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Los restauradores se afanan en retirar incrustaciones adheridas a la piedra y ladrillo de La Escalinata de Teruel Los restauradores se afanan en retirar incrustaciones adheridas a la piedra y ladrillo de La Escalinata de Teruel
Trabajos de restauración de La Escalinata. Fundación Santa María de Albarracín

Los restauradores se afanan en retirar incrustaciones adheridas a la piedra y ladrillo de La Escalinata de Teruel

La Fundación Santa María de Albarracín, de la que forma parte la Fundación Térvalis, a punto de finalizar la primera fase de intervención
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La primera fase de trabajos de conservación y restauración de la Escalinata en Teruel encara este mes su recta final. La actuación, desde que comenzó la intervención el pasado mes de julio, se ha centrado en uno de los tramos de escalera, el situado sobre el túnel, y en la fachada más próxima al IES Vega del Turia. Durante este tiempo se han llevado a cabo tareas de limpieza, una vez controladas las florescencias salinas producidas por la humedad. Los operarios del Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín se ocupan ahora de la recuperación o reposición de algunas de las piezas de cerámica vidriada que se habían desprendido e intervienen con morteros específicos en las juntas de unión de los ladrillos y de las piezas de sillería, como las del pasamanos.

El gerente de la Fundación Santa María de Albarracín, Antonio Jiménez, explicó que lo primero que se hizo fue una limpieza general con biocidas para eliminar las hierbas que crecían entre los materiales del monumento y un cepillado posterior.

Los operarios se han tenido que ocupar a fondo en la eliminación de los carbonatos que proliferan sobre la superficie. Jiménez señaló que se habían visto sorprendidos por la cantidad de encrustamientos que han aparecido. “Los problemas de humedad son habituales pero no tanto que los carbonatos que se han producido sean tan densos”, matizó.

Costras

Esto ha hecho que los operarios se hayan tenido que ocupar a fondo de retirarlos porque las sales se encontraban petrificadas y habían formado gruesas costras blanquecinas. Para retirarlas ha habido que acudir a diferentes métodos en un trabajo que ha sido “muy minucioso” para no causar al bien más daño del que se está evitando.

Jiménez indicó que también se ha actuado en las juntas de unión de los sillares de la mampostería. Primero, hubo que retirar los morteros de unión, porque igualmente se encontraban muy afectados por la humedad y sustituirlos por otros siguiendo la misma estética que los morteros de cal originales. Igualmente, ha habido que acometer el rejuntado de las hendiduras de la piedra erosionada, un trabajo artesanal que han realizado los restauradores de la Fundación.

Por último, se ha llevado a cabo la reposición de piezas cerámicas decorativas que faltaban o estaban muy deterioradas así como la reintegración de alguna parte en los casos en los que se ha podido mantener el resto de la cerámica. “Muchas piezas se han repuesto”, comentó el responsable de la Fundación y para ello se encargan a un ceramista local. Además, se hace un inventario de todas las piezas.

Después de cerca de cinco meses de trabajo sobre los andamios la valoración que  hacen los técnicos del monumento es que se encontraba en peores condiciones de lo que parecía a simple vista. “Es un monumento que tiene muchos detalles pero que está hecho para verse en su conjunto”, comentó Jiménez.

Entre esos detalles está por ejemplo la imagen de Santa Emerenciana, patrona de la ciudad, alrededor de la cual crecían las hierbas que hubo que eliminar y proteger la zona para evitar que vuelvan a salir. También hay escudos de diferentes localidades de la provincia. Curiosamente, en esta primera fase de trabajos se ha actuado sobre el de Albarracín.

Gárgolas

En el tramo en el que ya se ha actuado existen también varias gárgolas que ha habido que amarrar en su parte decorativa porque estaban prácticamente sueltas por la base y que cumplen su misión de desagüe del agua procedente de la lluvia.

Los restauradores se han afanado en limpiar ladrillo y piedra que junto a la cerámica componen este monumento que se construyó hace más de un siglo y que desde entonces da la bienvenida al viajero que llega a la ciudad en tren.

Desde el pasado mes de julio, cuando se instalaron los andamios después de las Fiestas del Ángel, entre tres y cuatro empleados del Centro de Restauración de la Fundación Santa María de Albarracín han estado trabajando para recuperar la Escalinata. Ahora, el equipo se va reforzar con dos personas y esta primera fase finalizará con el año.

La intención de la Fundación es retomar la intervención en primavera centrándose entonces en la zona central donde se encuentra el bajorrelieve de Aniceto Marinas sobre los Amantes. La propia Fundación intervino en él hace siete años y ahora se centrará  en el resto de la estructura siguiendo las actuaciones comenzadas este verano. Para una fase posterior quedaría el extremo más próximo a  la fachada de la delegación territorial del Gobierno de Aragón. Esta actuación se inscribe dentro del convenio que el Ayuntamiento de Teruel firmó con la Fundación Santa María de Albarracín para intervenir en el patrimonio histórico de la ciudad. Entre sus patronos se encuentra la Fundación Térvalis que aporta la financiación.

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