y de Pilar Royo, proveniente de una familia alcañizana, nació en Alcañiz un 30 de marzo de 1922.

Después de un traslado a Logroño de la familia, Pilar, muy joven, regresó a Alcañiz para criarse con sus tíos, los Romance, abuelos y bisabuelos donde se sintió absolutamente libre. Antes de proseguir, queremos destacar que para conocer su dilatada trayectoria, recomendamos el libro del escritor turolense natural de Royuela, Juan Carlos Soriano, publicado por la también turolense editorial Tirwal, “Andanzas de una periodista perezosa” (2008).

El contenido de la publicación está basado en una serie de entrevistas que realizó el autor el año anterior a la que consideraba su maestra en el mundo del periodismo. También remitimos al lector al extenso artículo y a los textos que Soriano publicó en la revista “Turia” (nº 141-142): "Pilar Narvión: el periodismo como forma de contar la historia"

A Sara Maynar no le convencían las actividades profesionales relacionadas con Derecho aunque en un primer momento se vinculó con la Universidad de Zaragoza como auxiliar de clases prácticas de Derecho Internacional y Derecho Administrativo en los cursos 1939-41. Lo que realmente le atraía más tenía que ver con los estudios de Filosofía y Letras y con la enseñanza, de tal manera que obtuvo una segunda licenciatura.

Para ello marchó a Madrid donde se vinculó a los ambientes culturales de la capital desde un centro educativo de prestigio y elitista como fue la llamada Residencia de Señoritas (la alternativa a la de Estudiantes) donde contactó y se relacionó con escritores de la llamada Generación del 27 como fue el caso de Rafael Alberti.