“Mi trabajo es muy divertido y me lo paso muy bien porque es retador, aunque eso suene raro hoy”

Disfrutar con el trabajo en los tiempos actuales, en los que se piensa más en desconectar de lo laboral y en poder disfrutar del ocio, parece un privilegio, pero es de lo que presume la alcañizana Pilar Górriz Ramón, directora de Innovación de Renfe y que es una de las mujeres turolenses protagonistas del calendario Pioneras de 2026 que se presentó esta semana. Hablar con ella contagia, porque le da la vuelta a esa imagen pesada que se tiene del trabajo para mostrar cómo puede resultar divertido fichar todos los días e involucrarse al máximo en lo que uno hace. Su clave, según explica, es “innovar” cada día y no estancarse

Cuando uno se sube a un tren no imagina que detrás de la evolución que ha tenido este medio de transporte hay un departamento en Renfe que se dedica a innovar de forma continua, y mucho menos que al frente del mismo se encuentra una turolense que habla de su trabajo como si fuese el mejor del mundo. Para ella lo es porque se lo toma como un reto a diario al buscar soluciones que en definitiva hagan más fácil la vida a la gente, en su caso a través de la movilidad ferroviaria.

Pilar Górriz, de Alcañiz, que aunque lleva prácticamente dos décadas asentada en Madrid no ha roto nunca su relación con su “pueblo”, como ella incide en denominar a su ciudad, es la actual directora de Innovación de Renfe, un departamento de esta empresa pública en el que se cocina el desarrollo tecnológico para la mejora de la movilidad no ya en el futuro sino en el presente.

Viajó a Teruel esta semana acompañada de otra turolense, Raquel Lozano, en este caso nacida en Teruel y responsable de comunicación de Renfe en Aragón, una mujer que comparte con Górriz el ímpetu de estar a la vanguardia en tecnología y que es otro huracán de ideas y sugerencias, además de contagiar su constante curiosidad y necesidad de aprender cosas nuevas, que no deja de ser una de las virtudes de los buenos profesionales como es su caso.

Pilar Górriz se ha convertido en el calendario Pioneras del próximo año en una de las doce mujeres turolenses referentes de esta iniciativa que propone modelos para visibilizar la igualdad de género. Y esa excusa, por decirlo de alguna manera, ha servido también para mostrar que en Renfe se innova y mucho más de lo que se piensa, a través tanto del programa TrenLab como de ERJU, una iniciativa a nivel europeo para la mejora de la movilidad en el futuro y en cuyo diseño participa activamente.

Cuando Górriz habla de estos proyectos lo hace con pasión, porque asegura que se lo pasa bien con ellos y no hay mejor forma de disfrutar con el trabajo que divirtiéndose. La clave está en fijarse retos y en aprender cada día algo nuevo. En definitiva, la superación constante no ya solo para hacer bien un trabajo, sino para que este tenga una utilidad de la que disfrute a su vez la gente.

Cuando habla de las iniciativas que se están desarrollando en el departamento que dirige lo hace como un torbellino, con pasión, transmitiendo a su interlocutor el interés por los proyectos que tienen en marcha y sobre todo la curiosidad.

La innovación en Renfe

“En Renfe se ha innovado siempre, porque el sector ferroviario es mucho más innovador de lo que puede parecer”, afirma en un momento en el que reconoce que “la avalancha tecnológica, con todas las disrupciones empezando por la IA, pero no solo, nos obliga a ser mucho más ágiles en la innovación”.

Ella llegó a ese departamento en septiembre de 2021. Doctora en Ciencias Químicas por la Universidad de Zaragoza, acababa de cerrar una etapa profesional en el sector privado también en el campo de la innovación, optó a una plaza cuando salió una convocatoria pública y la ganó como gerente de Innovación de Renfe. Algo más de dos años después, en marzo de 2024, fue nombrada directora del área.

Górriz explica que en Renfe la innovación se trabaja en dos líneas. Por un lado lo que tiene que ver con “la integración de soluciones digitales de una manera más rápida en nuestra organización”, para lo cual está TrenLab, que es la ventana de la compañía a la innovación y para lo que se trabaja de forma constante con la colaboración de agentes externos. Son proyectos planteados para su desarrollo a muy corto plazo.

