Ibercaja no prevé un desplome de la economía turolense a pesar de la situación y destaca la capacidad de resistencia del mercado de trabajo

El director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, considera que los principales indicadores permiten a la entidad ser “moderadamente optimista” sobre la evolución de la economía turolense en los próximos meses, a pesar de la situación excepcional que atraviesa Europa a raíz de la guerra de Ucrania. En su opinión, el mercado de trabajo ha demostrado además una capacidad de resistencia “brutal” durante la pandemia, por lo que no se espera un desplome como el de la crisis de 2008.

Barbero hizo estas declaraciones este lunes en la presentación en la Cámara de Teruel, junto al catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza Marcos Sanso, del Informe Económico de Aragón 2021 elaborado por la Fundación Basilio Paraíso. En el acto, en el que también compareció el presidente de Ibercaja Gestión, Francisco Serrano, participaron representantes de un centenar de empresas del territorio.

El análisis de los datos económicos de 2021 muestra, según Sanso, que la recuperación económica ha sido “mucho más intensa” en Huesca y en Teruel que en Zaragoza. El catedrático lo atribuyó a la fortaleza del mercado de trabajo en estas provincias y a la continuidad de las iniciativas de inversión. Como debilidad, apuntó hacia la despoblación, por lo que compartió la necesidad de contar con ayudas al funcionamiento empresarial.

En este sentido, el presidente de la Cámara de Teruel, Antonio Santa Isabel, confió en que en el Informe de 2022 se pueda observar el efecto de la aplicación de las ayudas al funcionamiento para las empresas del territorio.

A continuación, Barbero desgranó las previsiones de Ibercaja sobre las principales variables económicas, muchas de ellas coincidentes con las de otras instituciones y analistas. Así, prevé que el PIB sufra una fuerte ralentización en el presente ejercicio, con un crecimiento del 4,2%, que se agravaría en el 2023 para quedarse en una horquilla de entre el 0,5% y el 1%. “No prevemos un desplome de la economía a pesar de las circunstancias o condicionantes”, dijo en relación a la guerra de Ucrania y la subida de los precios de los combustibles y de las materias primas.

Destacó que la inflación podría haber “tocado techo” para entrar en una progresiva desaceleración en el segundo semestre de 2023.

En relación al coste del endeudamiento, indicó que la subida de los tipos de interés iniciada por el Banco Central Europeo (BCE) en consonancia con la Reserva Federal de Estados Unidos, entre otros, ha provocado que el Euríbor se acerque al 3% después de varios años en tasas negativas, y recordó que este es el índice al que están referenciadas el 85% de los préstamos hipotecarios y empresariales en España. Sin embargo, no cree que la subida de los tipos, ahora en el 2%, pase del 3% o 3,5%. “La subida ha sido muy vertical, pero también podría tocar techo pronto. Además, la deuda de los hogares y de las empresas en 2008 alcanzaba el 80% y el 120% del PIB, mientras que ahora supone el 60% y el 100%, respectivamente”, argumentó.

Freno a la inversión

El ritmo “favorable” de la inversión empresarial -entendida por Barbero como “el motor de la economía”- en 2021 y en el primer semestre de 2022 también se ralentizará en 2023, según las previsiones de Ibercaja. “Sería un milagro que no lo hiciera, pero el frenazo no será importante”, comentó al respecto.

En lo que atañe al mercado laboral, aseguró que parte de una posición de mayor fortaleza que en la anterior crisis y que los niveles de empleo ya superan los alcanzados antes del inicio de la pandemia, a pesar de que durante la misma se destruyó el 10% del PIB.

Por último, en relación con la situación financiera actual, afirmó que es muy diferente a la de 2008 dado que las entidades gozan de mayores tasas de solvencia y liquidez y menores de morosidad. No obstante, la rentabilidad media del sector bancario medida como el retorno sobre fondos propios se sitúa en el 7% y no cubre todavía los costes del capital. Y la palanca para impulsarlo, dijo, se encuentra en continuar dando crédito.

A tenor de todos estos cálculos, el director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Ibercaja indicó que no esperan una recesión como la ocurrida entre 2008 y 2012. “Los indicadores objetivos muestran un informado, moderado, razonable y prudente optimismo sobre lo que puede pasar en la economía en los próximos meses”, sentenció.

Y añadió que, al margen de los indicadores macroeconómicos, la economía de las familias también se encuentra en una mejor situación porque hay más cotizantes a la Seguridad Social y un menor endeudamiento.

Sanso destaca la caída de la tasa de paro hasta niveles de pleno empleo

El catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza y director del Informe Económico de Aragón 2021 editado por la Fundación Basilio Paraíso, Marcos Sanso, destacó la fuerte recuperación del mercado de trabajo tras la pandemia, que ha situado la tasa de paro en la provincia en el 6,53%, según la última Encuesta de Población Activa (EPA) relativa al tercer trimestre de 2022. Esta es la segunda más baja tras la de Guipúzcoa (5,79%) y supone en la práctica una situación de “pleno empleo”, lo que a su juicio “justificaría” las dificultades de las empresas para encontrar personas en disposición de trabajar.

En el análisis por sectores económicos, destacó el aumento de la demanda de vivienda nueva y de las hipotecas en un contexto de caída de la actividad crediticia y de aumento de los depósitos bancarios.

Sanso también puso el acento sobre el incremento del valor de las exportaciones, cifrado en un 21,4% para 2021. No obstante, precisó que la provincia todavía tiene mucho margen de crecimiento en los mercados exteriores.

Por último, señaló que la caída de la rentabilidad y de la productividad de las empresas turolenses “no ha sido tan catastrófica” como cabía esperar en los peores momentos de la pandemia.