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El proyecto El Horno del Pueblo quiere llevar pan del día a todos los municipios de la provincia El proyecto El Horno del Pueblo quiere llevar pan del día a todos los municipios de la provincia
Jorge Sanz posa junto a una selección de panes recién horneados

El proyecto El Horno del Pueblo quiere llevar pan del día a todos los municipios de la provincia

Con la instalación en el medio rural de pequeños hornos y producto precocido se podrá tener pan recién hecho
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José Luis Rubio

Los vecinos de los casi 150  municipios de la provincia que no tienen panadería podrán comer pan caliente recién horneado. Esa es la propuesta de la iniciativa que se ha bautizado como El Horno del Pueblo, que propone la instalación de puntos de última cocción en aquellas localidades que no cuentan con servicio de panadero apoyándose en los servicios locales, primero, o en los propios servicios municipales.

El Horno del Pueblo se ofrece como un puente entre panaderos comprometidos y los pueblos. “Es una herramienta basada en las necesidades de la provincia de Teruel en cuanto a panadería y derivados”, explicó el responsable de esta iniciativa, Jorge Sanz, panadero en Teruel y presidente de la Asociación Provincial Panaderos de Teruel.

Tras un exhaustivo análisis de la situación del sector panadero en la provincia, se ha detectado que 88 de los 236 municipios de la provincia tienen panadería, lo que significa que hay 149 sin este servicio. De hecho, se ha detectado que una quincena de municipios carece de cualquier tipo de servicio o establecimiento. Y a este escenario poco halagüeño se suma la progresiva e imparable bajad en el número de panaderías. En la actualidad, los negocios panaderos integrados en el paraguas de la asociación no llegan a 60.

Inés Dobón, responsable de desarrollo de El Horno del Pueblo, recordó que aunque en algunos de esos municipios no ha un horno de pan, sí que panaderos de localidades cercanas llevan su producto con cierta periodicidad

Negociaciones

Los negocios de panadería del medio rural turolense tienen que superar problemas como la falta de relevo generacional, la población cada vez menos numerosa o las fluctuaciones de la clientela que se producen durante los periodos vacacionales que, por cierto, cada vez, son más cortos.

Con este panorama se ha desarrollado un sistema  de e-commerce en el que se busca otorgar a los municipios la oportunidad de poder disfrutar de pan del día todos los días. Para ello, El Horno del Pueblo está desarrollando un sistema integral en el que se sumarán ayuntamientos, panaderos y empresarios y emprendedores.

“Una de las ventajas que tiene que aportar este proyecto, que es el horno del pueblo, tiene que ser que donde no haya panadero que vende pan en un pueblo, queremos estar nosotros”, avanzó Sanz. Para ello se quiere implicar a los ayuntamientos y a los emprendedores rurales.

En aquellos municipios interesados se instalará un pequeño horno para realizar la última cocción al pan precocido. Para ofrecer este servicio apenas hace más espacio que el de una plaza de garaje y puede atenderlo cualquier operador local, desde el Multiservicio, si lo hubiera, un pequeño comercio, el bar o incluso un particular. “El reto es vender pan del día, pero con una infraestructura mínima por la que se pueda transformar en el punto final de venta. O sea, rentabilizar lo que es un negocio no rentable”, explicó Sanz, que destacó que aunque cuando se habla de pan precocido “suena a algo muy industrial”, en realidad se trata de “pan y bollería y productos panaderos artesanos preparados para ser pausada su producción y terminarse en el punto final”. Sobre este punto, Sanz resaltó que la calidad de producto, que será elaborado por productores locales, marcará la diferencia.

Esta solución permitirá a los municipios en los que se instale contar con servicio diario de suministro de pan, sin depender del reparto de una tahona más o menos cercana. “Esos 88 panaderos hacen una labor de multidistribución”, explicó Dobón.

“Nosotros no tenemos interés en contactar con el emprendedor de turno, si en ayudarle y en asesorarle. Nosotros queremos ofrecer esta solución a los ayuntamientos para sean ellos los que tengan la responsabilidad sobre esto”, señalaron los responsables del proyecto. Y aunque los proveedores de panadería sí podrán recibir pedidos y encargos a través de un a aplicación específica que se está terminando de desarrollar, el interlocutor para llevar el pan del día al municipio será el Consistorio.

El funcionamiento del Horno del Pueblo es sencillo, aunque cuenta con un abanico de opciones amplio para adaptarse a la coyuntura de cada lugar. “Se puede dar el caso de sitios que ya tengan horno, en otros habrá gente que incluso esté horneando pan industrial, en otros sitios habrá gente que tenga de todo menos el horno... se van a analizar todos los puntos”, explicó Sanz. “Tenemos respuesta para desde el sitio que no tiene ni un mueble ni un horno, ni un arcón congelador y ni una vitrina expositora hasta el que tiene todo pero no tiene el producto”, dijo el responsable.

Rentabilidad

Todo este proceso se articulará a través de un portal web que gestionará los pedidos conectando a los puntos de ultima cocción con los productores de pan precocido locales.

“Todo eso va a tener que estar apoyado y respaldado por los municipios y por los ayuntamientos. Esto tiene un clarísimo papel social, el llevar el pan del día, el pan caliente, a todas las casas de la provincia, pero tiene que tener un respaldo económico”, insistió, recalcando que “esto es rentable. Tenemos análisis hechos de todo tipo de circunstancias”.

