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El tren a Teruel afectado por el incendio forestal iba sin interventor y la señal de Masadas le dio paso El tren a Teruel afectado por el incendio forestal iba sin interventor y la señal de Masadas le dio paso
Imagen de la estación de Caudiel que circula por las redes cuando llegaron los equipos sanitarios a asistir a los heridos

El tren a Teruel afectado por el incendio forestal iba sin interventor y la señal de Masadas le dio paso

Las versiones de la maquinista, que sufrió quemaduras, y de algunos viajeros que escaparon a pie discrepan
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El tren de viajeros de la línea de Teruel que en la tarde del martes se vio sorprendido por las llamas del incendio forestal de Bejís a la altura del apeadero de este término municipal iba sin interventor y accedió a esta zona porque la señal de Masadas le dio paso. La policía judicial ha abierto una investigación mientras que Adif y Renfe aseguran que nadie les comunicó que había fuego en la línea, y que tuvieron conocimiento al llegar el tren al lugar. Las versiones de la maquinista, que pertenece a la residencia de Teruel y que sufrió quemaduras en los brazos, discrepa con las de algunos viajeros que escaparon a pie, al menos uno de los cuales ha presentado una denuncia.

Seis personas se encontraban el miércoles ingresadas en hospitales valencianos, cinco de ellas por quemaduras en el Hospital La Fe y otra por una fractura de tobillo en el Hospital General de Valencia. La que se encuentra en estado más grave por las quemaduras es una mujer de 62 años, según informó la Conselleria de Sanidad, que no ha detallado de qué provincias son los heridos.

Entre los quemados hay otras dos mujeres, de 43 y 24 años, con pronóstico grave, una joven de 15 años con pronóstico moderado y un varón de 48 años con el mismo diagnóstico. La persona con una fractura de tobillo es otra mujer de 30 años.

Además, el miércoles fueron dados de alta un varón de 56 años en el Hospital de Sagunto y un niño de 4 años en el Hospital Clínico. La noche del martes fueron atendidas por los equipos sanitarios en torno a una quincena de personas en la estación de Caudiel (Castellón), que es donde regresó el tren que fue sorprendido por las llamas del incendio forestal de Bejís.

Entre las personas heridas está también la maquinista del tren, que sufrió quemaduras en ambos brazos, aunque Renfe no facilitó información al respecto. La maquinista, que fue asistida en un principio en Caudiel, es de la residencia de maquinistas de Teruel y regresó esa misma noche a la capital turolense, donde fue asistida en el centro de salud por las quemaduras que presentaba en ambos brazos, según ha podido saber este periódico.

Si la información sobre cómo se desarrollaron los acontecimientos era confusa la noche del martes, el miércoles circularon versiones muy distintas entre lo que asegura Renfe y lo que algunos viajeros  que huyeron a pie contaron en medios de comunicación de tirada nacional como El Mundo y ABC.

Renfe insistió en el comportamiento diligente de la maquinista, que retrocedió con el tren hasta Caudiel tras tener problemas por el clima de tensión y alarma que se creó entre varios pasajeros al querer bajarse del tren.

En cambio, algunos pasajeros que bajaron del convoy para escapar por su propio pie del fuego, cuestionaron la conducta de la maquinista, que era el único personal de Renfe que viajaba en el tren, ya que no iba el interventor como suele ser habitual, situación que vienen denunciando desde hace años la Plataforma en defensa del Ferrocarril, la Federación Vecinal de Teruel y los sindicatos ferroviarios, que ya habían alertado de que la ausencia del revisor podía dar lugar a problemas en situaciones de alarma como la que se produjo el martes.

La policía judicial ha abierto una investigación para intentar esclarecer los hechos por esta vía al haber personas lesionadas, a la vez que Renfe y Adif han abierto también sus investigaciones internas.

Fuentes del operador ferroviario y del administrador de infraestructuras defendieron cómo habían actuado de acuerdo con el protocolo que tienen establecido. Desde Adif, que es quien tiene competencia en la infraestructura, indicaron que se autorizó la salida del tren y la circulación por la zona de Bejís porque en el momento en que salió el convoy a las 16:23 horas de la estación de Valencia no tenían conocimiento de que hubiese un incidente en la vía porque nadie les avisó de que pudiera haber problemas con el incendio forestal.

Cuando el tren llegó a la zona del incidente llevaba 49 viajeros a bordo, según explicaron fuentes de Renfe, que indicaron que sobre las 17:54 horas la maquinista detuvo el vehículo al observar lluvia de cenizas y humo y contactó con el Puesto de Mando de Circulación para preguntar si había algún incendio en las proximidades.

