Isabel guarda en su pecho un beso que le dará a Diego cuando vuelva de la Cruzada

Isabel de Segura guardará en el calor de su pecho un beso para Diego. El que no le pudo regalar anoche pero le prometió que le dará cuando vuelva. Fue la despedida de los dos Amantes ante la casa de ella tras una jornada muy intensa, que comenzó por la mañana cuando el joven se atrevió a enfrentarse a don Pedro de Segura y de este se llevó algunos empujones y hasta una bofetada.

Esto ocurrió en la primera de las escenas teatrales sobre la leyenda de los Amantes de Teruel que el público pudo seguir durante la segunda jornada de La Partida de Diego, la recreación histórica que cuenta el preámbulo de la tragedia de los Amantes.

En un villa de frontera, en el otoño de 1212, los hombres se preparan para ir la a guerra. Al joven Diego, como segundón que es, le toca quedarse en casa para cuidar de una hacienda que heredará su hermano primogénito mientras este se marcha con las huestes del rey Pedro II.

Pero el amor todo lo cambia y  eso se demostró ayersobre los escenarios al aire libre en una jornada luminosa. Tras declararse su amor en la primera de las escenas, representada el viernes por la noche, el sábado por la mañana el joven Diego de Marcilla, interpretado este año por Elías Fernández, le pide a don Pedro la mano de su hija, pero este se la niega. “¿Has perdido el seso?”, le pregunta y le recuerda que “no cuenta con posibles”. La insistencia del del Marcilla tiene como consencuencia una bofetada y no será la única. Isabel se llevará otra tras confesar que ama a Diego.

Los malos modales en esta primera escena se irán suavizando en la segunda cuando se encuentran los Segura y los Marcilla, que representan a dos importantes familias cristianas de la villa de Teruel. Ante la insistencia de unos y de otros, don Pedro decide darle un plazo de cinco años a Diego para que se vaya a hacer fortuna, aunque, según los cálculos  que le desvela a su esposa Constanza, en ese plazo “tiempo hay para que él se descalabre o ella se olvide de él porque la voluntad de las mujeres es muy voluble”.

Pero para que ella lo tenga siempre presente, Diego le regala a su amada una presentosa, un colgante que llevará cerca de su corazón.

El rey Pedro II se encuentra ya en la villa, donde llegó por camisos tortuosos que enfrentó al concejo sobre quien los tiene que arreglar. Ha venido a recabar tropas. Durante esta noche los aspirantes a caballero han velado armas y hoy serán nombrados en una ceremonia que seguirá toda la villa de Teruel.

El mercado, la música y la actividad en el campamento seguirá durante esta mañana, en el que las mujeres despedirán a los hombres en una escena que  integrará el lenguaje de signos para hacer más inclusiva esta escenificación que reivindica su papel en la villa en ausencia de esposos, hijos o hermanos.