El otro ámbito de trabajo es a más largo plazo y está concebido para adaptarse al cumplimiento de la normativa europea e integrarse en esas soluciones que desde la UE se plantean para todos los países socios. “Es donde trabajamos en proyectos más a largo plazo como podría ser la iniciativa ERJU”, comenta, que plantea la investigación a gran escala para impulsar la innovación ferroviaria con múltiples agentes comunitarios.

Pero cuando habla se le nota que su verdadera pasión es por TrenLab, porque implica a las startups, esas iniciativas empresariales emprendedoras que buscan la innovación a partir de la aplicación de las nuevas tecnologías para revolucionar los sectores en los que se involucran.

Es el ojito derecho de esta directiva que define TrenLab como un programa de innovación abierta que permite a Renfe explorar soluciones rápidas y eficaces basadas en las nuevas tecnologías con el apoyo y la agilidad que ofrecen las empresas tecnológicas.

“En TrenLab lo que hacemos es evaluar herramientas digitales de una manera ágil, porque en seis meses nosotros probamos si esa solución nos funcionan con un coste relativamente bajo y con poco riesgo”, explica. Lo hacen lanzando retos a los que pueden optar startups con sus proyectos a través de iniciativas piloto en las que se implica también el personal de Renfe, “porque están colaborando en el desarrollo para obtener una solución al reto planteado”.

Si ese proyecto piloto funciona, “luego lo implementamos y eso nos ayuda a introducir sobre todo soluciones innovadoras”, en ámbitos que van desde la experiencia de cliente, la movilidad y también el mantenimiento del material móvil. “Lo que antes se hacía con tareas manuales, hemos reducido un 60% esas tareas de verificación, con lo cual nuestra gente tiene más trazabilidad de lo que está haciendo en los talleres y puede estar pensando en otras cosas”, afirma. En definitiva, mejorar la productividad.

Retos a las startups

Cada año desde TrenLab se plantean a las startups retos concretos para cuestiones específicas que permitan dar respuesta a las necesidades de las áreas de negocio de Renfe. Las tecnológicas ganadoras afrontan el reto de diseñar en seis meses una solución piloto, con la colaboración de Renfe, y para ello reciben una aportación de 50.000 euros. Pasado ese medio año, y si el proyecto resulta viable, se implementa para dar una solución a una necesidad concreta de negocio a través de la firma de un contrato con la empresa de hasta un millón de euros.

De esta forma se han suscrito más de 6 millones en contratos de startups con Renfe, después de que con este programa se hayan presentado a los distintos retos más de mil de estos grupos tecnológicos innovadoras. Eso ha permitido acelerar el desarrollo de 26 startups y se han invertido más de 2,5 millones de euros en la implementación de esos proyectos pilotos.

”A través de TrenLab introducimos herramientas muy tecnológicas de una forma eficaz y rápida, porque si no, las disrupciones tecnológicas se te comen”, afirma la alcañizana. Como ejemplo de proyectos desarrollados de esta forma pone como ejemplo la impresión en 3D de piezas para trenes que se lleva a cabo con el centro de investigación aragonés Aitiip, que facilita la impresión de componentes “a la carta” al estar descatalogados y que su fabricación para reponer supondría mucho dinero además de tiempo de espera.

También destacan iniciativas como Visualfy, una herramienta de asistencia para personas con dificultad auditiva en las estaciones de Cercanías, o Greemko, un sistema que automatiza el cálculo de la huella de carbono. Otra herramienta desarrollada en TrenLab es el proyecto Limmat, consistente en una plataforma de mantenimiento predictivo y conducción eficiente que funciona mediante el análisis de un gran volumen de datos.

Seis meses

“Lo que nos trasladan las startups es que se sienten muy a gusto trabajando con nosotros porque hay una verdadera implicación con los equipos de Renfe para sacar el mejor resultado posible en esos seis meses”, comenta la directora de Innovación de la compañía ferroviaria pública. “Hemos consolidado startups que se convierten en proveedores de Renfe, y ese creo que es un plus importante de nuestro trabajo porque consolida empleo de calidad e iniciativas tecnológicas”, recalca.