“Buscamos que sea un negocio rentable. Cuando hablamos de rentable no decimos que una familia entera pueda vivir de este tipo de negocio en un pueblo. Decimos que da números positivos. Cuando da números positivos decimos que puede complementarse muy bien con otro comercio, con otro establecimiento ya abierto. Por lo tanto, va a aportar beneficio a su cuenta de explotación, la del negocio existente”, señaló Sanz, que aseguró que tienen modelos para obtener beneficio hasta en localidades de 25 habitantes.

Así, se han establecido tres posibles escenarios para la puesta en servicio del Horno del Pueblo.
 

El Horno del Pueblo es una iniciativa que quiere llevar pan del día a todos los pueblos de la provincia



En el primero habría un negocio ya en funcionamiento que manifestaría su intención de acoplar la venta del producto porque no tiene ese servicio. Otra sería la apertura de un nuevo negocio en un lugar en el que hasta entonces no habría nada. La tercera opción sería un multidistribuidor.

La alta rotación de gerentes de los servicios de los pueblos no preocupa a los impulsores del Horno del Pueblo. “Esto está proyectado para que cualquier persona con una instrucción mínima pueda dar un servicio. ¿Por qué? Porque la capacitación real del fabricante la tiene el desfile experto que es el que abastece del producto. Por lo tanto, creemos que con muy bajo conocimiento”, resaltó Sanz.

Respeto al panadero

Una de las prioridades del proyecto es proteger a los panaderos locales que todavía operan en la provincia. La intención de los responsables es siempre respetar y dar prioridad al horno que ya esté trabajando en una zona o un municipio, aunque si surgiera algún emprendedor interesado en arrancar uno de estos puntos en un municipio desde El Horno del Pueblo se contactará con el panadero  que reparta el pan allí (si lo hubiese) para preguntarle, ya que en ocasiones este servicio se mantiene a pesar de resultar deficitario por  no dejar desabastecida a ninguna localidad. La propuesta que ahora se lanza podría ser un balón de oxígeno para los vecinos e incluso para el panadero local.

El panadero Jorge Sanz explicó que antes de implantarse en una zona en la que ya haya un panadero trabajando “se entabla una relación, una comunicación con el panadero en la que se es plenamente transparente preguntándole: ¿qué es lo que quieres, qué es lo que buscas, qué quieres abarcar qué estás a vender o qué no quieres abarcar? El horno del pueblo protege a todos los panaderos si eres un panadero que quieres seguir repartiendo a determinados pueblos, lo vas a hacer”.

Sin embargo, estos córner  sí podrían resultar una salida para hornos y tahonas cercanas para vender en ellos sus productos más característicos. “Lo que pretendemos es, donde no quieras ir, no vayas, dínoslo y te echamos una mano, a través del proyecto logístico que estamos desarrollando, pero lo que pretendemos es que el panadero profesional haga van, no haga kilómetros”, concluyó.

El futuro

El proyecto de El Horno del Pueblo aún no ha empezado a trabajar y ya tiene un gran recorrido por delante. Los responsables han medido los pasos para ir ganando penetración con paso firme.

En las próximas semanas se pondrán en marcha dos proyectos para poder monitorizar sus comienzos. Después, se prevé la incorporación de varios productores locales de pan y productos relacionados para abastecer a los nuevos puntos de horneado que se vayan encendiendo en la provincia.

“Inicialmente, las fases de este proyecto es un negocio de economía social. Después, se sabrá si los profesionales panaderos están dispuestos, tienen ganas y quieren seguir desarrollándose, va a poder terminar siendo también una tienda de e-commerce, una tienda online, para poder comprar en cualquier parte de España determinados productos y que te los puedas mandar. Por ejemplo, esto va a estar muy vinculado al turismo ya la cultura, este proyecto tiene mucho más trasfondo”, concluyó el panadero.

Mientras resuena la cuenta atrás para el lanzamiento de los primeros puntos piloto, ya se puede consultar la página web (www.elhornodelpueblo.com) en la que se detallan las líneas generales del proyecto. “Cuanto más se nos escuche y se nos vea, mejor. Queremos que los pueblos nos conozcan, que los panaderos vean esa labor ya se está realizando y que todo el mundo pueda conocer lo máximo posible del proyecto”, dijo matizó el responsable de la iniciativa.

Este verano estarán operativos los dos primeros puntos para testar sus dinámicas y aplicarlas en el lanzamiento masivo que podría llegar con el próximo invierno.

“Esto en un futuro va a desarrollar un proyecto cultural y turístico importante. Aquí detrás mucho trasfondo a futuro. Va todo, son fases del proyecto, pero lo que pretendemos es que es un proyecto superintegrador y es un proyecto inclusivo al máximo. Es que aquí cabemos todos. En una fase inicial se aportarán servicios o productos esenciales. O sea, unos determinados tipos de pan y unos determinados tipos de bollería dulce y salada. De esa forma tú ya abres un negocio y estás dando un servicio. En una segunda fase lo haremos más enfocado hacia el turismo, hacia el conocimiento gastronómico, hacia la cultura gastronómica de la provincia terrestre”, resumió.

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