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La IA llega a la Sanidad: tecnología  que humaniza el trato al paciente La IA llega a la Sanidad: tecnología  que humaniza el trato al paciente
El doctor Alfredo Morte atiende en su consulta del Centro de Salud Teruel Ensanche

La IA llega a la Sanidad: tecnología que humaniza el trato al paciente

La herramienta transcribe las consultas para generar informes al instante
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Algo ha cambiado en las consultas del centro de salud de Villel y en las de Teruel Ensanche. El sonido del teclado ha desaparecido. El profesional sanitario ya no mira a la pantalla mientras el paciente explica sus síntomas. Ahora las conversaciones se desarrollan de forma natural, sin interrumpir, lo que aumenta la cercanía y el paciente se siente mejor atendido. Al concluir, el informe clínico ya está listo.

Estos dos centros de salud de la provincia de Teruel son los primeros en implantar un sistema de inteligencia artificial (IA) que transcribe automáticamente la conversación entre médico y paciente y genera el informe clínico en tiempo real. Es parte de un proyecto piloto impulsado por el Gobierno de Aragón, que busca transformar la atención primaria mediante tecnología que alivie la carga burocrática y refuerce el vínculo humano en consulta.

El funcionamiento es sencillo: el sistema graba la consulta, detecta lo clínicamente relevante y redacta un informe estructurado listo para incorporar en la historia médica del paciente. Todo en cuestión de segundos.

Para el profesional, esto significa menos tiempo tecleando y más tiempo escuchando. Para el paciente, una atención más directa, sin interrupciones ni pantallas interpuestas. Una conversación entre dos personas, con un tercer participante —la IA— que simplemente toma nota. Algo que puede marcar la diferencia en la atención al paciente en una provincia como Teruel, con un alto porcentaje de población mayor.

En las próximas semanas, esta herramienta se irá implementando en otros centros del Servicio Aragonés de Salud, hasta llegar a más de 30, nueve en la provincia de Teruel, dentro de la segunda fase de implantación. Participarán cerca de 50 profesionales sanitarios, principalmente médicos de familia, aunque también se incluirán enfermeros y pediatras de atención primaria.

La herramienta ya se ha activado en diez centros de salud de Aragón, y Villel y Teruel Ensanche han sido seleccionados como referentes en la provincia de esta transformación tecnológica.

En una consulta de este último centro, el doctor Alfredo Morte prueba la nueva herramienta. “La experiencia es limitada, porque acabamos de comenzar”, comenta. Aun así, el balance inicial es positivo: “Es bastante satisfactoria, aunque todavía hay pequeños errores que hay que pulir”.

La puesta en marcha ha sido rápida y sin complicaciones. “Nos presentaron el programa por videoconferencia. Para alguien como yo, de papel y boli, sorprende lo sencillo que es”, admite el médico. Basta con abrirlo, iniciar la grabación y seguir con la consulta con normalidad. Mientras tanto, el sistema escucha, distingue lo clínicamente relevante y genera un informe estructurado.

Lo que más le llama la atención a Morte no es la tecnología en sí, sino el efecto que puede tener sobre la consulta. “Es paradójico que una herramienta de inteligencia artificial permita un trato más humano”, reflexiona.

Con años de experiencia a sus espaldas, ha vivido el cambio hacia una consulta cada vez más informatizada. “Nos hemos vuelto más miradores de pantallas que observadores de pacientes”, dice. En su opinión, este nuevo sistema devuelve al paciente al centro de la escena. “A veces salen cosas que también necesitan ser escuchadas y en las que de otra forma no profundizaríamos”, argumenta el facultativo.

Además de facilitar ese contacto directo, la herramienta permite aprovechar mejor el tiempo. Destaca, sobre todo, la facilidad de uso. “No necesitas ningún equipo especial ni manejar programas complicados”, resume. Y garantiza que se respeta la privacidad del paciente: “No aparece ningún dato personal, y cuando cambias de paciente, la información desaparece automáticamente”.

En estos primeros días, los pacientes no han mostrado reticencias. “A todos les he pedido permiso antes de activarlo, y nadie ha dicho que no. Algunos sienten curiosidad, otros lo ven como algo normal. Pero todos lo aceptan sin problema”, asegura Morte. Aun así, cree que el verdadero impacto se verá con el tiempo: “Cuando el paciente empiece a notar que el médico le escucha más, que le pregunta con otro ritmo, entonces sí verá la diferencia”.

Este sistema utiliza técnicas avanzadas de procesamiento de lenguaje natural para comprender el contexto médico, identificar términos clave y descartar información irrelevante. Además, adapta la redacción del informe para que sea clara, concisa y conforme a los estándares clínicos.

La herramienta cumple todos los estándares de seguridad y confidencialidad exigidos por la normativa de la Unión Europa. Igualmente, el paciente es informado antes de cada uso y puede rechazarlo si lo desea. De esta forma, la consulta continúa con total normalidad si no se autoriza el uso de la herramienta.

Para los reacios a la inclusión de la IA en cuestiones como ésta, no se trata de una herramienta que ayude al médico a determinar la dolencia del paciente. Esta solución no diagnostica ni toma decisiones clínicas; y su único objetivo es facilitar la redacción del informe, liberando tiempo que los profesionales pueden dedicar al cuidado del paciente.

Además, la implementación contempla protocolos de seguridad informática para garantizar que los datos sensibles permanecen protegidos.

Al automatizar tareas administrativas, el personal sanitario puede reducir la fatiga profesional que suele asociarse a la documentación manual, lo que a su vez mejora su bienestar y rendimiento en la consulta. Además, esta automatización contribuye a aumentar la precisión de los informes clínicos, disminuyendo la posibilidad de errores humanos que pueden afectar la calidad de la atención.

Con registros más completos y accesibles, se facilita también la monitorización y el seguimiento de los pacientes, permitiendo un mejor control de su evolución y una atención más personalizada.

Gracias a esta optimización del tiempo y los recursos, los profesionales sanitarios pueden ofrecer un apoyo emocional más cercano durante la visita. Así, la inteligencia artificial no solo simplifica la burocracia, sino que contribuye a fortalecer la relación médico-paciente.

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