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Las inversiones de los Presupuestos del Estado para Teruel aumentan en 2018 pero son inferiores a lo que preveían los plurianuales Las inversiones de los Presupuestos del Estado para Teruel aumentan en 2018 pero son inferiores a lo que preveían los plurianuales
Carretera N-330 entre Teruel y el límite de la provincia de Cuenca, donde tiene previsto hacer inversiones el Ministerio de Fomento

Las inversiones de los Presupuestos del Estado para Teruel aumentan en 2018 pero son inferiores a lo que preveían los plurianuales

Las partidas para este año suman 26,3 millones, frente a los 42,5 previstos
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Si a algo se puede aplicar el dicho de que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia, es a los Presupuestos Generales del Estado, que año tras año suscitan el mismo y repetitivo debate sobre si suben o bajan en la sociedad turolense cuando se dan a conocer, con independencia del partido que gobierna. El proyecto de los PGE de 2018 presentado esta semana en el Congreso de los Diputados para iniciar su tramitación parlamentaria, sin garantías de momento de que puedan ser aprobados, vuelve a mostrar en el caso de la provincia de Teruel el malabarismo de unas partidas que suben, pero también bajan, según cómo se lean.

Las inversiones reales de los Presupuestos Generales del Estado para este año suben un 34,16 por ciento en la provincia si se comparan con lo presupuestado en 2017, pero en cambio si se mira la evolución plurianual, se observa que en lugar de subir bajan porque se consigna menos dinero del que se dijo hace un año.

Eso sucede por ejemplo con algunos de los proyectos de inversión de mayor cuantía en los que está ahora inmerso el Gobierno central en la provincia, como es el caso de la mejora de la línea ferroviaria entre Zaragoza, Teruel y Sagunto. 

La inversión prevista en la línea de tren para este año, en lo que corresponde a la provincia de Teruel, asciende a 26,3 millones de euros, pero en cambio en los PGE de 2017 y dentro de las partidas plurianuales, se consignó para 2018 una inversión de 42,5 millones de euros. Eso supone nada menos que un descenso inversor del 38 por ciento sobre lo previsto inicialmente.

Lo mismo sucede en esta obra, que de momento es la estrella inversora del Gobierno en la provincia, si se mira la cantidad prevista para el próximo año. En los PGE de 2017, dentro de las partidas plurianuales se consignaron 46,7 millones de euros para 2019, pero en cambio en el proyecto de 2018 se reduce esa cantidad para el próximo ejercicio a 40,4 millones. Porcentualmente supone un descenso del 13,5 por ciento.

No es la única inversión que sufre un descenso de un año para otro, por más que en el cómputo global el presupuesto aumente un 34,16 por ciento. Las matemáticas lo soportan todo, pero el malabarismo de las cifras consignadas en los presupuestos no hace sino confirmar la escasa fiabilidad de los PGE, unas previsiones engañosas de las inversiones a realizar, porque sobre el papel todo vale, pero la realidad es la que es: Teruel sigue sin ver obras salvo contadas excepciones como alguna actuación de mantenimiento en el tren y la carretera de Ráfales al límite de la provincia de Castellón, a punto de ser finalizada.

Nadie se cree ya los presupuestos, porque año tras año demuestran que una cosa es presupuestar y otra ejecutar. Sucede incluso con las obras que parecen arrancar ya y no terminan de hacerlo, como el caso de la variante de Alcorisa. Este año se ha presupuestado más de lo que se consignó el pasado, pero en cambio desciende la inversión con respecto a lo previsto que se iba a invertir en 2018. Y es que si los PGE de 2017 preveían una inversión para este año, dentro de la proyección plurianual, de 10 millones de euros, lo que se ha presupuestado en realidad son 4,7, menos de la mitad, lo que supone un descenso del 52,5 por ciento.

Sucede lo mismo con otro de los proyectos inversores largamente acariciado y que no termina de ejecutarse, el recrecimiento del embalse de Santolea debido a las complicaciones surgidas en su día, lo que no es óbice para que los PGE, año tras año, acaben mareando la perdiz sobre las partidas consignadas.

Esta obra, que tiene que realizar la entidad pública Aguas de las Cuencas de España, no tuvo consignación en los PGE del año pasado, pero en cambio en la previsión plurianual se metieron 5,7 millones para 2018. Ahora que se están tramitando las cuentas presupuestarias de este ejercicio se han previsto 3,9 millones, es decir, un 31,1 por ciento menos de lo que se dijo hace un año.

Por ese motivo cualquier lectura de los PGE puede resultar engañosa y confusa y todos los años se repite el mismo debate cuando se presenta el borrador de presupuestos, pero en cambio nada se dice de la ejecución del mismo, que es lo que las organizaciones empresariales llevan pidiendo desde hace tiempo, saber al final lo ejecutado, no lo presupuestado.

Esta semana la coordinadora ciudadana Teruel Existe dio a conocer un estudio en el que constató que en los últimos ocho años  solo dos obras han llegado a su fin, la variante de Alcañiz, de 8,3 kilómetros, y el arreglo de la carretera N-232 entre Ráfales y el límite de la provincia de Castellón, de 13,8 kilómetros y a punto de finalizar.

Lo llamativo es que para hacer estas obras de tan pocos kilómetros se han tardado décadas, en el primer caso 20 años y en el segundo 24. Solo 22,1 kilómetros de carretera nacional y ni un solo metro de autovía, al estar atascada todavía la A-68 en su tramitación administrativa, puesto que la A-40 aparece año tras año sin avances en los PGE, mientras que el desdoblamiento de la N-211 entre Alcolea del Pinar y Monreal del Campo tampoco corre mejor suerte.

