Chrysallis clama por que el respeto, la igualdad y la aceptación sean la norma

“¡Por un mundo donde el amor, el respeto, la igualdad y la aceptación sean la norma!”. Así finalizó este viernes el manifiesto que se pudo escuchar en la plaza del Torico dentro de los actos de la Semana del Orgullo, que por primera vez se ha celebrado en Teruel extendiendo los actos que otros años se hacían el 28 de junio, Día Internacional del Orgullo LGTBIQ+, para dar visibilidad a este colectivo y abordarlo desde diferentes prismas.

Los grupos turolenses Alicates y Garrampa pusieron el toque musical a esta celebración que contó con la actuación de Tina X, artista queer.

La Asociación de Infancia y Juventud Trans-Chrysallis y el Ayuntamiento de Teruel, con la colaboración de la Diputación de Teruel, han organizado esta Semana del Orgullo que este viernes, además del carácter festivo, tuvo también un carácter reivindicativo con la lectura del manifiesto, en el que se quiso expresar “nuestro compromiso con la igualdad, el respeto y la dignidad de todas las personas, sin importar su orientación sexual, identidad de género o expresión de género”.

“Creemos en un mundo donde cada persona pueda vivir libremente, sin miedo a la discriminación, la violencia o la exclusión”, se afirmó.

En el texto se aseguraba que la diversidad en todas sus formas “es una fortaleza que enriquece nuestras vidas y nuestras comunidades, y merece ser reivindicada, celebrada, protegida y respetada”.

Así se hizo en la tarde de este viernes en la plaza del Torico donde también se rechazó “cualquier forma de intolerancia, prejuicio y discriminación” y se tomó posesión de un banco en señal de protesta por las manifestaciones de odio en los bancos pintados con la bandera LGTBI+.

 

“Nos enfrentamos a las injusticias que sufren las personas trans, quienes muchas veces deben luchar contra la ignorancia, la discriminación en los centros educativos, en el trabajo, en los servicios de salud y en la sociedad en general”, se puso de manifiesto.

Se afirmó además que las personas trans merecen los mismos derechos y oportunidades que cualquier otra persona: el derecho a decidir sobre su propio cuerpo, a vivir sin miedo, a acceder a una educación y atención médica adecuada y a ser reconocidas legalmente según su identidad de género.

“Comprometámonos a seguir promoviendo la educación y la sensibilización para erradicar los prejuicios y la ignorancia que alimentan la discriminación. La visibilidad y el apoyo son fundamentales para que las personas trans puedan vivir con dignidad y libertad”, se recordó antes de dibujar un futuro en el que todas las personas puedan amar libremente, ser quienes son y expresarse sin temor ni prejuicios.

Pidieron así “un mundo donde la identidad de género no sea motivo de exclusión, sino una expresión legítima de la diversidad humana y natural”. Y “frente al avance de discursos de odio y políticas que cuestionan o niegan la existencia de nuestros hijos, hijas e hijes y sus familias”, defendieron los derechos del colectivo.