Confiesa que haciendo este trabajo se lo pasa “muy bien” porque es afrontar nuevos retos cada día. “Tengo la suerte de trabajar en una cosa que me divierte mucho y que es pensar cómo podemos hacer las cosas mejor a través de la colaboración con otros”, señala esta alcañizana que incide en la idea de que su labor es entretenida.

“Entiendo que pueda sonar mal, pero mi trabajo es muy divertido, con todo lo que tiene de dificultad, evidentemente, puesto que al final del día has aprendido un montón, has conocido un montón de cosas y has alimentado tu curiosidad, así que estás aprendiendo todo el tiempo, y lo que más podemos valorar como personas es que tu trabajo sea útil y yo trabajo en una empresa donde la innovación es útil”, comenta la turolense, que recuerda lo que le decía su padre:: “Si disfrutas un trabajo, da igual de lo que trabajes”.

Es inevitable conversar con Pilar Górriz sobre la movilidad en territorios como el turolense, y se muestra optimista con las posibilidades que las tecnologías van a ofrecer, aunque reconoce de antemano que es difícil saber cómo va a ser esa movilidad del futuro. “Es la pregunta del millón”, admite.

Accesibilidad

“Tenemos que hacer todos los esfuerzos posibles para que sea accesible, y no lo digo solo para personas con discapacidad, sino para todos, que esté conectada y que sea sostenible, aunque sé que eso suena a tópico”, afirma.

Considera que hay que conseguir alcanzar esa movilidad en la que “todos podamos movernos con la libertad que queremos hacerlo”. Puntualiza que hay algo que le parece “fundamental como ciudadana de una provincia como Teruel, y es que tengamos acceso a los servicios que necesitamos, que es algo que desde otros lugares no lo ven porque los tienen más accesibles, pero Teruel es una provincia con mucho territorio”.

Opina sinceramente que para poder acceder a esos servicios “nos va a ayudar la tecnología, porque nos va a permitir conectarnos, a tener modelos de transporte más novedosos basados en ese tipo de herramientas, y sitios como Teruel no se van a quedar desconectados porque la tecnología va a permitir que muchas de las cosas que hoy no pensamos nos lleguen”.

Sobre su inclusión en el calendario Pioneras 2026 afirma que está feliz de que la hayan tenido en cuenta. “Me siento muy orgullosa del trabajo que hago, pero que te reconozcan como que puedes ayudar a las niñas a que vean que pueden llegar donde quieran, ser poderosas y tener un futuro brillante, es emocionante”, afirma.

A juicio de esta alcañizana que está al frente de la innovación en una empresa como Renfe, cualquier iniciativa dirigida a avanzar en la igualdad es importante. “Todo lo que se haga desde iniciativas educativas y en los colegios que ayude a conseguir ese estímulo para las niñas me parece genial, y que me elijan a mí, pues un orgullo y estoy muy feliz de verdad”, concluye.

Hacia un espacio ferroviario único europeo con la digitalización tecnológica

Mientras el programa TrenLab permite a Renfe adoptar soluciones rápidas frente a los retos tecnológicos inmediatos, la otra línea de trabajo que desarrolla el área de innovación de Renfe a cuyo frente está la alcañizana Pilar Górriz es el proyecto ERJU (European Rail Joint Undertaking). Su finalidad es desarrollar un sistema ferroviario europeo integrado eliminando barreras y adoptando soluciones tecnológicas innovadoras.

En definitiva es impulsar un Espacio Ferroviario Único Europeo, en el que además de la Comisión Europea participan entidades públicas y privadas como Renfe, CAF, Talgo, Siemens, Acciona, SNCF, Alstom o Hitachi, entre otras, así como Adif, que lidera el consorcio español. Górriz asegura que es un programa a más largo plazo, a diez años, y cuyo reto es que “la movilidad sea accesible para todos y que tengamos mejores herramientas de multimodalidad”.

Uno de los retos que se ha fijado es la seguridad a través de herramientas tecnológicas digitales. “Es imprescindible que sepamos lo que va a pasar a un tren antes de que le pase, porque eso mejorará la operación de todos los operadores”, afirma.