Lo cierto es que los PGE tanto del año pasado como los de este dejan vislumbrar la posibilidad de que a partir de 2019 la situación vaya a mejor con la A-68 porque es para ese ejercicio cuando se empiezan a consignar partidas importantes en los plurianuales, aunque la experiencia demuestra que hasta que no hacen acto de presencia las máquinas no empieza la inversión. E incluso así, se han dado casos en que las máquinas se volvían a marchar sin arrancar los trabajos, como sucedió con la autovía Mudéjar.

Y lo peor, como constata el estudio realizado por Teruel Existe, es que poco a poco hay infraestructuras que van desapareciendo de los PGE de forma progresiva pasando al olvido, como ha sucedido con la mayoría de las variantes de población de la N-211 y la N-420 comprometidas en la década pasada, o con el propio corredor ferroviario de alta velocidad Cantábrico-Mediterráneo, cuyos estudios siguen apareciendo en los Presupuestos Generales del Estado sin consignación económica. 

Es llamativo en este último caso que hayan pasado 13 años sin conseguir nada en claro con el corredor ferroviario de alta velocidad, ya que los PGE señalan 2005 como año de inicio de la partida para hacer esos estudios, y 2018 como año de finalización, con un coste total de 937.220 euros cuando el Ministerio de Fomento ha asegurado por activa y por pasiva que la línea de tren no será de doble vía ni tendrá trazado de alta velocidad, a diferencia de lo que sucederá con el corredor desde Zaragoza hacia la Y Vasca.

A cambio de eso, el arreglo de la vía actual y su electrificación con una inversión prevista a largo plazo de unos 335 millones de euros entre Zaragoza y Sagunto, que incluirá la construcción de apartaderos de 750 metros de largo para facilitar el cruce de trenes de mercancías.

El proyecto de los PGE de 2018 sí incluye una partida importante para esta actuación con cargo al Adif, de 26,3 millones de euros en la provincia de Teruel, que en cualquier caso, como se ha apuntado antes, es inferior a lo que estaba previsto acometer durante este ejercicio en la previsión plurianual hecha en los PGE del año pasado, que ascendía a 42,5 millones de euros.

Incrementos por el tren

Esa inversión es lo que hace incrementar los PGE de 2018 en la provincia de Teruel, que se completará en todo el eje que va de Zaragoza a Sagunto con otras partidas consignadas en cada una de las otras tres provincias por las que pasa la línea. En total se han previsto 51,5 millones de inversión para este año, de los cuales algo más de la mitad se harán en Teruel, mientras que en la provincia de Zaragoza se han consignado 15,1 millones, en la de Castellón 8,4 millones y en la de Valencia 1,7. En los plurianuales hay previstos 142,6 millones en la provincia de Teruel para los próximos tres años, 71 millones en la de Zaragoza, 61,3 en la de Castellón, y 17,1 en la de Valencia para el mismo periodo de tiempo.

Al margen de esta actuación, el resto se mantiene en los mismos niveles presupuestarios que hace un año, con la excepción del recrecimiento de Santolea, que de 20.000 euros en 2017 pasa a tener casi 4 millones en los PGE del presente ejercicio.

Aparte de las inversiones de las entidades públicas, el Ministerio de Fomento recoge el resto del grueso de la previsión inversora para este año, tal como muestran los cuadros adjuntos de esta página.

En total se contemplan 29,7 millones de inversión en Fomento, de los cuales más de una tercera parte será para mantenimiento (10,3 millones) y seguridad vial (1,8 millones).

Como partidas más importantes aparecen 7,9 millones para el arreglo de la N-232 entre Ráfales y el límite de la provincia, cuyas obras está previsto que finalicen por fin este año, y 4,7 millones para la variante de Alcorisa, además de 2 millones para el acondicionamiento de la N-330 entre Teruel y Villastar y de 848.080 euros para la A-68 entre Fuentes de Ebro y Valdealgorfa en su tramo turolense, con una consignación similar para el que discurre por la provincia de Zaragoza. 

En el caso de la A-68 las partidas importantes vuelven a figurar en los plurianuales de los próximos ejercicios con  6 millones en 2019, otros 20 millones en 2020 y 30 millones al año siguiente.

El Ministerio de Fomento cumple con su compromiso de acometer la mejora de la N-330 interviniendo de manera inmediata entre Teruel y Villastar, y a más largo plazo porque hay que hacer el proyecto, entre Torrebaja y Villastar. En cualquier caso llama la atención que si bien en diciembre en una reunión con alcaldes de la zona el Ministerio estimó el presupuesto de la actuación entre Teruel y Villastar en unos 13 millones de euros, en los PGE se ve reducido ahora a la mitad: 2 millones para este ejercicio y 5 para el próximo, en total solo 7 millones. Por otra parte, de Torrebaja a Villastar presupuesta 250.000 euros para este año con una proyección hasta 2021 de 15,7 millones. En cualquier caso, el compromiso de Fomento en este tramo es invertir entre 125 y 150 millones de euros.

Lo que queda también en el aire en los PGE de este año es el demandado desdoblamiento de la N-211 a su paso por la provincia y hasta Alcolea del Pinar, enlazando en Alcañiz con la futura A-68, una autovía transversal que demanda la Diputación de Teruel para insertar a la provincia en un eje estatal que permitiría el desarrollo de las comarcas turolenses del interior. 

La previsión presupuestaria mantiene abierta con 25.000 euros la partida para el desdoblamiento entre Alcolea y Monreal del Campo, y luego incluye otra de 604.220 euros para la rehabilitación del firme entre este último municipio y el límite de la provincia de Guadalajara, con una previsión plurianual de 3,3 millones hasta 2021, algo que no convence a la DPT porque su demanda es otra.