De acuerdo con esta versión, desde el Puesto de Mando le manifestaron que lo desconocían porque nadie les había informado. Mientras mantenía la conversación, la maquinista observó que había llamas en las proximidades y comunicó que iba a cambiar de cabina y retroceder, maniobra que le autorizaron en principio hasta Masadas Blancas y después hasta Caudiel.

Durante el cambio de cabina para poder mover el tren en sentido contrario y salir del incendio, Renfe ha explicado que varios pasajeros quisieron abandonar el tren y lo hicieron a pesar de las advertencias de la maquinista, que les dijo que no era seguro.

Hubo que rearmar el tren

De acuerdo con esta versión, al romper algunos pasajeros las ventanas de emergencia para poder salir, se activaron los sistemas contra incendios y el freno automático, y la maquinista tuvo que rearmar el tren para reiniciar la marcha y retroceder. La operadora ferroviaria aseguró que estos hechos “retrasaron el retroceso del tren”.

En total saltaron al exterior una veintena de personas mientras que el resto permanecieron dentro. A las 18:20 la maquinista pudo reanudar la marcha y fue recogiendo a las personas que iban corriendo por las inmediaciones de la vía en dirección a Caudiel, algunas de ellas con quemaduras, según Renfe.

En cambio varios de los pasajeros que saltaron del tren ofrecieron versiones muy distintas recogidas por periódicos de tirada nacional. En El Mundo, una pasajera de nombre Virginia, de 30 años, explicó que avisó a la maquinista al ver el incendio en las montañas y que esta le dijo que iban a continuar la marcha porque no había ningún tipo de problema. De hecho, en Masadas Blancas la señal de paso estaba verde, con lo cual el tren podía circular tal como establece el protocolo.

La situación cambió después según esta pasajera, que explicó en El Mundo que empezó a subir la temperatura y a entrar humo mientras las llamas se encontraban ya a ambos lados. Pidió a la maquinista que les sacara de allí  y, según esta versión de los hechos, “perdió los papeles por completo” y les dijo que no sabía qué hacer. Otros pasajeros relataron en el diario ABC que fue la maquinista la que abrió las puertas y dijo que “el que pudiese correr, que corriera”.

Solo iba la maquinista

La maquinista se encontraba sola, ya que el tren no llevaba interventor, por lo que tuvo que hacer frente a la doble situación de emergencia para dar marcha atrás al convoy, un proceso que requiere su tiempo al cambiar los mandos de la cabina de delante a la trasera, a la vez que atender a los viajeros en una situación crítica.

El portavoz del Sindicato Ferroviario, Rafael González Escudero, denunció que el número de interventores del tramo Valencia-Teruel está cubierto solo por 15 interventores, cuando debería tener 35, por lo que muchos trenes circulan sin revisores. Explicó que de haber habido un interventor, se hubiese encargado de tranquilizar al pasaje mientras lo llevaba al coche de cola para que la maquinista pudiera realizar su trabajo y hacer la maniobra para retroceder.

El representante sindical incidió en que de haber viajado un interventor en el tren no se hubiese dado la situación de pánico que se produjo, puesto que les hubiese explicado que la maquinista estaba cargando el cambio de cabina de freno, maniobra que es necesaria para cambiar el sentido de la marcha.

El portavoz de la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Teruel, Manuel Gimeno, aseguró que llevan  tiempo denunciando la ausencia de revisores en los trenes y advirtiendo del peligro que eso supone, como se puso de manifiesto el martes, e insistió en que el ferrocarril convencional está “abandonado” y no se puede permitir. En términos similares se expresó el presidente de la Federación Vecinal de Teruel, Pepe Polo, quien además indicó que al no haber factores en las estaciones no se avisó del fuego en la vía hasta que llegó el tren y lo vio la maquinista, por lo que la circulación estaba abierta.

El PP exigió la comparecencia en el Senado de la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, para que explique cómo un tren puede acabar atravesando un incendio forestal y causar una veintena de heridos, según informó Efe.

Por otra parte, Ximo Puig, que analizó con el conseller de Sanidad la evolución de los heridos en el incidente ferroviario, dijo que el asunto estaba ya “judicializado” y que por tanto “la policía judicial actuará en consecuencia”.

Recordó que Renfe también había abierto una investigación y que parecía ser que la maquinista actuó “de una manera correcta y preventiva”. Al preguntarle los periodistas sobre la causa por la que no se interrumpió la circulación ferroviaria en la zona del incendio, el presidente valenciano dijo que no podía contestar porque corresponde a la dirección técnica del incendio tomar este tipo de decisiones, según declaraciones recogidas por la agencia Efe.

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